Ejemplos con impacientó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Después de ocultar la pintura en su apartamento por dos años, Peruggia se impacientó y finalmente fue atrapado al tratar de venderla en Florencia a un traficante de arte.
Su cuerpo estaba llagado, pero nunca se impacientó.
Se impacientó Jaime ante el aire misterioso y las palabras confusas del muchacho.
Julio se impacientó con las molestias de este amor errante, sin otro resultado que algunos besos furtivos.
Se impacientó Maltrana ante la monotonía del desfile.
Suspiraba lacrimosamente, como si la noche que venía pudiese traerle la desgracia Ojeda se impacientó.
Buscó en la mesa un papel que le habían traído poco antes para que lo examinara, por si deseaba corregir algo en él, y no hallándolo tan fácilmente como creía, se impacientó.
Y como transcurrían lúgubres los segundos sin que el clérigo se arrancara con la fórmula religiosa del caso, el reo se impacientó, y la curiosidad y desasosiego le picaban extraordinariamente.
Me sentí herido, y murmuré una disculpa, que no calmó la cólera de don Juan, sino que, por lo contrario, le impacientó, porque, interrumpiendo mis excusas, agregó en tono despreciativo:
¡Qué semana! Ni educanda encerrada que aguarda el día de salida para ver al primer muchacho que a hurtadillas le oprime la mano, y con quien soñó castamente en el lecho virginal del convento, ni príncipe en vísperas de ser coronado rey, ni miserable usurero a punto de cobrar, ni madre de marino que en la costa espera el navío donde su hijo torna, nadie se impacientó ni desesperó tanto como el pobre don Juan.
La dama de honor, hambrienta como las demás, se impacientó y dijo a la princesa que la comida estaba servida.
No obstante, Carlos se impacientó mucho al mirar las muestras.
Transcurridos ya más de veinte minutos de marchar en las sombras, un tanto iluminadas por la linternilla, y de seguir un camino tortuoso, viendo Silveria que no llegaba al término, se impacientó, recordó su evocación y gritó con coraje:.
—¿Qué dices, hombre? —se impacientó Critilo—.
El andar tan lento de su asno al fin impacientó a Teresa, la cual desmontándose declaró que prefería ir a pie, y subir a una roca escarpada de cuya cumbre se debía de dominar una gran parte del paisaje: «Sigan adelante -les dijo-, pues con su andar de tortugas no dudo que pronto las alcanzaré», y ágil como un gamo subió a toda prisa por el lado menos pendiente del barranco.
Como pasase algún tiempo, Gloria se impacientó mucho.
La diplomática se impacientó.
Julián se impacientó, el que iba a sorprender exponíase a ser sorprendido como un ladrón si la servidumbre se despertaba y salía, y justamente en el cuarto de los criados había ya grande agitación, movimientos de personas que se levantaran en desorden, en medio de este desorden resonó una voz áspera, seca, voz de mando, la voz del viejo Mateo, que metía prisa, lanzando interjecciones enérgicas.
Tomás se impacientó y se negó a concederle ni un día más.

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