Ejemplos con humos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La evacuación de humos del motor deberá de estar en la parte derecha del conductor, bajo el chasis.
Enseguida es aceptada y se encarga de capitanear a las chicas en los partidos, al día siguiente se le empieza a subir los humos y Connie DeMico y sus amigos tramaran algo para humillarla, cuando salen la banda y las majorettes al campo, desde fuera del estadio estos preparan una especie de catapulta y le tiran carne dándole a Meg de lleno, Lois le pide a Meg que para que no vuelva a pasar haga un esfuerzo para ganarse sus amistades, siguiendo su consejo, Meg se dirige a DeMico y decirle que ha pasado la noche con uno de los profesores y le ha dado los apuntes de los exámenes, pronto DeMico y los demás empiezan a considerar a Meg una chica enrollada y considerarla su amiga, una vez ya son amigos, Lois diseña un plan de venganza, Meg se muestra reacia en un principio ya que la había dicho que se los ganara amistosamente, Meg decide ignorar las astucias de su madre.
El vapor que escapa del cilindro después de haber impulsado el pistón, va a la caja de humos, donde se libera a través de una boquilla o tobera enfocada a la chimenea, por donde sale junto con el humo, creando un vacío al salir, que favorece el tiro del hogar.
Las cocinas sin humos y ahorradoras de leña prometen mayores eficiencias y menos humo, resultando un ahorro en tiempo y trabajo, reduciéndose la deforestación y con beneficios significativos para la salud.
La sustancia se descompone al calentarla intensamente o al arder, produciendo humos tóxicos e irritantes de óxidos de nitrógeno, amoníaco y cloruro de hidrógeno.
Este incidente causó en su momento un escándalo nacional que llevó a replantearse la seguridad de los locales públicos ya que no tenía salidas directas a la calle, las vías de evacuación tenían recorridos demasiado largos, todas las escaleras presentaban deficiencias, las puertas y los cierres no eran reglamentarios y no existía salida de humos.
Características más importantes: Resistencia inherente a la llama, baja emisión de humos, resistencia a altas temperaturas por largo tiempo, estabilidad dimensional, estabilidad química e hidrolítica.
Para evitar que los vapores y humos se disipen por todo el recinto de las naves industriales se realiza la instalación de campanas adaptadas al mismo foco de producción de residuos para su total captación.
El cañón está aislado con una funda térmica y tiene un sistema de extracción de humos automático de aire comprimido en vez del cilindro de extracción de humos habitual.
Divídese la cascada mayor en dos cuerpos, debido al saliente de la roca, y va a perderse en un remanso de donde surge el vapor de agua pulverizada por el golpe, que le ha valido al paraje el nombre de los Humos.
Cuando se derretían las sombras invadiéndolo todo, dimos vista a la cascada de los Humos, entre Pereña y Masueco.
En el Pozo de los Humos y según la tradición no ha nevado nunca.
Unos pocos metros antes de la caida de aguas del Uces, su torrente se bifurca, dando lugar a que además de la cascada de los Humos haya otra por su parte derecha llamada el Pozo de las Vacas, llamado así según la leyenda del lugar que habla de que allí se despeñó un carro, tirado por dos vacas y cargado de trigo, cuando se dirigía en dirección a un molino cercano.
El Pozo de los Humos es una cascada situada en el curso del río Uces a su paso por los términos municipales de Masueco en su margen izquierda y de Pereña de la Ribera en su margen derecha, al noroeste de la provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León, España.
La campana de la chimenea, de forma trapezoidal, colocada sobre el fuego, a la vez de recoger los humos, sirve de ornato.
Para que una actividad pueda considerarse compatible con usos no industriales, deberá controlar: emanaciones de gases, elementos químicos, humos, transmisión de vibraciones, ruidos y seguridad contra el fuego.
Por industrias molestas se entienden aquellas que contienen actividades que producen incomodidad por efecto de su desarrollo, ruidos, vibraciones, humos, gases, olores, nieblas, polvos en suspensión.
Cuando iban por campaña sin camino, iba el Padre en medio, y todos estendidos en ala a la larga, para buscar mejor lagunas, leña, caza, y ver humos de indios, a.
detrás del mostrador con más humos que un ministro en su poltrona, recibiendo a sus parroquianos con un hocico y unos dengues como una señorona de horca y cuchillo.
Todos los esfuerzos de la primera, todas sus meditaciones, todos sus desvelos y todas sus consultas al espejo antes de darse a luz en los sitios más públicos de la villa, hecha un brazo de mar y cargada de relumbrones, no lograron colocarla en jerarquía más alta que la correspondiente al nombre de , con el cual se la designó desde el primer día en que se hizo notar por sus humos estrafalarios.
Unos humos en el horizonte eran los de la escuadra francesa llevando al presidente Poincaré, que volvía de Rusia.
Acuérdate de rezar un poquito, ¿eh? y bajaremos los humos.
Y flotando por encima del bosque de chimeneas de ladrillo y de hierro, el eterno dosel de la moderna Bilbao, los velos en que se envuelve como si quisiera ocultar púdicamente su grandeza, los humos multicolores de sus fábricas, negros, de espesos vellones, como rebaños de la noche, blancos, ligeramente dorados por la luz del sol, azules y tenues como la respiración de un hogar campesino, amarillos rabiosos con un chisporroteo de escorias minerales.
No tenía humos ni vanidades, y lo mismo trataba al rico que al pobre, al discreto que al tonto.
¿Crees que se te va a tolerar ese cantonalismo en que vives? ¡Me gustan los humos de la loca esta! Ya te arreglaré, ya te arreglaré yo.
Además, las señoritas de la Lage, por su alcurnia, por los humos aristocráticos de su padre, y la especie de aureola con que pretendía rodearlas, por su belleza, eran blanco de bastantes envidillas y murmuraciones: cuando no se las motejaba de orgullosas, se recurría a tacharlas de coquetas.
Andan por las calles esos zánganos de soldados con unos humos ¡Jacinto, Jacinto!.
Después que tengo humos de gobernador se me han quitado los váguidos de escudero, y no se me da por cuantas dueñas hay un cabrahígo.

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