Ejemplos con herrumbre

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por esta comarca pasa Sierra Morena, en la que se encuentran las sierras de San Cristóbal, Oratorio, del Coto, de la Herrumbre, de la Corte, del Peñón, de Monsalud, de Santa María, de san José, de Botello, de la Cazuela y de las Mesas.
Lo que sí se conocía es que calentando el acero hasta alcanzar un tono azulado y sumergiéndolo en aceite, aumentaba considerablemente su resistencia a la herrumbre.
El acero de la iglesia se ha visto afectado por el herrumbre y la corrosión, efecto al que ha contribuido la brisa marina de la cercana bahía de Manila.
Sería, entre las estatuas vivientes que poblaban el claustro alto, un autómata más, imitaría a aquellas criaturas que tenían en su ser algo de la aspereza de la piedra berroqueña de los contrafuertes, aspiraría como un bálsamo de tranquilidad la herrumbre de las rejas, que esparcían por el templo el perfume vetusto de los siglos.
La fachada era de agramillado y berroqueña del Guadarrama: tenía zócalo de granito con respiraderos de sótano, planta baja con descomunales rejas dadas de negro, principal de anchos huecos con fuertes jambas, recios dinteles y guarda polvos casi monumentales: sobre el balcón del centro, que caía encima del zaguán, ostentaba un enorme escudo nobiliario, ilustre jeroglífico compuesto por cabezas de moros, perros, cadenas, bandas y calderos, todo ello dominado por un soberbio casco de piedra caliza que el tiempo iba enrojeciendo con el chorreo de las lluvias mezclado a la herrumbre del balconaje.
Garrote frotaba con verdadero frenesí la hoja de acero, como si la herrumbre que tenía fuera la de su propia alma, y aquel orín el inveterado orín de su propia conciencia.
Una vieja, al salir, puso en movimiento las mohosas bisagras, y al ruido de la herrumbre, un sonido lastimero llegó a mis oídos, modulando aquella voz que a mí me había parecido mi nombre.
En ese sufrimiento está el núcleo moral de la envidia: muerde el corazón como un ácido, lo carcome como una polilla, lo corroe como la herrumbre al metal.
En la fachada principal, gran solana corrida de esquinal a esquinal, y encima de ella y del balcón del Este, sendos y ostentosos escudos de piedra de mucho relieve y rica talla, sobre todo ello, la pátina musgosa, la herrumbre y la polilla de los años y de la incuria, y grandes aleros de artesonado podrido con los canecillos derrengados.
Una cadena pende de un soporte, cariado por la herrumbre, junto al pozo se yergue una palmera.
Pero, además, el bien de la gloria no se diferencia de los otros bienes humanos en que esté exento de esa herrumbre de la saciedad y del hastío.
Los que viven debajo de ese nivel y no adquieren esa educación permanecen sujetos a dogmas que otros les imponen, esclavos de fórmulas paralizadas por la herrumbre del tiempo.
Pocos hombres, al finalizar su vida, se libran de ella, muchos suelen ceder cuando los resortes del espíritu sienten la herrumbre de la vejez.
Al subirlo a la superficie encontramos, con gran sorpresa nuestra, que era una pistola, de modelo muy extraño y curioso, que por la herrumbre que la cubría y por estar carcomida la culata y cubierta de conchas, debía encontrarse en el agua desde hacía mucho tiempo.
de una gótica herrumbre de silencio y estragos,.

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