Ejemplos con frenéticos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Mientras enviaban al rey cartas repletas de promesas de nuevas y ricas tierras, y de peticiones de nombramientos regios para gobernarlas, proseguían frenéticos sus exploraciones, ya que los indios morían en las plantaciones de caña, y había que sustituirlos por nuevos esclavos a los que cada vez había que capturar más lejos, pues los que conocían a los blancos huían al verlos llegar.
El álbum se distingue por las extrañas letras de sus canciones, sus influencias de ritmos latinos, sus frecuentes cambios de tempo, y los frenéticos riffs del guitarrista Omar Rodriguez-Lopez.
En el álbum se pueden hallar estilos como ska, dub, e influencias del Reggae con tiempos que van desde frenéticos - como Seed, Same in the End y Paddle Out - hasta tiempos mas lentos - como Pawn Shop y Jailhouse-.
Los movimientos son frenéticos y con un alto contenido de erotismo.
Todas ellas destacan la inestabilidad emocional del trastorno y los intentos frenéticos de evitar el abandono.
El estilo circunspecto y profundo de Di Fulvio se ubica en las antípodas de esos frenéticos pedidos de palmas y del revoleo de ponchos: Siempre entendí que la guitarra es un instrumento de cámara, no para multitudes sino para quienes pueden hacer silencio y escuchar.
Les cabe sin embargo el mérito de haber divulgado la literatura popular entre los sectores más desfavorecidos de la sociedad, siendo escasa la retribución que daba a sus dibujantes y guionistas, desfavorecidos además por contratos humillantes y leoninos que usurpaban la propiedad intelectual de sus creaciones e imponían frenéticos ritmos de trabajo en menosprecio de la calidad general resultante, de forma que era norma habitual que entre la editorial y sus trabajadores hubiese pleitos costosos e interminables.
Envalentonados por el éxito, los trabajadores tomaron las calles para defender sus reivindicaciones de clase, a pesar de los frenéticos llamamientos a la calma que les hacían sus dirigentes.
Lejos de continuar allí la batalla empezada adentro, parecían, con sus cáusticas sonrisas, decir de la nación entera lo que del público aquellos dos cómicos al pararse jadeando entre bastidores, después de haber cruzado en la escena sus aceros, y de salir el uno persiguiendo al otro, entre frenéticos aplausos y gritos de indignación:
Allí había venido a abrazarle su madre, la pobre doña Luisa, llorando, cubriéndolo de besos frenéticos, como si hubiese creído perderle para siempre.
Los del Camarote se pusieron frenéticos.
Frenéticos aplausos interrumpieron al colosal tribuno, que terminó de esta manera: Ya, señores diputados, no puedo hacer otra cosa que morir el primero con vosotros.
¡Abajo la Unidad centralista y corruptora, arriba el Cantón autónomo que por medio del Pacto reconstruiría la patria libre, devolviendo al ciudadano su dignidad y soberanía! Aplausos frenéticos y plácemes cariñosos recompensaban mi palabrería furiosa.
Ambos son partidarios frenéticos de O'Donnell, quieren que éste, al volver de África victorioso, se revista de la mayor autoridad, y tome aliento para una dominación estable, implantándonos aquí una imitacioncita del Imperio francés, segundo de este nombre.
Acostose sin cenar casi, ni hablar con nadie, permaneció largo rato sentada en la cama, tardó mucho en desnudarse, lloró sin saber por qué, se le olvidó rezar y, por fin, al deslizarse entre las sábanas sintiendo las frías caricias del lienzo, tornó a sus pasadas ilusiones, antojándosele que el ruido de los coches que pasaban por la calle era estrepitoso rumor de aplausos y que las voces de los vendedores de periódicos eran bravos frenéticos.
A última hora, a las seis de la mañana, se alumbra el teatro con luces de Bengala, que le dan un aspecto fantástico: báilase la , perfectamente llamada así, condénsase en vivísimas expresiones, en tumultuosos pensamientos, en rápidos compases, en frenéticos giros, toda la poesía diabólica de la noche, y entonces, los que se han reunido por casualidad, los que sólo pueden hablarse con el rostro cubierto, los que no esperan verse ya lo menos en un año, sienten un hondo vacío en el corazón, como si les faltase la vida, como si se acabase el mundo.
A su tienda iban los habladores más frenéticos, porque el vicio llama al vicio.
Dábale compasión de la víctima, y para evitar su enternecimiento, que podría frustrar el acto, hizo lo que los criminales que se arrojan frenéticos a dar el primer golpe para perder el miedo y acallar la conciencia, impidiéndose el volver atrás.
Los apóstoles de la nueva ley me parecieron, en su mayor parte, bribones infames o frenéticos furiosos, llenos de envidia y sedientos de sangre.
Sí: hay insensatos que juzgan que para mí hay gloria, hay dignidad fuera de la Constitución, y estoy dispuesto a castigar a esos con más rigor que a los frenéticos demagogos.
Pero bien pronto su terror se trocó en sorpresa al ver que, lejos de mostrarse indignado el viejo por haberle visto en compañía de los frenéticos de la , estaba un poco menos adusto que de ordinario, y hasta llegó a manifestar cierta benevolencia, que era en él cosa muy rara.
sin frenéticos espasmos de placer y de alegría.
Después vino el cancán, y todos los espectadores batieron frenéticos las manos, muchos golpeaban con los pies, con los bastones.
Al fin terminó el baile, y el telón volvió a caer en medio de los frenéticos aplausos de un público embriagado de entusiasmo.
Desde un ángulo oscuro, donde, pegado a un bastidor, aguardaba mi salida, contemplaba yo la inmensa concurrencia que llenaba los ámbitos de la sala, y en aquel momento, escuchando a Catalina, prorrumpía en frenéticos aplausos.
Lejos de continuar allí la batalla empezada adentro, parecían, con sus cáusticas sonrisas, decir del país entero lo que del público aquellos dos cómicos al pararse jadeando entre bastidores, después de haber cruzado en la escena sus aceros, y de salir el uno persiguiendo al otro, entre frenéticos aplausos y gritos de indignación:.
Sí, todos exclaman tarde o temprano, después de tantos arranques frenéticos:.
Halléle en la sacristía solo con un hombre que atadas las manos en el cíngulo y puesta la estola descompuestamente, daba voces con frenéticos movimientos.
Y cuatro disparos sucesivos hicieron morder el suelo a cuatro talibas, que cayeron entre los frenéticos gritos de la horda.
Y entre salvas de aplausos tonantes, y frenéticos hurras, pónese en pie, en unánime movimiento, la ardiente asamblea, en tanto que leen desde la plataforma en alemán y en inglés dos hombres de frente ancha y mirada de hoja de Toledo, las resoluciones con que la junta magna acaba, en que Karl Marx es llamado el héroe más noble y el pensador más poderoso del mundo del trabajo.

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