Ejemplos con hendidos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La cubierta está hecha con largos maderos, hendidos al medio y acanalados con el hacha.
Los niños afectados presentan labio y paladar hendidos, polidactilia, defectos oculares y sordera, generalmente mueren al poco tiempo de nacer.
Este error representó una mejora definitiva respecto al método anterior que troquelaba las planchas para hacer luego los hendidos en otra máquina.
Su entrega en forma de plancha troquelada a a la que tan sólo se han practicado los hendidos transversales y longitudinales, exige inevitablemente que el envasado de los productos se realice en líneas automáticas.
La primera operación consiste en la creación de los hendidos para las solapas superiores e inferiores.
Al anochecer retirose a su celda, muy descontenta de sus observaciones, y estuvo más de una hora pasando mental revista a todos los escondrijos y agujeros de San Salomó, representándose en su imaginación la informe y heterogénea masa del edificio con sus muros hendidos, sus techos abollados, sus altas tapias absolutamente inaccesibles desde fuera.
Allí había algo del hermosos género ojival que domina en el Principado, restos de bóvedas románicas, puertas churriguerescas, trozos pertenecientes a la insulsa arquitectura del siglo pasado, paredes de ladrillo enyesado, tapias de adobes, muros hendidos, techos que se habían chafado cual sombrero, tragaluces bizcos, rodeados de una especie de marco palpebral hecho con blanco yeso, rejas comidas de moho, tras de las cuales estaban las podridas celosías, por cuyos huecos sólo cabía el dedo meñique de las monjas, vigas que servían de puntales, tapiales modernos que se empeñaban en cubrir huecos ocasionados por el desplome o abiertos por la bala de artillería, una torrecilla cuya espadaña sólo tenía un esquilón, en suma, era un adalid valeroso combatido por los formidables enemigos que se llaman tiempo y guerra, pero que se defendía bien tapándose sus heridas y remendándose sus desgarrones como Dios le daba a entender, y desafiaba orgulloso a lluvias y vientos, prometiéndose llegar con sus jorobas, infartos, bizmas y muletas a las más remotas edades venideras.
Los cuatro hendidos pies a un tiempo sienta.

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