Ejemplos con lista
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Si este mi deseo vivísimo les merece una respuesta favorable, diríjanmela por el correo, que yo cuidaré de recogerla en la lista.
Señora: reconozco que usted es mucho más lista que yo y que pone las cosas de manera que no acierto a responder, pero, como la respeto y la estimo, estoy seguro que usted, en su conciencia, reconoce que yo tengo razón y que usted defiende, con mucha habilidad, una mala causa.
A lo más que se atrevían era a comentar las desavenencias entre los señores canónigos, a llevar la lista de los que se saludaban en el coro o se miraban entre versículo y antífona como perros rabiosos próximos a morderse, o a hablar con asombro de cierta polémica que el Doctoral y el Obrero sostenían en los papeles católicos de Madrid, durante tres años, sobre si el Diluvio fue universal o parcial, contestándose los artículos con cuatro meses de plazo.
Gabriel dividía y agrupaba por caracteres la larga lista de prelados famosos.
Al llegar el fiscal en la larga lista de acusación al nombre de Luna, detúvose un instante para lanzarle una mirada feroz.
Al romper el día nadie faltaba a la lista: las bajas eran reemplazadas, los claros que la miseria y la desgracia abrían en sus filas se llenaban inmediatamente.
La rubia señorita era muy lista e hizo de su novio un marido discreto, laborioso y de excelentes costumbres.
la pintoresca lista de mis relaciones sociales—que comprende todos los colores políticos, todas las gerarquías, todas las edades, y.
Pues bien: la lista de mis relaciones comprende desde la tropa hasta los artistas, desde los periodistas hasta los académicos, desde los autónomos hasta los autócratas, desde el clero hasta los bohemios más trasnochadores, desde las niñas más inocentes hasta los ancianos semifósiles que ya no pertenecen a este mundo.
¡Hemos cantado la lista tantas veces!.
Santa Cruz llevó la lista al comedor, y la iba leyendo mientras comía, haciendo la cuenta de lo que a cada cual tocaba.
Don Baldomero II se sonrió con aquella bondad patriarcal tan suya, y sacando otra vez lista y lápiz, dijo en alta voz: Rossini, diez reales: le tocan mil doscientos cincuenta.
¡Qué bien sirve! ¿verdad? Es una mujer muy lista.
¿Cuál de las dos daría al enfermo la cucharada de jarabe? Quiso hacerlo el ama de llaves, pero Fortunata estuvo más lista.
Me sentaré aquí y revisaré la lista de regalos, a ver si se me queda alguno.
La Providencia no había andado en aquello muy lista que digamos, porque ellos no necesitaban de la lotería para nada, y aun parecía que les estorbaba un premio que, en buena lógica, debía de ser para los infelices que juegan por mejorar de fortuna.
De noche le ayudaba Segunda a fajarlo y limpiarlo, por el día Encarnación, que era muy lista y se volvía loca de gusto cuando su ama le dejaba tener el pequeñuelo en brazos durante algunos minutos.
