Ejemplos con lamió

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuando de lamió su dedo, se dio cuenta de que tenía un sabor dulce.
Ella le acarició, prometiéndole un regalo para más tarde, y como algunas lágrimas ardientes cayesen entonces sobra la piel tigresa del animal, volvió éste hacia la niña sus ojos mortecinos llenos de mansedumbre y le dijo algo piadoso en su bárbaro lenguaje, después lamió con delicia las gotas cálidas del llanto y tornó a sus arqueos y a sus ronquidos amistosos.
Lamió suavemente la llama el reciente pasto que le ofrecían, y al fin comenzó a clavarle sus lenguas de áspid, arrancando con cada beso ardiente un chasquido de dolor.
El día anterior se había sacado un pique, y en recuerdo de lo que había sufrido lamió extensamente el dedo enfermo.
El hombre del café le pasó la mano afectuosamente por el lomo, y el animal, agradecido, alzó el rabo, arqueó el espinazo, se lamió los bigotes, y después de estirarse muy a sabor, se volvió a su rincón, donde se agazapó de nuevo.
Se lamió la pata y se echó a dormir.
Un reguerillo de chispas devoró rápidamente el leve tejido, y luego, una corta lengua inflamada lamió las apolilladas maderas y cartones impregnados del aguarrás de la fresca pintura.
Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aún lamió las aguas que estaban en la reguera.
Fueron en efecto, pero apenas habían entrado en él, un perro se dirigió hacia ellas, ladró alegremente y luego, moviendo la cola, lamió las manos de Elena y le prodigó otras caricias.
La niña salió de la casa, y el perro, luego que la lamió las manos y se dejó acariciar, la guió hacia la carretera, donde Luisa no tardó en hallar a su abuelo, tendido en el suelo, pálido como un muerto y sin sentido.
Y en algunos instantes dejó limpio el plato y lo lamió para tirarlo luego vacío en absoluto.
El hombre del café le pasó la mano afectuosamente por el lomo, y el animal, agradecido, alzó el rabo, arqueó el espinazo, se lamió los bigotes, y después de estirarse muy a sabor, se volvió a su rincón, donde se agazapó de nuevo.
Te agasajé en mis ropas, y el amigo buey te echó su aliento gordo, tibio, y te lamió mansamente.
Y como descubriesse el criado a quien Serrano dexó caer por la cuesta abaxo que la quería dar veneno para salir de una mala voluntad y peor intención de su muger y en particular de quien le quiso deshonrar, cuyo intento dava ya por acto consumado, y él lo traxesse una siesta en un vidro de aloja que se le antojó y, al dársele, tropeçasse en su chapín por estar en una quadra obscura y cayesse y se quebrasse, lamió una perrilla que doña Ángela tenía en las faldas parte de lo que en el suelo estava, de que dentro de media hora murió.

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