Ejemplos con inestimables

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Durante su residencia en la frontera, Calvo de Encalada había alcanzado, sin embargo, a prestar servicios inestimables al ejército y al presidente, los cuales fueron suministrar géneros y mercaderías, traídas del Perú, por un valor de doce mil pesos, a fin de que se compraran trigo y vacas para la manutención de los soldados.
Su madre le enseñó a hablar coreano mientras su padre le daba inestimables consejos sobre tácticas militares.
Su gran resistencia al frío, unido a la velocidad que son capaces de desarrollar los hace inestimables.
En un continente en donde la variedad de climas y la asombrosa diversidad de sus plantas y producciones, en los reinos animal, vegetal y mineral, presenta una fuente de abundancia donde pueden hallarse, y se hallan preciosos, inestimables tesoros, capaces de prolongar por mucho tiempo la corta duración de nuestra vida ¿qué lugar por más recóndito, qué clima por más rígido, ardiente e insano, y qué camino por mas áspero y fragoso que haya sido, no se han hecho para mí teatro de mis investigaciones botánicas?.
Deplorando sencillamente tan infausto acontecimiento y acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso y triste deber de enviarle las para usted inestimables prendas que se encontraron en su poder, y que son las que figuran en la lista adjunta.
Los ingresos obtenidos por la Corona tras la Reduktion son inestimables, aunque gracias a ellos, junto con una economía rígida y cuidadosa administración, Carlos XI redujo la deuda nacional en tres cuartas partes.
Los adoradores de Terpsícore, mientras bailaban la habanera lánguida, podían distraerse leyendo en ellos una porción de inestimables consejos encaminados a demostrar que la virtud y el trabajo son los verdaderos tesoros del niño: Y allá en el fondo, sobre la mesa del maestro, la imagen de Cristo crucificado, ¡oh vilipendio! tapada con una cortina de seda, presidía aquellas habaneras voluptuosas y furibundas polkas.
La mesa y el cuarto en general atraían a Perucho con el encanto que posee para la niñez lo desordenado y revuelto, los sitios en que se acumulan muchas cosas variadas, pues imaginan ellos que cada montón de objetos es un mundo desconocido, un depósito de tesoros inestimables.
¡Seguramente haría que mataran al marido, y despreciando todas las leyes de equidad, se casaría con esa milagrosa joven! ¡Y de tal suerte vendería los bienes inestimables de su alma inmortal por la posesión temporal de una criatura hermosa, pero perecedera!.
Se cuenta -entre muchas cosas- que un día, estando sentado en su trono el califa Harún Al-Raschid, entró un pequeño eunuco que llevaba en las manos una corona de oro rojo incrustada de perlas, de rubíes y de todas las especies más inestimables de gemas y pedrerías.
Entonces, rico ya con aquellos bienes inestimables, de los que cada piedra valía un tesoro, pedí en matrimonio a la hija del cherif de Bassra, descendiente de nuestro Profeta.
En cuanto a Abu-Bekr, no dejó de ir a la mezquita a la hora de la plegaria, e irguiéndose en medio de los fieles congregados, exclamó: ¡Oh creyentes, hermanos míos! ¡ya sabéis que no hay nadie que no tenga enemigos, y ya sabéis también que la envidia se ensaña principalmente en aquellos sobre quienes han descendido los favores y las bendiciones de Alah! Así, pues, para descargar mi conciencia, he de deciros que los dos extranjeros de quienes ayer os hablé desconsideradamente, son personas dotadas de nobleza, de tacto, de virtudes y de cualidades inestimables.
¡Y habituándose entonces a ver joyas y pedrerías, se enteró de que las frutas que se había llevado de aquel jardín y que se imaginaba serían bolas de vidrio coloreado, eran maravillas inestimables que no tenían igual en casa de los reyes y sultanes más poderosos y más ricos! Y como se había vuelto muy prudente y muy inteligente, tuvo la precaución de no hablar de ello a nadie, ni siquiera a su madre.
El joven contestó: ¡Pues bien, si no se trata más que de hacer un buen regalo para obtener lo que anhela tanto mi alma, precisamente creo que ningún hombre sobre la tierra puede competir conmigo en ese terreno! Porque has de saber ¡oh madre! que esas frutas de todos colores que me traje del jardín subterráneo y que creía eran sencillamente bolas de vidrio sin valor ninguno, y buenas, a lo más, para que jugasen los niños pequeños, son pedrerías inestimables como no las posee ningún sultán en la tierra.
Educada según las libérrimas costumbres de su raza, que tiene por inestimables prendas la robustez y actividad del cuerpo y el varonil temple del ánimo hasta en la mujer, aprendió desde muy niña a burlarse de las olas, y la primera vez que sus padres la vieron atravesar el Palora a flor de agua, como una hoja de mosqueta impelida por el viento, dieron gritos de entusiasmo y la llamaron Cumandá.
inestimables de su entusiasmo, los encantos indescribibles de su juventud, el contento, la.
Después, la Biblioteca, tesoro de viejos manuscritos con inestimables miniaturas.
Otros amantes, mientras más aman, se hacen más dignos del amor, porque el amor hermosea y sublima los espíritus, pero yo, amándote, me degradaba en vez de elevarme, porque pisoteaba juramentos y promesas, y no amándote, me degradaba también, porque recibía de ti inmensos e inestimables tesoros de cariño que no acertaba a pagar.
Le relaté la llegada del capitán del navío, y el rey asombróse en extremo de este acontecimiento inesperado, y como me quería mucho, no quiso ser menos amable que yo, y a su vez me hizo regalos inestimables que contribuyeron no poco a enriquecerme completamente.
Y en las anaquelerías de marfil, ébano y cristal, aparecían muy bien puestas las mercaderías de valor y los tesoros inestimables.
Entonces el visir mandó colocar en la tienda las mercaderías de valor, las hermosas telas, los brocados, todos los tesoros inestimables que habían guardado los armarios del rey Soleimán.
No sólo era guapa, que eso suele ser lo de menos, sino que poseía propiedades inestimables para la vida de familia: todo lo prevenía, todo lo arreglaba bien, con ella no había sorpresas desagradables.
Rico en polvo de oro, perlas, plumas de avestruz y gomas olorosas, los trajinantes y caravaneros que le compraban estas mercancías inestimables, solían traerle en cambio esclavas blanca de diversos países.

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