Ejemplos con impaciencia

El purgatorio es como el vestíbulo del celestial coliseo, lugar de los que deben esperar con la natural impaciencia.

Tonto, ¿de quién es la culpa? Ya lo arreglaremos todo, y de prisita, para que no te consuma la impaciencia.

¿Quiere usted acudir? ¿Quiere usted salvarse?murmuré con impaciencia, a tiempo que encendía otra cerilla.

Están en el jardín, de seguro, esperándole con impaciencia.

Paseábamos mi padre y yo, no sé quién con mayor impaciencia, a lo largo de los andenes, aguardando que formasen el convoy.

He procurado olvidarme de que el autor era montañés, y entrañable y fidelísimo amigo mío desde que tengo uso de razón, y amigo de los de mi casa antes que yo naciera, y haciendo un esfuerzo, que me ha costado mucho, y que no pienso volver a repetir, he detenido mi impaciencia, que me llevaba a leer con el pensamiento antes que con los ojos las páginas de un libro, que más que libro parece fragmento de la realidad viva, y he tenido el valor de estarle aplicando por días y días eso que llaman.

Iba, de fijo, a promoverse un altercado entre la mujer, que estaba dominada por el demonio de la impaciencia, y el marido, que no lo estaba tanto, cuando entró la niña llorando en la tienda.

Y para hacer más llevadera su impaciencia, encontrábase de pronto en una , cuyos taludes de escuetos peñascos parecían juntarse sobre la cabeza del aturdido expedicionario, y cerrarle la salida en todas direcciones.

Quizá con tanta impaciencia andaba mezclada buena parte de envidia.

Al gesto con que manifestó su impaciencia, siguió un alzar de hombros que claramente quería decir: Caiga el chubasco, que el aguase agota también, y tras de la lluvia viene el buen tiempo.

Eso se mira antes, ¡pero teníamos tanta prisa, tanta prisa, que no sé para qué sirven esos pelos blancos y esos añitos que llevamos acuestas! Lo mismito estábamos que los chicos de mi clase cuando les ofrezco contarles algo, que se les despierta la curiosidad y no les cabe en el cuerpo la impaciencia.

Doblegábanse los nispereros con el peso de los amarillos racimos cubiertos de barnizadas hojas, asomaban los albaricoques entre el follaje como rosadas mejillas de niño, registraban los muchachos con impaciencia las corpulentas higueras, buscando codiciosos las brevas primerizas, y en los jardines, por encima de las tapias, exhalaban los jazmines su fragancia azucarada, y las magnolias, como incensarios de marfil, esparcían su perfume en el ambiente ardoroso impregnado de olor de mies.

En su impaciencia hojeaba y recorría todas las páginas, devorando al vuelo su contenido, procurando comprender el conjunto, y dejando para después el leerlo todo con detenimiento.

Don Jaime mostraba viva impaciencia, parecía enamoradísimo, y trataba de apresurar la boda.

Jaime se animaba demasiado, pero el orgullo de ella acudía al punto a refrenar la lengua del galanteador, para lo cual bastaba un leve gesto de impaciencia o de disgusto o una mirada severa.

Mi tía pretendía en vano disimular su impaciencia.

Aniquilado por la impaciencia, me arrinconé en el asiento, delante de la anciana y junto al ganadero, recogí la indomable cortina y me puse a contemplar el paisaje, aquellos campos fértiles y ricos, aquellas montañas cubiertas de abetos, vistos diez años antes, a través de las lágrimas, una fría mañana del mes de Enero a los fulgores purpúreos del sol naciente.

Pero la muchedumbre estaba dominada por esa impaciencia que, entre la gente levantina, basta que sea manifestada por uno para que los demás se sientan contagiados.

Y Juanito sintióse feliz, en aquella temporada de Cuaresma, cada noche que cenaba con la familia, puesta de veinticinco alfileres, comiendo incómoda con la de teatro y estremeciéndose de impaciencia, mientras abajo sonaban las coces del caballo contra los guijarros del patio y los tirones que daba a la galerita.

En vano habrás esperado mi contestación, y ya me imagino tu impaciencia al no recibir noticias mías.

¡Qué ansia! ¡Qué impaciencia! Toda la noche estuve pensando en la llegada del mozo, hasta que al fín me quedé dormida.

Como entonces su voz era trémula y apagada, la enferma se veía obligada a repetir las frases, y no lo hacía sin dar muestras de impaciencia.

Esta pena, que al principio fue desazón insignificante, impaciencia tan sólo convirtiose pronto en dolorosa idea de vacío.

¿Ha venido el señorito? preguntó a su criada, y como esta le contestara que no, frunció los labios en señal de impaciencia.

El otro se abrasaba en impaciencia, mas no conseguía obtener de Nicolás sino medias palabras.

El cochero daba a conocer su aburrimiento e impaciencia.

Charla que te charla, doña Lupe miraba al reloj del comedor, mas no expresaba su impaciencia con palabras.

¡Ay de mí! Si me quisiera, el corazón se me curaría, como que no es enfermedad lo que tiene, sino impaciencia hormiguilla ¿Qué habré hecho yo para ser tan desgraciado? Ahora caigo en la cuenta de que no me he divertido nunca.

Y volvieron a oírse los desesperados gritos del , y Guillermina no disimulaba su impaciencia y zozobra.

Buen susto nos hemos llevado por la pereza de mi señor hermano en escribir ¿Qué dice? está bueno sin dudaañadió al ver que Pepe Rey abría el pliego con febril impaciencia.