Ejemplos con imprevistas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

A menudo hay consecuencias imprevistas e involuntarias del uso de químicos sobre los organismos del suelo.
Sin embargo, debido a unas circunstancias imprevistas las fechas originales fueron canceladas.
En ambos casos como no hay legislación que contemple estos caso, siempre se protege el beneficio del menor y los donantes acaba contrayendo obligaciones imprevistas.
llena de aire purísimo, los ojos de claridades imprevistas, el.
-¡No lo encontrarás -decía la pobre señora- no debe haber ninguna! Claro ¡quién iba a pensar en semejante cosa! Con estas muertes imprevistas no tiene una tiempo de preparar nada.
Agréguese a esto todas esas vicisitudes de un país en formación, la alza en los precios de las tierras, los empleos públicos altamente rentados, la triplicación de las fortunas por mil motivos complejos, los golpes de azar en las loterías y en las herencias imprevistas.
Quería aire, luz, escenas imprevistas.
He aquí lo que voy a hacer: esperaré hasta el último segundo a que estéis casada, porque no quiero perder la sombra de una de esas casualidades imprevistas que pueden suceder, el señor Franz puede morir de aquí a entonces, puede caer un rayo en el altar en el momento en que os acerquéis, todo parece creíble al condenado a muerte, y para él no son imposibles los milagros si se trata de la salvación de su vida.
Con este regreso de los sacerdotes resolvieron, por lo pronto, defender con gran fuerza los muros de la ciudad y lanzarse del mismo modo sobre los enemigos, poniendo principalmente su esperanza en el tiempo y en los caprichos de la fortuna, mas desengañáronse luego de que ningún salvamento les quedaba, por más que hiciesen, la turbación, el desaliento y las ideas más desconsoladas se apoderaron ya de la ciudad, hasta que tuvo lugar un suceso muy parecido a aquellos de que frecuentemente habla Homero, aunque no satisfaga a la mayor parte: porque diciéndose éste y exclamando en las grandes y extraordinarias ocasiones La garza Palas púsole en las mientes y también: Cambióle un inmortal el pensamiento, el que en un solo acalorado pecho del pueblo puso la gloriosa suerte, y en otra parte: O por sí lo pensó, o es que algún numen le sugirió la provechosa idea, le vituperan como que con cosas imposibles y con increíbles patrañas trata de quitar al juicio de cada uno el mérito de la determinación propia, cuando Homero no hace semejante cosa, sino que los sucesos ordinarios y comunes que se gobiernan con razón los pone a cuenta de lo que está en nuestro poder, así que dice muchas veces: Yo lo determiné con grande aliento, y asimismo: Apenas dijo, congojóse Aquiles y revolvió tan inquietante pena una vez y otra en su alentado pecho y en otra parte: Mas mover no logró a Belerefonte, guerrero cauto que con grande acierto los más prudentes medios discurría, y en las ocasiones imprevistas y arriesgadas que piden cierto ímpetu y entusiasmo no pinta al numen como que nos arrebata, sino como que mueve y dirige nuestra determinación, ni como que produce por sí los conatos y esfuerzos sino ciertas apariencias ocasionales de ellos, con las cuales no hace la acción involuntaria, sino que da un principio a lo voluntario con infundir aliento y esperanza, pues tina de dos: o hemos de desechar enteramente el auxilio divino de todas las acciones que llamamos y son nuestras, o si no ¿de qué otro modo auxiliarán los dioses a los hombres y cooperarán con ellos? No ciertamente amoldando nuestro cuerpo, ni aplicando ellos mismos nuestras manos y nuestros pies, sino despertando con ciertos principios, con ciertas apariencias e inspiraciones la parte activa y electiva de nuestra alma, o, al contrario, desviándola o conteniéndola.
Para satisfacer alguno de sus apetitos no vacilará ante grises intrigas, sin preocuparse de que ellas tengan consecuencias imprevistas.
Verdad es que se descubre un fuerte empeño de parte de la corte para que os caséis con don Pelayo de Luna, mas si no me engaño no tardará en haber mudanzas imprevistas traídas por la oscilación y borrascoso vaivén de tan ásperas revueltas.
Entonces los zombis sí se asustaron, pero más, cuando vieron emerger de la tierra, como saliendo entre bocas imprevistas, varios tanques de acero aluminado en color ver-de pasto, listos para hacer fuego.

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