Ejemplos con madrugadoras
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
La Navalcarazo y la Campofresco fueron de las madrugadoras para coger buen sitio, la Belvís de la Jara y la Gamonal, que eran de libras, ocupaban cada una dos lugares, y sudaban la gota gorda en pleno Diciembre.
El jefe penetró por otra puerta en la sacristía, habló con el cura, que se disponía a decir la misa que habían de escuchar las pocas y madrugadoras mujeres que iban llegando, y con palabras corteses le rogó que le dejara oficiar en lugar suyo.
La vía férrea cruza por las calles mismas de la villa, sobre un terraplén de algunos pies de altura, gracias al cual fuimos viendo, por encima de cercas y tapias, el interior de muchos corrales llenos de leña, estiércol y aperos de labor, y cubiertos de recientísima escarcha, por donde andaban ya las madrugadoras gallinas tomando el sol y cacareando.
Al salir la condesa a sus madrugadoras piadosas prácticas, ya estaba el conde -afeitado, vestido, pulcro- esperando su adquisición, como se espera a una hermosa mujer.
Dos o tres viejas, que eran las más madrugadoras, entraron en la parroquia un cuarto de hora después de haberse abierto su puerta, atraídas por la campana que tocaba para la misa de seis.
La Navalcarazo y la Campofresco fueron de las madrugadoras para coger buen sitio, la Belvís de la Jara y la Gamonal, que eran de libras, ocupaban cada una dos lugares, y sudaban la gota gorda en pleno Diciembre.
Angelical señora es doña Perfecta, ¡qué alma tan pura! ¿Pues y la pobre doña Juana? Anoche nos mareó de lo lindo y hasta nos llamó déspotas porque hemos prohibido a la mujer del portero que le haga el café a ella y a las demás devotas madrugadoras que van a comulgar muy de mañana y quieren desayunarse en seguida.
Se levantaba mi hombre renegando de las criadas madrugadoras, y antes de bajar se daba un paseo por entre sus inmóviles compañeros de domicilio observando las variaciones que el tiempo y el olvido ponían en la catadura de cada cual.
-Pero ¿de veras murió? -preguntaban las madrugadoras a las recién llegadas.
La expedición salió muy de mañana del lugar, pero no tanto que las Civiles, que eran tan ventaneras como madrugadoras, no estuviesen ya atisbando detrás de la celosía.
con las madrugadoras esquilas de mi tierra,.
obreras madrugadoras –constante de tiempo próximo–.
