Ejemplos con llevándolas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Además, las razas de ovejas naturales de la Península Ibérica, más débiles y pequeñas que las actuales, soportaban mal el calor del verano, siendo guardadas durante el día y llevándolas a pastar de noche.
Un propietario en Porter Ranch encontró a dos mujeres en su propiedad, apilando sus pertencia afuera de la casa y llevándolas a un auto verde Indignity de cuatro puertas.
Kurt Weill durante la ópera reseña un círculo amplio presentando varios temas durante el primer acto y luego anidándolas de manera más y más compleja y llevándolas a un clímax en el acto final.
El PSUC, resultó hacer campaña positiva a favor del barrio, respondiendo a las demandas de los vecinos y llevándolas al papel.
, que desde muy antiguo se han usado para manifestar respeto o veneración a personas de alta jerarquía representándolas o llevándolas en ellos.
Con este armisticio el Triunvirato logró retirar de manera honrosa sus tropas, salvándolas de la derrota y llevándolas a la Mesopotamia.
Por ejemplo, tanto la Biblia Hebrea como el Poema de Gilgamesh babilónico hablan de un diluvio universal que arrasó toda la humanidad y de un hombre que salvó las especies de la tierra llevándolas a bordo de un barco.
Recibida de manos del propio Servando Arregui la llave del local, y pasada revista a los confidentes y espías que auxiliaban su causa, no quiso demorar la ejecución de sus heroicos pensamientos, recogió al anochecer sus espadas, y llevándolas bien disimuladas con la envoltura de una tela, se fue al escondido palenque donde aguardar a pie firme debía la Hora de Dios.
Repitió las burlas, llevándolas hasta un extremo que jamás vi en ella, y desde aquella noche levantó delante de mí el muro de hielo que mis atenciones y mi cariño no han podido escalar, ni menos romper, como he consignado en las confesiones de los últimos días.
Porque aquel hidalgo de cepa vieja sentía a la vez gana ardentísima de casar a las chiquillas y un orgullo de raza tan exaltado, bajo engañosas apariencias de llaneza, que no sólo le vedaba descender a ningún ardid de los usuales en padres casamenteros, sino que le imponía suma rigidez y escrúpulo en la elección de sus relaciones y en la manera de educar a sus hijas, a quienes traía como encastilladas y aisladas, no llevándolas sino de pascuas a ramos a diversiones públicas.
Hecho esto, antes que entrase en el lugar donde entraba con su retablo y mono, se informaba en el lugar más cercano, o de quien él mejor podía, qué cosas particulares hubiesen sucedido en el tal lugar, y a qué personas, y, llevándolas bien en la memoria, lo primero que hacía era mostrar su retablo, el cual unas veces era de una historia, y otras de otra, pero todas alegres y regocijadas y conocidas.
Pero enfadado tanto desto cuanto de gastar tan largo, se concertaron él y los demás pagotes de las otras, y llevándolas a una huerta sola y apartada de que ellos tenían la llave, ansí a ellas como a sus madres y a la gente menuda de casa, nos desnudaron a todos en carnes, y atándolas de dos en dos, muñeca con muñeca y pie con pie, nos dieron azotes de tres en tres.
Cogiéronlas con sus membrudos brazos aquellos feroces guerreros, y llevándolas al bosque montaron con ellas en los caballos que habían dejado allí amarrados de los árboles, y comenzaron a correr a todo escape para salir de las inmediaciones del castillo.
Si en la embarcación sorprendida encontraba mujeres jóvenes las hacía prisioneras, llevándolas al monte, donde las conservaba, haciendo las delicias de su serrallo, hasta que nuevas cautivas venían a reemplazarlas.
Repitió las burlas, llevándolas hasta un extremo que jamás vi en ella, y desde aquella noche levantó delante de mí el muro de hielo que mis atenciones y mi cariño no han podido escalar, ni menos romper, como he consignado en las confesiones de los últimos días.
Queriendo, pues, suscitarla y promoverla durante el mayor aplauso de su magistratura edilicia hizo formar secretamente las imágenes de Mario y algunas victorias en actitud de conducir trofeos, y llevándolas de noche al Capitolio las colocó en él.
Las cenizas de Pompeyo fueron entregadas a Cornelia, que, llevándolas a Roma, las depositó en el Campo Albano.
Las armas, además, con el ejercicio, se les hablan hecho manejables y ligeras, poniéndoselas y llevándolas con placer por su brillantez y hermosura, y ansiando por verse en los combates para probarlas con los enemigos.
vejezuelo coxo, y la fuerza que tiene! ¿No veis cómo las arrastra llevándolas por los.
E inmediatariente marchó al sitio en que solían reunirse los mercaderes, y aguardó a que llegasen, pues en aquel momento andaban dispersos, comprando esclavas de todos los países y llevándolas hacia aquel punto del zoco en que se juntaban mujeres turcas, griegas, circasianas, georgianas,abisinias y de otras partes.
sentía tentaciones de quemar aquellas cartas, no llevándolas a su.

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