Ejemplos con lado

Por fin, en un momento sorprendido, el palo entra de lado en la boca de Platero.

La cabra ,- al lado de ,- rozarse a ,- tirar de ,- ponerse frente a ,- topar ,- brincar.

Nosotros no hemos visto nunca a Platero y sin embargo le vemos y le queremos, y cuando pasa a nuestro lado un burrito de los alegres se nos van los ojos tras él y decimos: Ahí va Platero.

Y en este momento, los estudiantes dieron suelta a las repulsivas aves nocturnas, las cuales, deslumbradas con la luz del petróleo, revoloteaban de uno a otro lado, chocando en el rostro de los espectadores.

El señor Colignon se sienta al lado de Belarmino y le toma afectuosamente las manos.

¡Oh terrible combate! Gozo o peno, ya miro al lado ardiente, ya al sereno, y mirando a tu rostro, noche y día, pasan las horas de la vida mía.

Del otro lado es roja y encendida, como Apolo, ígneo padre de la vida.

De este lado es serena y sin reproche, de palidez mortal, Diana, la noche.

La hermana Lucidia lleva siempre la cabeza inclinada sobre el lado derecho, como si le pesase aquella vergüenza, como si procurase ocultarla o como si presentase la otra mejilla, pálida e intacta, a la adversidad de la agresiva providencia.

Sobre el lado derecho de la cara, cogiéndole desde la sien hasta la comisura de los labios, y todo a través del carrillo, tieneya desde que nacióuna mancha cárdena, de perfil tentacular, como huella flamante de un bofetón, un bofetón que, antes de salir a la vida, le dió el destino.

Así que asoma el señor Colignon en el jardín, los viejos, desparramados de un lado y otro, acuden a él, con paso vacilante y premioso, como entre sueños, cuando los movimientos están entorpecidos por rémoras pesadas e invisibles.

De un lado sale la torre de la catedral, como lanza astillada, que aún se mantiene firme, bajo la axila.

Al otro lado del tabique, se apoyaba el lecho en donde Angustias reposaba.

Yo me preguntaba: ¿Dónde se les va a situar a éstos la tonsura, si no tienen espacio? Algunos de los dueños de estos colodrillos se sientan hoy a mi lado en el cabildo catedral, todos ellos están revestidos de autoridad, e imperan, en alguna medida, sobre el régimen privado de las familias y el régimen público de la sociedad.

No morirá en paz si no me tiene a su lado.

Tiene una sierva de Jesús, y la señora duquesa y el señor Apolonio no se separan de su lado.

¿Cómo se iba a sentar él, con aquella ropa de pordiosero, al lado de las señoras? En suma: que usted viene con nosotros.

Convenientemente encubierto, se le colocaría al lado el fonógrafo, y se impresionarían uno o dos cilindros con la disertación de Belarmino.

Novillo se sentía feliz, expansivo, y al acomodarse Apolonio a su lado le dió una palmada en el muslo al zapatero, preguntando:.

Apolonio, abandonando el mostrador, donde, con ademán lento y religioso, trazaba diseños y cortaba pieles, venía al lado del señor Novillo y dejaba asimismo caer el vientre sobre el diván.

Tal es mi misión: andar, andar de un lado a otro, con una grave responsabilidad sobre los hombros.

Los demás, a un lado y otro de la duquesa, formaban en semicírculo, fumaban y tomaban café, y bebían licores de unas mesitas colocadas a trechos.

Esta persistencia del orgullo de casta, aunque envuelto en blandas maneras, era el único ángulo rígido de su carácter, y por este lado llegaba en ocasiones a extremos de dureza e insensibilidad, inconscientemente, y, por lo tanto, sin remordimiento.

Aun al lado de este segundo fraile, Belarmino era una pavesa.

A otras personas la vasija se les va llenando lentamente, a causa de penetrar por un lado poco más cantidad de sueño de la que por otro se va vertiendo y disipando, y así contraen un sueño dificultoso y enrarecido, poblado de imágenes incoherentes, el contenido de la vasija alcanza su plenitud precisamente al tiempo que es fuerza abandonar el lecho.

En cambio, la visión propia del hombre, que es la visión diafenomenal, como quiera que, por enfocar el objeto con cada ojo desde un lado, lo penetra en ángulo y recibe dos imágenes laterales que se confunden en una imagen central, es una visión en profundidad.

Oí en la habitación de al lado un carraspeo seguido de un poderoso suspiro.

Pero, de otro lado, nada se insinuaba en él que trascendiese a ni a Periquito entre ellas.

Hacia el lado derecho de JÚPITER se halla la JUSTICIA, sentada en su trono, teniendo en las manos sus atributos.

Entretanto los dioses y las diosas se ponen a ambos lados del escenario y sus tronos y asientos son transportados también a un lado, se toca la marcha filipina.