Ejemplos con incultura

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Torreblanca se podría dividir en dos partes: una, la mitad más próxima a Sevilla, la cual se puede considerar la parte tranquila, donde se puede vivir de una manera aceptable como en cualquier barrio obrero, y otra, donde desgraciadamente la mayoría de sus habitantes se ven azotados por la incultura, la delincuencia y las drogas, es por esta razón que cuando se habla de Torreblanca, solo sale a la luz su mitad marginal, cuando Torreblanca es mucho más que eso.
La historia documental de la Villa de la Puebla de Santiago del Campo Arañuelo y la propia de El Gordo, para vergüenza de todos los nacidos en estas tierras, fue arrojada a un vertero y prendida fuego por la incultura de un alcalde reciente que, al reformar el edificio del Ayuntamiento, quiso desprenderse de todos aquellos papeles viejos.
Tan solo tenía un rival para ello al que derrotó consiguiendo mejor resultado final y logrando la ansiada cátedra que hacía más de treinta años que no ocupaba nadie, debido a la incultura y dejadez que había sufrido dicha ciencia.
Constituye, junto con la bibliocastia o quema de libros, uno de los capítulos de la Historia de la estulticia, la incultura, el odio y la venganza.
Estas hablas castellanas se han asociado tradicionalmente con el ámbito rural aragonés, popularizadas por la literatura y el cine, por lo que la denominación de baturro ha llegado a adoptar matices despectivos en aquellos contextos en que se utiliza como sinónimo de rusticidad o incultura.
Otra de las confesiones de Vargas Llosa en este ensayo que resulta muy significativa, es cuando relata los sentimientos encontrados que le llenan a la vuelta de su primer viaje a la selva: indignación por el atraso, la incultura y la violencia de esa realidad, pero alegría por haber encontrado un material tan bueno para contar.
La madre lloró, imploró, y no pudiendo ablandar los corazones petrificados por la incultura y el fanatismo, se abrazó a su hijo intentando en vano librarle de las acometidas de tales monstruos.
¿Por qué ha de ser signo de incultura el anónimo de estas calles, plazoletas, encrucijadas y pasadizos? ¿Qué va ganando Tetuán con el furor bautismal de los españoles, que no paran estos días de clavar rótulos en todas las vías urbanas, trayéndonos acá la enfadosa titulación de las calles europeas? ¿Son los tetuaníes mejores de lo que eran porque se llame lo que antes llamábamos, sin letrero alguno, , la extensa vía de , y de la famosa ?.
¡Querer luchar con aquellas gentes, en la amplitud de la libertad, cuando llevaban como ventaja varios siglos de dominación, la incultura del país, la servidumbre de la mujer encadenada a ellos por el sentimentalismo de la ignorancia! ¡Cuando contaban con el apoyo del rico, de tradicional estolidez, que, atormentado por el remordimiento, compra con un trozo de su fortuna la seguridad de no ir al infierno! Mientras aquellos enemigos existieran, serían estériles todos los esfuerzos para reanimar el país.
El médico hablaba en nombre de la ciencia, para la cual la falta de moralidad y el crimen sólo son resultados de la incultura o de una regresión parcial del cerebro.
Ello fue que, viniendo de un país tan bello como Francia y de ciudad tan opulenta y fastuosa como París, al embocar a España por Behovia no sintió la tristeza que deprime el ánimo de la mayoría de los viajeros cuando pasan de la civilización a la incultura, y del vivir amplio a la estrechez mísera, sintió más bien alborozo y verdadero amor de familia.
Con su intransigencia provocaba la revolución de la Reforma en los países del Norte, y arrojado de ellos, venía aquí a renovar en tierra nueva su incultura y su fanatismo.
Para vivir tranquilos y sustentarse en una época de incultura, los poetas buscaban la sombra de la Iglesia y se cubrían con sus hábitos.
Tenía la santa y firme incultura tan apreciada por la Iglesia en otros siglos.
Sólo contra mis primos va esta flagelación, porque son ellos raro ejemplo de incultura en su patria.
Maximiliano se reía de aquella incultura rasa, tomando en serio la tarea de irla corrigiendo poco a poco.
«¿Por qué ha de ser signo de incultura el anónimo de estas calles, plazoletas, encrucijadas y pasadizos? » ¿Qué va ganando Tetuán con el furor bautismal de los españoles, que no paran estos días de clavar rótulos en todas las vías urbanas, trayéndonos acá la enfadosa titulación de las calles europeas? ¿Son los tetuaníes mejores de lo que eran porque se llame calle del Rey lo que antes llamábamos, sin letrero alguno, Kaisería, calle de Cantabria la extensa vía de Trankats, y de Chiclanala famosa El Haddadin?».
Ello fue que, viniendo de un país tan bello como Francia y de ciudad tan opulenta y fastuosa como París, al embocar a España por Behovia no sintió la tristeza que deprime el ánimo de la mayoría de los viajeros cuando pasan de la civilización a la incultura, y del vivir amplio a la estrechez mísera, sintió más bien alborozo y verdadero amor de familia.
En la vegetación, como en la humanidad, la incultura tiene su poesía, tiene su belleza.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba