Ejemplos con juzguéis

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Al final del primer prólogo, explica su función: admitidme en esta historia a mí, el Coro, que, a modo de prólogo, solicito humildemente vuestra paciencia para que escuchéis con cortesía y juzguéis con benevolencia nuestra función.
A cuyo fin os mando que quedando como quedan agregados los gobiernos de Mainas y Quijos a es Virreynato auxiliés con cuantas providencias juzguéis necesarias y os pidiere el Comandante General y que sirvan en ellos no sólo para el adelantamiento y conservación de los pueblos, custodia de los misioneros sino también para la seguridad de mis dominios impidiendo se adelanten por ellos los vasallos de Corona de Portugal nombrando los cabos subalternos o Teniente de Gobernador que os pareciere necesarios, para la defensa de esas fronteras y administración de justicia.
Presentadme, pues, vosotros el mortal que juzguéis digno de merecerlas.
¡Ay!, ¡que siempre me han de tocar a mí estos arreglos y composturas! ¿Sabes lo que te digo? Pues que aquí tenéis ocasión de deciros todas las perrerías que queráis o de daros todas las explicaciones que juzguéis convenientes.
¿Será posible que os haya conmovido la revelación que he hecho? No juzguéis mi atrevimiento con criterio vulgar, creyendo que no falto al decoro, a las conveniencias y al pudor diciendo a un hombre que le amo.
Olvidad cuanto os he dicho, y no me juzguéis sino como hasta aquí me habéis juzgado.
Si tenéis interés en ello, tomad vuestro partido cun presteza, si no, callad, no juzguéis temerariamente, pero rogad a Dios por ambos, que las oraciones podrán no ser inútiles.
No lo juzguéis por su apariencia: en sus cuadras tendrá un caballo que valdrá tanto como éste.
-¡No juzguéis temerariamente!, dice el Evangelio - replicó el cardenal.
-¡«No juzguéis temerariamente», dice el Evangelio el señor cardenal! - respondió Athos-.
-Niñas mías -les dijo Claudio- eso es una lección que Dios os da para que juzguéis las cosas tales como son.
Esa gente llegará allá, dejadla obrar, y cuando juzguéis la cosa a punto, y que es tiempo de prenderlos, tiraréis un pistoletazo, no antes.
Juan -manifestó Su Ilustrísima devolviendo el pocillo de chocolate-, Jesucristo dijo: «No juzguéis para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados.
-¿Lo oís bien? prosiguió Ataulfo: mientras nosotros entretenemos a ese ejército feroz y ganamos tiempo, a la primera orden que os comunique, dispondréis los preparativos del incendio: el edificio en su caso y cuando los tercios de Alfonso se hallen dentro y huimos nosotros por la mina, debe arder por todos sus flancos simultáneamente: a fin de que se propague y no pueda cortarse, emplead para ello las sustancias inflamables que juzguéis necesarias y que tengo preparada en abundancia para este efecto, y sueltas al propio tiempo las presas, la inundación aumentará el estrago mientras se alzan los puentes levadizos, impidiendo al rey y a los suyos la salida, y achicharrándoles, es decir, matándoles con el fuego y el agua.
No juzguéis temeridad lo que es fruto de madura reflexión, que.
Sin embargo, no creo que juzguéis indecoroso el echar a menos en tal conflicto treinta de mis buenas lanzas.
No juzguéis mis méritos por estos harapos.
En España y en Italia, sobre todo, no juzguéis jamás de la intimidad de las personas por lo expresivo de los cumplimientos.
Sé que me expongo a que me juzguéis poco circunspecta, muy atrevida y harto libre.

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