Ejemplos con inhábil

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La inhábil política de Gelmírez al no facilitar la sumisión de Portugal, cerró el camino para la expansión de Galicia.
se reprodujo en la ley I y ley II del Título XXIV, del libro II de la Recopilación de Leyes de Indias donde se dispuso: Ordenamos y mandamos que ninguno sea ni pueda ser abogado en nuestras Reales Audiencias de las Indias sin ser primeramente examinado por el presidente y Oidores y escrito en la Matrícula de los Abogados y cualquiera que lo contrario hiciere por la primera sea suspendido del oficio de abogado por un año y pague cincuenta pesos para nuestra Cámara y por la segunda se doble de pena y por la tercera quede inhábil y no pueda usar la abogacía.
Su padre dejó la administración de los bienes de la familia Dueñas debido a un juicio de interdicción que lo declaró inhábil para el cargo, pasando ésta al segundo hermano don José Aurelio Dueñas.
Cuando comencé a escribir, a mi tía Úrsula se le ocurrió dictarme párrafos del gran libro de la familia, y todavía conservo, por casualidad, un pliego en papel de barba, escrito por mi inhábil mano, con letras desiguales, que dice así:.
Las únicas afirmaciones, por cierto nada tranquilizadoras, del orador fueron éstas: Soy inhábil, soy incapaz para el Gobierno mientras las actuales condiciones no cambien: ni pretendo, ni demando, ni acepto el Poder.
No hay que darle vueltas, somos una raza inhábil hasta no poder más.
El músico había sido tan inhábil al componer el discurso musical, y tan poco conocía el arte de las cadencias, que los cantantes se veían obligados a repetir cuatro veces , etc.
Los dos lados de aquel hombre eran dos lados izquierdos, es decir, que todo él era torpe, inepto, vacilante, inhábil, pesado, brusco, embarazoso.
-«Piloto inhábil, que en terrible escollo.
inhábil, hasta para ejercer la Tiranía, permitió a la cobardía, ejercerla en.
me declaro inhábil, hasta estúpido, para escribir sobre este.
Éste es el desvalimiento práctico de la conversión puramente intelectual, tan inhábil para traer una lágrima a los ojos como para fundar o disolver una costumbre.
La misma promesa precoz de la aptitud ¿no sería hecho casi constante para el observador sagaz que acertara a interpretar y dar su valor propio al indicio sutil, al rasgo esfumado, a la veleidad aparentemente nimia y sin sentido, al relámpago revelador de un momento? Quizá, pero el misterio en que se envuelve una aptitud latente, sin que ni aun la transparencia de la niñez la haya hecho columbrar a la mirada de los otros, ni la conciencia del poseedor, cuando tardíamente la descubre, pueda relacionarla con recuerdos y anhelos de su primera edad, suele no hallar término hasta muy adelantado el curso de la vida, no ya cuando el medio en que ésta pasa es de por sí inhábil para suscitar la manifestación de la aptitud, porque sería insuficiente para contenerla, sino aun en medio propicio y cuando la aptitud tuvo a su favor, desde mucho antes de la ocasión en que toma conocimiento de sí misma, las facilidades de la educación y los estímulos del ejemplo.
El domingo, a la noche, don Anselmo, a veces, prende una vela en la pieza que le sirve de escuela y de dormitorio, y, al rato, suenan, en el silencio crepuscular, en medio de inhábil zangarreada de guitarra, los acentos de su trémula voz de viejo aguardentoso.
Ambos alegaban venir, no del padre Adán, que fue un plebeyo del codo a la mano e inhábil para el uso del Don, sino de reyes, que así pudieron ser los de copas y bastos como dos perdidos, pues si me atengo a lo que dice el poeta de la Henriada,.
El pueblo lo pintaba con esta frase: «En la oración hábil es y en gobierno inhábil es».
»piloto inhábil, -exclamaba el náufrago,-.
Mi tía Mónica, aquella excelente dama que había quedado soltera porque un médico, allá en su juventud, le cortó un músculo del cuello y la dejó para siempre con la cabeza bamboleante, como una perlática, mi madrina de casamiento, en fin, me ilustró el punto casi con tanta crueldad inhábil como la del cirujano que la mutilara, agostando su juventud, su gracia y su talento de mujer.
Y es que al principio, falto de experiencia e iniciando una política inhábil y contraproducente, quise imponerles el mismo respeto y el mismo acatamiento de que gozaba en Los Sunchos, donde «era monitor».
Si todavía entonces se le encuentra inhábil, vale más desengañar a sus padres y tutores, si se advirtiere depender de la rudeza del muchacho.
¡Vejez, máscara siniestra de la muerte! El Universo inhábil no acierta a crear lo inmortal.
Creyendo entonces que el consulado no podía servirle de mucho para lo que preveía venidero, dirigió todos sus conatos a la guerra contra Mitridates, pero le hacía oposición Mario, por ansia loca de gloria y codicia de honores, enfermedades que no envejecen, y, aunque pesado de cuerpo e inhábil por la vejez para las empresas militares, como lo había mostrado la experiencia en las que acababan de preceder, aspiraba, sin embarga, a guerras lejanas y ultramarinas, y mientras Sila marchaba al ejército para ciertas cosas que tenía pendientes, estándose él en casa meditaba y fraguaba aquella destructora sedición, más funesta para Roma que cuantas guerras la afligieron, como los dioses se lo habían anunciado con prodigios.
Ninguno se tiene por inhábil para el mayor empleo, pero lo que lisonjea la pasión desengaña tarde el tiempo.
Yo califico de inhábil todo artificio dirigido a fascinar la sagacidad del espíritu provincial, y una constitución pérfida y falaz lleva siempre el germen de muerte en sus entrañas.
- Oíd, señora doña Guiomar, aquí, delante destos señores, os quiero decir esto: ¿por qué me hacéis cargo de que sois buena, estando vos obligada a serlo, por ser de tan buenos padres nacida, por ser cristiana y por lo que debéis a vos misma? ¡Bueno es que quieran las mujeres que las respeten sus maridos porque son castas y honestas, como si en sólo esto consistiese, de todo en todo, su perfección, y no echan de ver los desaguaderos por donde desaguan la fineza de otras mil virtudes que les faltan! ¿Qué se me da a mí que seáis casta con vos misma, puesto que se me da mucho, si os descuidáis de que lo sea vuestra criada, y si andáis siempre rostrituerta, enojada, celosa, pensativa, manirrota, dormilona, perezosa, pendenciera, gruñidora, con otras insolencias deste jaez, que bastan a consumir las vidas de doscientos maridos? Pero, con todo esto, digo, señor juez, que ninguna cosa destas tiene mi señora doña Guiomar, y confieso que yo soy el leño, el inhábil, el dejado y el perezoso, y que, por ley de buen gobierno, aunque no sea por otra cosa, está vuesa merced obligado a descasarnos, que desde aquí digo que no tengo ninguna cosa que alegar contra lo que mi mujer ha dicho, y que doy el pleito por concluso, y holgaré de ser condenado.
Y él, inhábil, torpe, continuaba:.
Quería conocer también las causas de su corrupción, llevé mi curiosidad hasta el cielo y los abismos de la tierra para saber qué es lo que produce todos los fenómenos, y al fin me encontré tan inhábil como más no se puede ser en estas investigaciones.

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