Ejemplos con mariposas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Aceptarán cualquier presa viva que les quepa por la boca: grillos, polillas, mariposas, saltamontes, moscas, etc.
Muchas de estas reservas contienen especies raras de flores, helechos, musgos, mariposas y otros insectos y aves que anidan o pasan el invierno allí.
Algunas especies de Lysimachia son el alimento de larvas de algunas mariposas y polillas.
Archon es un género de mariposas de la familia Papilionidae, subfamilia Parnassiinae, de distribución palaeártica.
Algunas de estas atractivas mariposas son consideradas pestes en los Citrus.
La familia difiere de todas las otras mariposas por varias características, la más notable es que sus orugas poseen un órgano único detrás de la cabeza, el osmeterium.
Insectos: Grillo, mosca, zancudo, cucaracha, alacrán, tarántula, chicharras, mariposas, gusanos, polilla, rodadores, luciérnaga, tapa camino, arriera, cigarras.
Es una especie favorita para las mariposas, y se utiliza en los jardines de mariposas en los Estados Unidos.
Se juntaban todos para tirar con fuerza diabólica de los rebaños de hombres que se lanzan a la conquista de un ideal nuevo y extraordinario, restableciendo con violenta reacción la calma de la vida, que aman silenciosa y plácida, con susurros de hierbas mustias y aleteos de mariposas blancas: una dulce calma de cementerio dormido bajo el sol.
Pues así se murió, con la cabeza cubierta de mariposas de papel.
Todas las noches, en su lecho de muerte, hacía que la doncella le aderezase el cabello, poniéndole aquella especie de mariposas, que al día siguiente conservaba durante todo el día.
Quiero morirme con los sobre mi cabeza, y cuando el alma se escape de mis labios, que todas estas mariposas la lleven, revoloteando, más ligera al regazo de Dios Padre, que me crió Beatriz Valdedulla, y me sostuvo toda la vida Beatriz Valdedulla, y me aceptará en su eterna misericordia como Beatriz Valdedulla, porque ¿yo qué culpa tengo de ser Beatriz Valdedulla? Sólo con recordar estas palabras me conmuevo.
Los animales-plantas, inmóviles como estrellas, rodeaban de un círculo de rayos sus bocas feroces, y los seres minúsculos se sentían empujados irresistiblemente hacia ellos, lo mismo que las mariposas vuelan hacia la lámpara y los pájaros de mar chocan con el faro.
Al aproximarse el vehículo, las blancas mariposas se animaban con nuevos colores.
Temblaba el suelo a lo lejos con blancas palpitaciones, semejantes al aleteo de una banda de mariposas posada en los surcos.
Cuando éstos hablaban se estremecía el suelo, temblaba el aire, y los pobladores de la arboleda, cuervos y liebres, mariposas y hormigas, huían despavoridos para ocultarse, como si el mundo fuese a perecer en ruidosa convulsión.
Vió con el pensamiento dos anillos tricolores, iguales a los redondeles que colorean los mantos volantes de las mariposas.
Una vez allí, ofuscados por las luces como cándidas mariposas, quisieron caer, y retrocedieron.
Pedro, aturdido y más amigo de las mariposas que de las tórtolas, saludó a Adela primero.
Eran mariposas azules y doradas que revoloteaban vertiginosamente con alas de vibrantes puntas, mosquitos verdosos que zumbaban un instante, desvaneciéndose para dejar paso a otros y otros, en interminable enjambre.
Aresti, influenciado por este ambiente, pensaba en los místicos retiros de la Flandes católica, en sus conventos modernos de escrupulosa limpieza y sus beguinas cubiertas por tocas nítidas, de movibles alas, como mariposas de nieve.
¡Un verdadero timo!repitieron en coro las amables señoritas de Platavieja, rodeando al punto como enjambre de mariposas a los dos diputados, jóvenes y solteros, con la idea sin duda de pegarles alguno.
Nelet había encendido la lámpara del comedor, y los moscardones y mariposas del vecino jardín, atraídos por la luz, aleteaban nerviosamente, chocando con la pantalla de porcelana.
No así con otros, había declarado la guerra a las palomas y a las gallinas, se entretenía en atormentar los insectos que caían en sus manos, y de ellas no escapaban con vida ni mayales ni mariposas.
, esas reinas de la moda, emperatrices del gusto y diosas del amor, revolotean por allí como brillantes mariposas, y óyese el crugido de sus botas sobre la arena o de su vestido contra vuestro pantalón, y aspírase un fugitivo aroma de violeta, y óyese acaso una codiciada voz, y véselas por ultimo montar en su carruaje.
¡Dulce es, sobre todo, cuando se encuentra uno solo en el campo, cansado de perseguir mariposas, en el mes de Julio, a la hora de la siesta, tenderse sobre un haz de espigas y sentir que un pasa por nuestra frente y nos enjuga el sudor!.
Al punto mismo se alzó de la cruz una mariposilla blanca, de esas últimas mariposas del año que vuelan despacio, como encogidas por la frialdad de la atmósfera, y se paran en seguida en el primer sitio favorable que encuentran.
En su roto y agujereado almacenaba lagartijas, mariposas y , en sus bolsillos y seno, nidos, frutos y gusanos.
Pintadas mariposas revolaban de acá para allá, no ménos lindas que las flores en que libaban, y más libres que ellas, miéntras que tímidas alimañas y recelosas aves codiciadas por los cazadores retozaban descuidadamente, áun en el odiado camino de herradura.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba