Ejemplos con mejicanos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Con la retirada de la corona española, trasladaron después sus conflictos a los mejicanos a inicios del siglo XIX.
Finalmente surgió el grupo que llevó a feliz término los sueños de todos los habitantes de La Tinta y aldeas circunvecinas como lo es el ascenso a categoría de municipio, estando al frente las siguientes personas: Presidente Profesor de Enseñanza Media José Gilberto Artola Choc, Vicepresidente Señor José Everildo Morataya, Secretario Profesor Eddy Rudy González Xé, Prosecretario Profesor de Enseñanza Media Hermelindo Reyes García, Vocales: Profesor Ronny Denis García Mejicanos, Señor Cristóbal Rosales, Señor José Francisco Euler, Señor Carlos Abundio Barrios, Señor Javier Juárez Juárez Profesor Jorge Zoel Tercero y Señor Francisco Cuc.
jaliscana presente solamente en los estados mejicanos de Jalisco, Michoacán, Nayarit y posiblemente Sinaloa.
Se presentó en el Primer Encuentro de Arpistas Mejicanos en Morelia.
Muy fácilmente, yo no podía aspirar a una legación diplomática ni a un ministerio cuando triunfase nuestra candidatura, eso quedaba para los mejicanos.
Él haría que el presidente la enviase a Nueva York y luego a París, con un cargamento de grandes sombreros mejicanos, trajes vistosos y cien mil pesos al año, para que cantase y bailase a estilo del país en los principales teatros.
En sucesivas conferencias, Inglaterra y España reconocieron explícitamente la autoridad presidencial de Juárez, tratando con él por mediación de los ministros mejicanos Echevarría y Doblado.
Las naciones quieren que los mejicanos tengan juicio, que den descargos y satisfacciones por los europeos ofendidos o asesinados, que paguen lo que deben, etcétera.
Pero lo repito: ni Gutiérrez Estrada, ni los ricos mejicanos que trabajaron después por la misma idea, Sánchez Navarro, Hidalgo, Arroyo, ni Almonte últimamente, habrían visto en Méjico monarquía del tamaño de una lenteja, si las señoras no sacan del pecho el Cristo, y de la liga la navaja.
Los marroquíes y los mejicanos nos siguen insultando impunemente.
A lo lejos me pareció oir las carcajadas de la moderna corte de España, confundidas con las risas de desprecio de los riffeños, de los mejicanos y de los poseedores de Gibraltar.
Al lado de esto se hallaban unos vasos mejicanos con estrambóticas pinturas y enrevesados signos, que no parecían sino cosa de herejía.
Pero lo repito: ni Gutiérrez Estrada, ni los ricos mejicanos que trabajaron después por la misma idea, Sánchez Navarro, Hidalgo, Arroyo, ni Almonte últimamente, habrían visto en Méjico monarquía del tamaño de una lenteja, si las señoras no sacan del pecho el Cristo, y de la liga la navaja.
Era yo el encargado de hacer una lectura en aquellas noches, que concluía siempre con el viva a España, al cual contestaban los mejicanos y españoles en aquellos salones reunidos.
No sé qué incidentes tuvo con un nativo -los mejicanos son gente violenta-, que Guillermo Emilio desapareció de México con la misma presteza que anteriormente salió de Río Grande, después de Natal, luego de Bogotá y, finalmente, de Tampico.
Exaltó la astucia de los mejicanos, la agilidad de los gauchos y la riqueza de los incas.
Los historiadores mejicanos, siempre que se ocupan de su virrey marqués de Casafuerte, le dan el dictado de El Gran Gobernador, justiciero dictado que basta para inmortalizar el nombre del virrey limeño.
Los productores mejicanos tragaron el anzuelo, porque supusieron que para enviarles del Perú azúcar, que era como quien dice enviar rosarios a Berbería, se requería que la producción fuese abundantísima y que en cuanto a precio estuviese por los suelos.
Él haría que el presidente la enviase á Nueva York y luego á París, con un cargamento de grandes sombreros mejicanos, trajes vistosos y cien mil pesos al año, para que cantase y bailase á estilo del país en los principales teatros.
Muy fácilmente, yo no podía aspirar á una legación diplomática ni á un ministerio cuando triunfase nuestra candidatura, eso quedaba para los mejicanos.
Hice amistad con unos chicos mejicanos y chilenos, pensionados para estudiar Medicina.
En sucesivas conferencias, Inglaterra y España reconocieron explícitamente la autoridad presidencial de Juárez, tratando con él por mediación de los ministros mejicanos Echevarría y Doblado.
Las naciones quieren que los mejicanos tengan juicio, que den descargos y satisfacciones por los europeos ofendidos o asesinados, que paguen lo que deben, etcétera.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba