Ejemplos con forzudo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Vector pasó de ser un cocodrilo algo escuchimizado amante de la música a ser un forzudo reptil con cadenas de oro que bien recuerda a aquel M.
Vuelve al cine del mundo antiguo con Androcles y el León de Chester Erskine donde comparte protagonismo con la bella Jean Simmons, el cómico Alan Young y con el también forzudo Robert Newton.
Leonard, La primera sirena de Mervin LeRoy -donde compartía protagonismo con el forzudo Victor Mature-, Peligrosa cuando se moja de Charles Walters y La preferida de Neptuno de George Sidney.
Un forzudo de circo es un hombre que hace demostraciones de fuerza, resistencia, explosividad y agilidad en un circo.
Comenzó a actuar en pequeños papeles poco después de trasladarse a California, normalmente como forzudo o levantador de peso.
Aumentativos, que indican distanciamiento afectivo y un cierto asombro: -ón, -ot-, -az-, -at-, -ac-, -ud-, -arrón: tontón, librote, golpazo, niñato, camionaco, forzudo, tiarrón.
Si tuviéramos un forzudo gritando en frente, seríamos clasificados como metal.
el español -dice-, el hombre más audaz y forzudo de todo el ejército, y acaso de toda Europa, producía la impresión de que la naturaleza, al formarlo, había querido mostrar en él el tipo de hombre de armas, en las cuales tanto más grande era el éxito cuanto mayores la robustez y la fuerza muscular.
La aureola de héroe alcanzada en Cefalonia valió el olvido de lo pasado, y César, que tampoco podía permitirse el lujo de prescindir del forzudo español, nombró nuevamente a Paredes capitán en su ejército.
¡Ay, las mujeres! Y Jaime erguía su cuerpo de varón forzudo, algo encorvado de espaldas por el exceso de estatura.
Una mañana, estando de servicio en el Mercado, don Morales se tropezó con cierto corpulento, forzudo y rojo, al que había conocido años antes en el Paraguay.
Al ver al marino, ancho de pecho, forzudo, bronceado, Labarta se echó a llorar con un hipo infantil, como si llorase sobre la miseria de las ilusiones humanas, sobre la brevedad de una vida engañosa que necesita el oleaje de la continua renovación.
Las carretas de transportar tierra y cal eran más bastas y las movía un forzudo percherón, cuyos jaeces adornaban flecos de lana roja.
El héroe forzudo lleva bajo sus bíceps los cartuchos de dinamita con los que hacer volar istmos y montañas, y el herrero tuerto martillea día y noche para servir los incesantes pedidos de su señor Mercurio el trapacero, que robó descansadamente durante siglos detrás de los mostradores, hace ahora antesala en los Bancos y se quita con humildad el capacete con alas para suplicar al gerente el descuento de un pagaré Hasta la caprichosa Venus hace salir de su alcoba por la puerta de escape, como entretenidos vergonzosos, a sus antiguos amantes olímpicos y abre luego de par en par la puerta de honor para que entre por ella el dios despreciado.
Un chileno forzudo, gran amigo mío, se levantó con resolución.
Yo estoy lo mismo que si tuviera veinte años Yo subo de cuatro en cuatro las escaleras, y no me fatigo Yo bebo cinco botellas de , y no me tambaleo Yo derribo un toro de un puñetazo, y trinco al marinero más forzudo y le echo al agua ¿A que no rompes tú cinco nueces con los cinco dedos de la mano, y eso que te las echas de tan bruto?.
Cuando nos quedamos solos, Donata se estrechó más contra mí, oprimiendo mi cuerpo con un abrazo forzudo, y me dijo: Tuya soy, tuya me hiciste por amor, y a ti me pego, y no habrá quien de ti me separe.
Para el forzudo Batiste era un arma terrible este asiento de fuertes travesaños y gruesas patas de algarrobo, con aristas pulidas por el uso.
Era un vejete forzudo y de pocas palabras, que hablaba medianamente el castellano, llamábase Gainza y no parecía mal hombre, comentando la guerra, expresó la idea de que el país estaba ya harto de tanta trapisonda, esquilmado por las sacas continuas de mozos, forrajes, pan y contribuciones.
Si la gente no se aparta, abriéndole paso, seguramente hubiese disparado sus puños de hombre forzudo, aporreando allí mismo a la canalla hostil.
Bien la conozco dijo Sancho, y sé decir que tira tan bien una barra como el más forzudo zagal de todo el pueblo.
¡Uno es un negro horrible, otro un kurdo espantoso, y el tercero un beduino muy forzudo! Me habían atado a un camello y me arrastraban, cuando quiso Alah que les atacasen vuestros soldados y los capturaran, y a mí con ellos.
Verdad que era alegre, campechano, caritativo, modesto en el vestir, frugal en la comida, forzudo e inteligente en el trabajo, lo cual acometía a veces para predicar con el ejemplo a sus criados y colonos, que uncía un par de bueyes al aire, que sabía echar las tres ''cordadas'' con la sal del mundo sobre la balumba de un carro de yerba, y hasta conducirá éste por el camberón más ''pindio'' y entornadizo, sin que se derramara una gota de agua, aunque se pusiera lleno de ella hasta los bordes, un cántaro encima de la carga.
Entonces Bodoques, que era forzudo, tiró con brío, y un poco al sesgo, un cachurrazo al montón, y mientras la brilla salió rápida del atolladero, las cachurras saltaron como si las volara una mina, y cuál de ellas machacó la nariz del propietario, cuál la espinilla del colateral, otra levantó en la frente chichones como el puño, y alguien se quedó, tras de contuso, desarmado.
Armado hasta los dientes, penetra asimismo en las montañas y en los bosques, y destroza cuanto pasa al alcance de su plomo mortífero: lo mismo cae entonces la tímida cierva que el valiente jabalí, lo mismo persigue sañudo y feroz al oso forzudo que al débil gazapo, y lo mismo le deleita la agonía del primero que la del segundo.
Era forzudo y valiente, y andaba en la ría y en el mar, como en las tierras de labor.
y por lo forzudo, y se pasa las horas muertas jugando al billar con el Ayudante de Marina que está siempre desocupado.
Él era ágil, forzudo, complaciente, y sin duda por alguna misteriosa ley atávica a que obedecía sin darse cuenta de ello, se prestaba siempre a llevar la peor parte, a pandar, a ser gallina ciega, a todo lo que no querían hacer los niños blancos.
Y él, Mochi, sonreía con la tranquilidad comunicativa con que sonríe el titiritero sano y forzudo que hace trabajar en lo alto de una percha a un pobre niño dislocado, que en el programa se llama su hijo.
Mis brazos lo abarcaban apenas, hice un esfuerzo, el amor propio de hombre forzudo estaba comprometido, no alcanzarlo me parecía hasta desdoroso para los cristianos, redoblé el esfuerzo y mi tentativa fue coronada por el éxito más completo, como lo probaron los ¡¡¡aaaaaaaaaaaa!!! dados esta vez con más ganas y prolongados más que los anteriores.

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