Ejemplos con jurándole

Así que el Consejo Supremo como medida para evitar que el caos el miedo y la desesperación invadieran en aquella región, deciden borrarle la memoria a Haamiah, el único testigo que a sobrevivo a la masacre de la comunidad Ida, para ello utilizan a Lucibel, la cual se niega rotundamente a realizar esa atroz tarea, así que debido a su actitud es obligada en contra de su voluntad, ella decide renunciar a su cargo como Autoridad antes que realizar semejante tarea, pero es el mismo Haamiah que la insta a que le borre la memoria alegando a su favor que si no lo hace ambos morirán a causa de la Verdad de la que el portador, a lo que Lucibel accede jurándole llegar al fondo de esos hechos.

Jasón no solo había accedido sino que prometió hacerla su esposa, jurándole que le sería siempre fiel.

En una de ellas se cuenta que la doncella era una princesa, la cuál por ser la más hermosa sería sacrificada a los dioses para las buenas cosechas, sin embargo el guerrero la amaba y no podía permitir que la sacrificaran, así que para evitarlo debia huir con ella, pero cuando escapaban los guardias los descubrieron, y una flecha hirió a la princesa, su amado la tomo en brazos y continuó corriendo, una vez lejos, a salvo, la recostó sobre el campo, jurándole que la cuidaría por siempre, que esperaría hasta que ella despertará de su sueño, para poder continuar viviendo su amor.

Sin embargo, Hunfredo, que por entonces tenía veinte años, decidió apoyar a Guido de Lusignan, marido de Sibila, la medio hermana de Isabel, jurándole lealtad.

Paulo dio cuenta de su elección al rey Pipino el Breve, jurándole la misma fidelidad que su predecesor.

Él fue quien salvó de la muerte a Finrod, cuando este fue rodeado en el Marjal de Serech por Los Orcos, allí el Edain levanto un Muro de Lanzas contra los servidores de Morgoth, que le recompensó jurándole Amistad Eterna,y le dio como regalo un anillo con forma de dos serpientes de ojos esmeraldas y coronadas con guirnaldas de flores, como símbolo de amistad entre los hombres y los elfos, que en adelante fue una joya, no sólo de los Edain, sino que paso a los Dúnedain de la casa de Isildur.

Recordarás, que cuando éramos novios, él te hacía la corte, que Garrote y yo nos mirábamos con muy malos ojos, que por haber reñido primero de palabra y después de obra, tuve que salir de la Puebla jurándole enemistad eterna.

En resumen: usted sacó a Asunción de su casa, jurándole que abrazaría el catolicismo y se casaría con ella.

Bonifacio: conoció que para descifrar aquel documento tendría que fiarse de algún moro, y que ninguno le era tan conocido ni tan afecto como Manos-gordas, y accedió a dejarle el manuscrito, bien que bajo reiterados juramentos de que al día siguiente estaría de vuelta de Anghera con la traducción, y jurándole él, por su parte, que le entregaría lo menos cien duros cuando fuese descubierto el tesoro.