Ejemplos con invocó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Una forma de vida viajera del espacio pasó por el sistema Zerus, y la Supermente la invocó.
Imru' al-Qays fuggì en Bahrayn y luego en Siria, manteniendo la idea de crear un fuerte estado árabe invocó la promesa de ayuda que le hiciera Costante I pero ésta no se concretó.
Invocó entonces la ayuda de Dieo, el estratego, ofreciéndole el pago de tres talentos, provenientes del soborno de los de Oropo, si conseguía librarlo de ese trance.
Más todavía, invocó el derecho de sus paisanos a resistir militarmente a las tropas que protegían la erradicación de los cocales y que no vacilaban en descargar sus armas de fuego contra los manifestantes, lo que le valió ser severamente advertido por el oficialismo de que se jugaba el desafuero parlamentario.
Preguntándose qué había pasado aparece Gamakichi, ahora ya mucho más crecido, y le dice que él fue quién le invocó.
Temerosa de que el musulmán pudiera alcanzarla, invocó de nuevo al cielo, frente a la roca en que se hallaba, haciendo este ruego:¡Ábrete peña sagrada, que viene Marina cansada¡.
Nuevamente, Jiraiya le invocó por error durante de la batalla contra Orochimaru, puesto que no podía enfocar correctamente su chakra.
Durante el ataque a Konoha, Naruto le invocó para salvarse del sarcofago de arena de Gaara.
Cuando Naruto le invocó por primera vez no creyó que alguien así le pudiera llamar.
Gamabunta aparece al principio de la serie, cuando cuarto Hokage le invocó para poder detener a Ky bi.
Naruto le invocó la primera vez usando el chakra de Ky bi.
Invocó al casi indestructible Umib zu.
San Jorge es el santo patrón que se invocó en toda la Corona de Aragón como caballero santo que auxiliaba a las huestes aragonesas en las batallas contra los musulmanes.
La segunda mitad del siglo XIV fue el período en que en más ocasiones se invocó el usatge.
Durante su secuestro, el senador Luis Eladio Pérez se hizo gran amigo y compañero de la senadora Íngrid Betancourt y a su regreso a la libertad ha denunciado que las FARC se han ensañado contra ella e invocó a todas las fuerzas nacionales e internacionales para facilitar su liberación.
Cuando el cazador Gedeón mató a Beowulf Padre, invocó el poder de la Piedra de la Maldición, haciendo que Beowulf Hijo quedara maldecido con un aspecto humano y con el peso de que cada vez que alguien le mirara a la cara perdiera el conocimiento o muriera si lo miraba largo rato.
Grifford se libró del vampiro e invocó al Rey Diablo con la esperanza de resucitar a los familiares muertos de Blaise.
Caribay se entristeció e invocó a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco hermosas águilas.
Invocó con grande fe a la Madre de Dios de la Defensa, y al punto sonando ruido como de muchos hombres que venían a caballo, huyeron los salteadores, atribuyendo a Nuestra Señora de la Defensa el haber escapado de aquel riesgo.
Para esto, invocó los términos expresados en la última voluntad de Balduino IV, términos rotos por Guido y Sibila: en el momento de la muerte de su sobrino Balduino V, este expresó su deseo de que fuesen sus más directos herederos los que ejerciesen la regencia hasta que la sucesión fuese posible, siendo ejercida por Enrique II de Inglaterra, Felipe II de Francia y Federico I Barbarroja.
Solo faltaba montar el puente, para alcanzar al Fénix, en cuanto, Kratos se enfrenta a un soldado desconocido que resulta ser el general espartano que le invocó en Rodas, el cual le comunica una terrible noticia a Kratos antes de morir.
Fue él quién, dirigiendo una cábala de poderosos hechiceros, invocó la Rúbrica de Ahriman que selló para siempre las armaduras de los Marines Espaciales de la Legión, convirtiendo sus cuerpos en polvo.
Por sus conocimiento, invocó al espíritu de fuego, Ababinili, y le ofreció como sacrificio su brazo derecho.
Cuenta la leyenda que Nino de Lecumberri, español buscador de tesoros, invocó a Santa Ana cuando se encontraba en peligro de muerte.
La propuesta fue en su origen inciativa de un texto de Francia, Reino Unido y Eslovaquia que contó con el apoyo expreso de Estados Unidos y se invocó al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas que permite el uso de la fuerza para la propia defensa.
Cerrando los ojos, invocó a Dios y a la Virgen, de quien esperaba auxilio para poder curarse de aquella insana antipatía, pero ni por esas Si no le puedo ver, ¡si me iría al fin del mundo por no verle! ¡Y yo creí que le iba tomando cariño! ¡Buen cariño nos dé Dios! Ni sé yo en qué estaba pensando Feijoo Tonto él, y yo más tonta en hacerle caso.
Es de advertir que don Eugenio no gozaba fama de diestro tirador, por lo cual, al reunirse los cazadores a mediodía para comer en un repuesto encinar, el párroco de Naya invocó el testimonio de Julián para que asegurase que se las había visto tirar al vuelo.
No estábamos solos en aquella academia de buenas costumbres, porque cerca de la mesa en que nosotros perfeccionábamos nuestra naturaleza física y moral, se veían hasta dos docenas de caballeros, en cuyas fisonomías reconocí a algunos famosos Hércules y Teseos de Lavapiés, de aquellos que invocó con épico acento el poeta al decir:.
A pesar de las protestas de O’Reilly, quien invocó su carácter de Alcalde Mayor, hubo que dar la vuelta a la estatua de Carlos III y esperar allí un claro para incorporarse en la fila.
Allí fue el desear de la espada de Amadís, contra quien no tenía fuerza de encantamento alguno, allí fue el maldecir de su fortuna, allí fue el exagerar la falta que haría en el mundo su presencia el tiempo que allí estuviese encantado, que sin duda alguna se había creído que lo estaba, allí el acordarse de nuevo de su querida Dulcinea del Toboso, allí fue el llamar a su buen escudero Sancho Panza, que, sepultado en sueño y tendido sobre el albarda de su jumento, no se acordaba en aquel instante de la madre que lo había parido, allí llamó a los sabios Lirgandeo y Alquife, que le ayudasen, allí invocó a su buena amiga Urganda, que le socorriese, y, finalmente, allí le tomó la mañana, tan desesperado y confuso que bramaba como un toro, porque no esperaba él que con el día se remediara su cuita, porque la tenía por eterna, teniéndose por encantado.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba