Ejemplos con lastime
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Jugar a chocar las palmas y sanarlo cada vez que se lastime también mantendrá su interés.
Y no le pediría a alguien más que los lastime por mi.
Generalmente, el juego de abrasión es considerado como una práctica segura, siempre y cuando no se lastime la piel.
Saldrá a perseguir velozmente a quien se acerque demasiado a su escondite, aunque en general no los lastime.
¿Y quién aquí, salvo contadas excepciones, sabe apreciar el calzado como una obra de arte? ¿Quién aquí concede al calzado la enorme importancia que tiene? Se imaginan que el calzado sólo sirve para cubrir el pie, resguardarlo de la humedad, por temor a los reumas, y evitar que se lastime sobre el mal piso, todo lo que piden al calzado es que no críe callo.
por más que me lastime un poco el no haberte conocido cuando debí conocerte, y el descubrirte ahora, cuando la verdad de tu mentira, como dijo el otro, no debiera importarme.
¡Par Dios dijo Sancho, que vuestra merced debe de ser menguado! Esto es como aquello que dicen: ¡en priesa me vees y doncellez me demandas! ¿Ahora que tengo de ir sentado en una tabla rasa, quiere vuestra merced que me lastime las posas? En verdad en verdad que no tiene vuestra merced razón.
-¡Aparta, muchacha! ¿Quieres que te lastime? Deja de ser importuna y piensa en que te he advertido lealmente que todo acabó entre nosotros porque no te amo.
Decía una: ¡Oh hermana mía! ¿Cómo puedes soportar la rudeza de la barba de tu amante cuando, al besarte, te frota con ella los senos y las espinas de su bigote rozan las mejillas y los labios? ¿Qué haces para que no te lastime y desgarre la piel cruelmente cada vez? Créeme, hermana mía, cambia de enamorado y haz lo que yo, búscate a un joven con un ligero vello en las mejillas deseables cual una fruta, con una carne delicada que se derrita en tu boca durante el beso.
por más que me lastime un poco el no haberte conocido cuando debí conocerte, y el descubrirte ahora, cuando la verdad de tu mentira, como dijo el otro, no debiera importarme.
Confieso que no ha podido hacérseme una imputación más cruel, ni más injusta, ni que más me lastime.
