Ejemplos con harmonía

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ideó así una Characterística Universalis, que otorgaría a los conceptos ciertos rasgos numéricos cuyas relaciones lógicas podrían constituir una especie de alfabeto del lenguaje humano, que sometido a reglas analíticas permitiera ampliar el conocimiento de todo, distinguiendo lo posible, lo composible y lo real, esto último efecto de una Harmonía Preestablecida por Dios.
En la mitología griega, Penteo era un rey de Tebas, hijo del más fuerte de los Espartos, Equión, y de Ágave, hija de Cadmo, el fundador de Tebas, y de la diosa Harmonía.
Su discografía es numerosa con grabaciones en las casas discográficas: Columbia, La Voz de su Amo, Erato, Harmonía Mundi, Hispavox, Zafiro y Salinas Record.
Al objeto de contar con unos programas más diversificados y sobre todo poder dar a conocer la música de los clásicos, inicia una nueva faceta para lo que es necesario tener muy claras las técnicas de instrumentación y unos grandes conocimientos de composición: la Trascripción, faceta ésta muy bien acogida por las dos editoriales existentes en el país, la Unión Musical Española en Barcelona y Harmonía en Madrid, editándose obras como Rienzi, Tristán e Isolda, el Allegreto de la Séptima Sinfonía de Beethoven, Der Freyschutz, La Gruta del Fingal, Parsifal y el Miserere de Eslava entre otras.
Se convirtió, además, en el primero en iniciar a extranjeros en los mismos, siendo uno de estos iniciados el héroe tebano Cadmo, que acabó casándose con la hermana de Yasión, Harmonía, en la misma isla de Samotracia.
Le ofrecieron el collar mágico que Afrodita, la diosa del amor, había regalado a Harmonía, una antepasada de Polinices.
X la música Europea, como la música de otras culturas, era fundamentalmente monódica, es decir, de una sola línea melódica en la que no interviene para nada la harmonía sin acompañamiento de instrumento, el ritmo del canto gregoriano es libre, no sometido a la rigidez métrica del compás.
Ino es, en la mitología griega, una de las hijas de Cadmo y Harmonía, la cual tomó por esposo al rey beocio Atamante.
El taoísmo destaca la relación entre el yin y el yang: dos fuerzas opuestas que mantienen la harmonía a través del equilibrio.
Ejerció también como profesor de piano y de harmonía en el Centre d'estudis musicals de Vallvidrera.
Inició sus estudios musicales a los diez años en el Conservatorio Superior de esta ciudad, donde cursó las carreras de solfeo, piano, fagot, contrabajo, percusión, dirección de orquesta, instrumentación y composición, harmonía, contrapunto y fuga.
El Johrei, es una técnica creada por MeishuSama basada en las leyes de la naturaleza, para ampliar la fuerza de recuperación natural del hombre, eliminar sus máculas espirituales y restablecer en su vida la harmonía original.
Por último aparece Dioniso y dice que Cadmo será transformado en dragón y su esposa Harmonía en serpiente y tras comandar un ejército y devastar ciudades serán conducidos por Ares a las islas de los Bienaventurados.
Estos contestaron que ellos carecían de facultades para reconocer el Gobierno filipino, concretando su misión a la de oir, recoger las fórmulas de la voluntad de nuestro pueblo para transmitirlas fielmente al Gobierno de Washington, quien solamente podía decidir, en definitiva, del asunto, concluyendo así estas conferencias en la mejor harmonía, augurando mejores y más difinitivos días de paz para la fecha en que contestara Mr.
Sin embargo, no tardé en comprender que aquel airecillo gazmoño que tanto me chocó en Angelina el primer día, no era más que timidez de bondad, muy en harmonía con su carácter y su belleza, muy natural en quien había tenido tanto que llorar.
La rubia Gabriela era franca, alegre, expansiva, y había en ella cierta sencillez infantil muy en harmonía con el azul violado de sus ojos y el áureo color de sus joyantes cabellos.
La vega toda revivía, el Pedregoso corría gárrulo y cantante, como si sus ondas repitieran quedito la extraña harmonía de los repiques.
Aquel repicar vario y caprichoso, sin unidad ni medida, tan distinto del otro con que se anuncian los días solemnes y las fiestas clásicas, tenía algo de la maravillosa música moderna en que parece que los instrumentos van libres, de su cuenta, campando por sus respetos, desdeñando compás y disciplina, huyendo los unos de los otros, pero que de pronto se unen y concuerdan en rara e incomparable harmonía que primero sorprende, luego subyuga, y, por último, nos hace ver bosques silenciosos, regiones celestes sin nubes ni celajes, cerúleos adormecidos mares.
¡Singular alegría la de aquel valle! ¡Espléndido panorama el de aquel paisaje en que se mezclan y confunden la serenidades de la tierra fría con la vegetación abrumadora de las regiones cálidas! Pero ¡ay! no busquéis en los habitantes de Villaverde una alegría placentera, como pudierais esperarla, en harmonía con la naturaleza, no busquéis allí caracteres regocijados, espíritus afables y risueños.
Entró la zarina, triunfante de sedas y encajes, pieles blanquísimas y diamantes blancos, con sus pupilas de turquesas muertas y una harmonía quejumbrosa de violines zíngaros inició la fiesta de la luz.
España en su ser integral como nación nos ofrece un ejemplo maravilloso de harmonía, la variedad dentro de la unidad se observa bien y perfectamente definida, todas las regiones son España, pero todas ellas tienen impreso el sello característico de su personalidad que las individualiza de manera admirable, no solo en cuanto se refiere a sus territorios respectivos sino también por lo que hace a los hombres que los habitan.
Los emisarios de Atahulpa que corrían el imperio reuniendo el oro necesario para el rescate, empezaban a llegar a Cajamalca conduciendo enormes cantidades, según el cupo repartido a cada provincia, todos llenos de inquietud ansiaban el momento de ver reunido el necesario para llenar la tienda hasta la altura conyenida, y todos contribuían gustosos y solícitos al objeto, y en tanto, como hemos visto, los campos enemigos parecían estar en la más acorde harmonía.
Los Magistrados tienen estrecha obligación de averiguar, y corregir tales insultos, para establecer la buena crianza, atención, y harmonía recíproca de todos los oficios.
La harmonía y deleite del oído hizo inventar los instrumentos músicos, y la necesidad de repartir y aprovechar el tiempo, los relojes.
De hojas, frutos y pájaros, el Ghirlandajo teje las guirnaldas con que él circunscribe y atenúa la trágica expectación de la última Cena, detrás de una de sus Madonas, alza el primer Bellini un árbol, en cuya copa se complace con tan extrema nimiedad infantil, que se la podría suponer la más nítida y acabada copa de cedro, si el pensamiento del pintor no hubiera sido, como es probable, hacer de ella una ingenua evocación de catedrales y basílicas, por su redondez categórica de cúpula, y suave y rápidamente, a partir de la visión cuasi beatífica del Giotto, ahondándose en la perspectiva del Ghirlandajo, dilatándose por praderas en flor como la pradera de margaritas del Angélico, el paisaje va creciendo y afirmándose, hasta que, lleno de harmonía, de aire y luz, rompe a reír con gentil desenfado ante los triunfos de la muerte, en el bíblico paisaje semitropical con que Benozzo Gozzoli alegra y enciende los muros del Campo santo de Pisa.
Ya Jesús no es el Cristo monstruoso cuyos largos brazos repugnan en vez de atraer, y amenazan en vez de bendecir: es un Jesús en harmonía con la dulzura y el candor del Evangelio, el jardinero del más fresco jardín en que apacentaron su espíritu los hombres, jardinero ideal a cuyos pasos la tierra se cubre de margaritas y lirios, como el Jesús vestido de jardinero que el Beato Angélico nos pintó apareciéndose a Magdalena en un fresco minúsculo del convento de San Marco.
En medio a la general confusión individualista, contradictoria y anárquica del arte moderno, se pueden, a mi modo de ver, descubrir y determinar, como caracteres de lo que se ha venido llamando modernismo en arte y literatura, dos tendencias predominantes y constantes que, siempre en harmonía, discurren por cauces fraternales y paralelos, cuando no se entrelazan y confunden, hasta quedar las dos, en un principio separadas y distintas, convertidas en una sola.
Si esto me sucede con un espectáculo que no dura más de algunas horas y que se limita al breve recinto de uno ó dos salones, ¿que se puede esperar de mí como describidor del baile divino, al aire libre, que dura meses, que se extiende por todo un hemisferio del mundo, y donde cantan y bailan los inmortales al son de la concertada harmonía de las esferas? Está visto, yo tengo que hacerlo muy mal.
Los sabios y los filósofos nada dijeron a La Harmonía, que no leían siquiera.
Una revista científica y retrógrada, que se llamaba La Harmonía, recordaba a los heliófobos una porción de textos bíblicos, amenazándoles con el fin del mundo.

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