Ejemplos con mano

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La luna está ahora llena, y a su pálida plata, el pobre cantor, en la mano cándida de Blanca, parecerá el pétalo mustio de un lirio amarillento.
Una tarde de invierno vino a mi casa monsieur Dupont, el de las bodegas de San Juan, su fusta en la mano.
Parecía su pelo rizoso ese pelo de estopa apolillada de las muñecas viejas, que se cae, al pasarle la mano, en una polvorienta tristeza.
Ahora de nuevo, trescientos años después, el poeta español que sabe más de ternura, pureza y elegancia sentimental, ha pasado su mano delicada sobre el lomo peludo de la pobre bestia esclava, y a la caricia de su mano y de su mirada ha surgido Platero a la vida inmortal.
Platero ha dejado la mano derecha un poco levantada, mostrando la ranilla, sin fuerza y sin peso, sin tocar casi con el casco la arena ardiente del camino.
Con una solicitud mayor, sin duda, que la del viejo Darbón, su médico, le he doblado la mano y le he mirado la ranilla roja.
Cuando entré en él, la vela que llevaba se me apagó y una salamandra se me puso en la mano.
Entrar en él ,- llevar una vela ,- apagarse ,- una salamandra ,- ponerse en la mano.
A poco, llega otro corriendo, con su perra en la palma de la mano.
Después que yo el sello contra la mano, apareció un letrero.
Nadie hizo caso, pero yo le vi a Platero una mano corrida de sangre.
Cogiendo al las , la niña deja la mano en su boca.
Ella ,- pasar bajo él ,- pegar pataditas ,- dejar la mano en la boca ,- coger las orejas ,- llamar ,- variaciones mimosas de su nombre.
¡Qué alboroto por la escalera, tan medrosa para ellos otras noches!A mí no me da miedo de la montera, Pepe, ¿y a tí?,decía Blanca, cogida muy fuerte de mi mano.
El pobre se removió todo bruscamente, y dejó una mano arrodillada.
Entonces le tendí su mano en el suelo, lo acaricié de nuevo con ternura, y mandé venir a su médico.
Lario le contiene alargando la mano.
El francés apoyó horizontalmente el antebrazo en la depresión o meseta superior del abdomen, sustentó el opuesto codo sobre aquella mano, y con la otra mano se cubrió el huevo y la huevera de latón, esto es, la barbeta y la perilla, en actitud napoleónica y cogitabunda.
El guante y el calzado, la mano y el pie.
Se lo juro a usted por éstasy, más que besar, chascó los labios, delgados y secos, sobre una cruz improvisada con el pulgar y el índice de la mano diestra.
¡Viva la república!señaló otra litografía iluminada, que figuraba una señora gorda, con túnica tricolor, una antorcha en la mano y a los pies un león y unas cadenas rotas.
Antes, en la edad teológica, el hombre se había acostumbrado a la presencia de lo absoluto en cada realidad relativa, el mundo estaba poblado de mitos, la esencia de los seres flotaba en la superficie, como la niebla matinal sobre los ríos, y el conocimiento íntegro se ofrecía al alcance de la mano, como la frambuesa de los setos.
¿Convertirme? ¡Qué proyectil!Belarmino juntó en un racimo las yemas de la diestra mano, se las llevó al entrecejo y silabeó confidencialmente:¡El Inteleto!Y luego, cambiando de tono:Algo me he ayudado con un libro de los Padres.
Se arrodilló y besó, con prolongado beso, la mano del conde.
Mi padre me traía de la mano y gimoteaba como una criatura.
La señora me cogió por la mano, y al cruzar frente a Patón, que se había puesto más tieso, sacaba más el hocico y parpadeaba con rapidez, le dijo: ¿Eres tú el que elige mis invitados? Me atrincheré, acurrucado en un rinconcito, debajo de una palmera, y como se suele decir, no perdí ripio de cuanto ante mí tenía.

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