Ejemplos con halagó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Lubin cantó en el festival wagneriano en Bayreuth, donde Hitler , visitante frecuente, la halagó como la mejor Isolda que habia escuchado y en el París ocupado por las fuerzas alemanas donde cantó dirigida por Herbert von Karajan.
Asimismo, el New York Mirror halagó la capacidad intelectual del autor, sus vívidas descripciones y su opulente imaginación.
La crítica halagó My Little Blue Dress pero también expresó algunas reservas.
También halagó la publicidad de la campaña de Bob y la frase de Kent Brockman Ya están listos los resultados.
El Pittsburgh Post-Gazette también halagó el episodio, diciendo que Los Simpson es la única comedia que puede tratar el tema del control de las armas tan justamente.
La timidez de un hombre tan maduro halagó mucho su vanidad y la riqueza que se le suponía también.
El viejo Andrónico le halagó con nuevos honores, pero antes de volver a los Dardanelos quiso despedirse de su cuñado, el sombrío Miguel, que estaba en Adrianópolis con muchos guerreros búlgaros, futuros aliados.
Hizo breve seña al más próximo, y el auriga vasco, alzando su fusta, halagó con ella el anca de las tarbesas jaquitas, que, la cerviz enhiesta, se prepararon a arrancar.
La idea de volverme al seguro de mi casa me halagó un instante, pero me sentía perezoso, o más bien, una fuerza de adhesión casi irresistible, pegajosa, en aquellos lugares me retuvo.
Fue feliz durante casi toda su vida, porque la Fortuna le halagó propicia, siendo para él en la juventud novia cariñosa, en la edad viril mujer amante y luego sumisa compañera, únicamente en la vejez, cuando creía tenerla más sujeta, comenzó a mostrársele rebelde, como hembra cansada de ser fiel mucho tiempo.
El temblor súbito de aquella mano halagó su amor propio y le enterneció.
Le habían hablado tanto del temor de Dios y tan poco de su propia madre, que le halagó la idea de ser ministro del Señor.
¿Cómo, cuándo y de qué nació la estimación en que me tuvo desde que nos tratamos superficialmente en la posada, y la cordial y bien notoria amistad en que esta estimación se convirtió después? ¿Conoció la admiración que yo sentía por él y halagó esto su vanidad? No es creíble en un mozo de tan superior entendimiento.
¡Cosa extraña! Hasta aquel instante no había reparado que Emma se había quitado muchos años de encima aquella noche, sobre todo en aquel momento, no le parecía una mujer bella y fresca, no había allí ni perfección de facciones ni lozanía, pero había mucha expresión, el mismo cansancio de la fisonomía, cierta especie de elegía que canta el rostro de una mujer nerviosa y apasionada que pierde la tersura de la piel y que parece llorar a solas el peso de los años, la complicada historia sentimental que revelan los nacientes surcos de las sienes y los que empiezan a dibujarse bajo los ojos, la intensidad de intención seria, profunda y dolorosa de la mirada, que contrasta con la tirantez de ciertas facciones, con la inercia de los labios y la sequedad de las mejillas: estos y otros signos le parecieron a Bonis atractivos románticos de su esposa en aquel momento, y el imperativo quédate tú le halagó el amor propio y los sentidos, después del mucho tiempo que había pasado sin que Emma hiciera uso de la regia prerrogativa.
No respondí palabra, aunque me halagó el epíteto de joven.
Fue este un rayo luminoso de inspiración que halagó la mente del monarca, creando, como ya dijimos, en ella una probabilidad factible y casi certera.
Hasta juré que esto último lo había yo ejecutado varias veces, y como el afirmar mucho que se sabe una cosa equivale a saberla, y ya desde la temporada de zarzuela alardeaba de entendido, mi reputación creció bastante, y me sentí temido, influyente y poderoso, lo cual halagó mi amor propio.
Todo esto halagó en gran manera la vanidad de Periquet, y, como es de suponer, agravó los sordos rencores de los propietarios del tendajón, que, siendo villavejanos de pura raza, se sienten heridos en lo más hondo por el agravio que les hace su villa nativa ayudando a que los arruine y vilipendie un intruso y groserote que todavía usa ''alpargates'' y pañuelo a la cabeza, y no sabe leer ni escribir.
Halagó, pues, el gobierno a unos enviándolos al descubrimiento del Dorado o país de la Canela, y a otros con empresas tan fabulosas como aquélla.
Pero como el intentarlo sólo es heroísmo, voy a ser héroe de esta empresa pictórica, que estaba guardada para mí desde que el tal cínife describió su primera curva graciosa en el aire y halagó la humana oreja con el do sobre-agudo de su trompetilla.
como un sentimiento que el alma halagó,.
La idea de volverme al seguro de mi casa me halagó un instante, pero me sentía perezoso, o más bien, una fuerza de adhesión casi irresistible, pegajosa, en aquellos lugares me retuvo.
Que el alma virgen que halagó un encanto.
Pasóle después la mano y le halagó por un momento, y viendo que tenía fuego y bríos, se quitó poco a poco el manto, arrojándolo al suelo, y de un salto montó en él sin dificultad.
El recuerdo de la indiscreta revelación que poco antes le había hecho su prima, halagó su espíritu, díjose que sería altamente descortés el no ofrecer a esa deliciosa niña algunas flores de galantería, y pensando además, que debía castigar y olvidar, diose a obsequiarla con lisonjas apasionadas, que llegaban al corazón de la joven transformadas en ondas de ventura.
Esta frase que halagó a Ferreol, concluyó con sus escrúpulos y dio la respuesta consagrada:.
La idea de no tener más hijos, aunque parezca mentira, halagó bastante a Dorotea.

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