Ejemplos con gravísima

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los seguidores de la teoría de Nefertiti-Semenejkara han querido ver en la falta de datos sobre el reinado del fantasmal corregente el eco de una gravísima traición, conocida como el caso de Dahamunzu, según el cual Nefertiti habría pedido en matrimonio a un príncipe hitita.
Y además, la villa de Bilbao, y toda la provincia, sufrían una gravísima crisis industrial, con enormes consecuencias sociales.
El baracaldés sufrió una dura entrada de Marañón, jugador del Sabadell, que le causó una gravísima lesión de rodilla.
Contrajo un gravísima enfermedad y se dispuso a morir como los mejores discípulos del Señor.
Adaptando las ideas de Tácito, el sabio inglés atribuyó la decadencia del Imperio a la pérdida de las virtudes cívicas, y echó la culpa al cristianismo, que predicaba un género de vida que influyó negativamente en la marcha de la gravísima crisis que padecía el Imperio desde la época de Marco Aurelio:.
Menos de un mes después renunciaba el presidente Fernando de la Rúa, en medio de una gravísima crisis económica, social y política.
A pesar de ello, la zona quedó en una gravísima situación económica y la agricultura es el principal medio de subsistencia.
Este fue el combate donde Vicious sufrió una gravísima lesión en su pierna, que lo forzó al retiro.
El poder es una gravísima tentación para el paraguayo.
La siguiente temporada también comenzó siendo titular pero una gravísima lesión de rodilla le obligó a dejar su ficha federativa a otro centrocampista.
En aquel mismo año padeció Saavedra una gravísima enfermedad, salió del Ministerio y la permuta hecha con Portillo fue anulada.
En sus años de apogeo lució su calidad de primera figura del toreo, solo truncada por la gravísima cornada de Valdepeñas.
La situación es gravísima, no tenemos con que contener la progresión del adversario.
La política económica de los primeros años, que tuvo que hacer frente a la gravísima crisis económica internacional, supuso imponer duras reconversiones industriales en distintos sectores productivos y produjo fuertes enfrentamientos entre el Gobierno socialista, el PSOE y su sindicato hermano, la Unión General de Trabajadores.
Y he aquí por qué he pasado todo el día preguntándome como un idiota qué relación puede existir entre la enfermedad gravísima de una hermana de Funes, que apenas me conoce, y yo, que la conozco apenas.
Esto que excita tu risa, es una cosa gravísima que puede decidir de tu felicidad y de la mía.
Esta tarasca nos ha puesto en una gravísima tirantez de relaciones con el pueblo en que vivimos, y no sé en qué parará esto.
la escena preparada por la Reina para vencer la gravísima dificultad de romper el silencio de amor, y hablar.
José imitando el estilo de López-: yo sostengo, yo aseguro, yo declaro que en la gravísima situación de la Patria, en el terrible conflicto de la Libertad, en este deplorable caos a que nos han traído los errores de unos y otros, no veo, no vislumbro, no puedo imaginar otro remedio ni otra salvación que la salvación y el remedio que he tenido el honor de exponer.
Puesto que Demetria, con su raro entendimiento, nos ha hecho ver esa gravísima contra de las campanas, no irá, no, el enfermo a donde carecería de la tranquilidad y silencio que exige su estado, y para obviar el inconveniente de que se trata, yo y tú, María, nos venimos a vivir aquí, mientras aquí more el caballero a quien todos debemos eterna gratitud.
Con esto, recayó Calpena en la gravísima dolencia de sus amores furibundos, se encendió en su cerebro un hirviente volcán de ideas peregrinas, y en su voluntad resurgieron los estímulos más osados y caballerescos.
¿Qué le voy a decir? ¿Tengo algo de terminante y de bien calificado? ¿Hay infracción clara de los mandamientos divinos que constituya mi culpa? Mi culpa es grave, gravísima, y no obstante, yo no puedo declarársela a D.
Subieron al cuarto de la enferma, que vencida ya por la dolencia, no pudo conocerles, y considerando ambos la situación gravísima, cada cual obró como quien era.
Y, sin embargo, aquello tenía que concluir, so pena de que, el mejor día, es decir, el peor, surgiese una complicación gravísima.
Una noche cambiaron de sesgo las confidencias, entrando en terreno sumamente embarazoso para Julián, siempre temeroso de que cualquier desliz de su lengua desbaratase los proyectos del señorito, y le echase a él sobre la conciencia responsabilidad gravísima.
Doña Blanca considera que su hija tiene hoy una verdadera vocación, que Dios la llama a ser su esposa, que Dios la quiere apartar de los peligros del mundo, que Dios quiere salvarla, y que ella no puede, sin gravísima culpa, retraer ahora a su hija de tan santos propósitos.
Cuenta Cide Hamete Benengeli, autor arábigo y manchego, en esta gravísima, altisonante, mínima, dulce e imaginada historia que, después que entre el famoso don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, su escudero, pasaron aquellas razones que en el fin del capítulo veinte y uno quedan referidas, que don Quijote alzó los ojos y vio que por el camino que llevaba venían hasta doce hombres a pie, ensartados, como cuentas, en una gran cadena de hierro por los cuellos, y todos con esposas a las manos.
Ciertamente que la ocasión es gravísima.
Éste, aun creyendo a don Sotero tan escrupuloso como él se pintaba a sí propio, pero teniendo de él la idea que Águeda tenía y sabiendo los esfuerzos que había hecho para que el otro testamentario ignorase lo ocurrido, como lo sabía ella con entera evidencia, por declaración de Macabeo, ¿cómo dudar que en los ya realizados propósitos del aborrecido administrador había una intención oculta? Y ¿qué intención era ésta? Aquí se perdía Águeda en un montón de conjeturas y supuestos, pero temblaba de espanto, porque siendo evidente la intención, debía ser infernal cuando el siniestro personaje se atrevía, guiado por ella, a cometer un atropello que podía llegar a ser escándalo y motivo de una gravísima responsabilidad para él.
-¡Válate el diablo por cuerda, que tales cosas urdes! Aquel que anda escribiendo billetes, sonsacando virginidades y solicitando deshonras y facilitando maldades, yo lo conocí a la orilla de la cuerda dignidad gravísima.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba