Ejemplos con flemático

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

-Puedo mataros, echaros al agua con una piedra al pescuezo, puedo hacer lo que me dé la real gana -dijo el Cura flemático, comiendo y saboreando el pan y la saboga.
Érale grato el país en que había caído, la dignidad y el flemático determinismo de los musulmanes le encantaban.
Un inglés flemático interrumpió un día al intérprete:.
-¡Melindres de muchacha! -la contestaba el flemático padre-.
Murió este tal padre de ahíto como los estreñidos de cámaras, haziéndose para ello del ojo la muerte y el tiempo, cansados los dos de un hombre para nada bueno, muy flemático y de aquéllos que aun no responden, encargándoles algún negocio, «harélo, que es camino de mi casa», cuyo instrumento, en solos quatro días, fue un hartazgo en un combite que un amigo, rezién venido de las Indias, le hizo, porque era cínico en su casa y Epicuro en la agena.
Érale grato el país en que había caído, la dignidad y el flemático determinismo de los musulmanes le encantaban.
La noche vino por fin a sorprender esa impaciencia misma, leváronse los puentes, colocáronse los rastrillos, alzáronse las compuertas del foso, y la campana del castillo anunció el toque de oraciones, aun a pesar de las maldiciones del de Altamira contra el flemático obispo, que tanto retardara el momento ansiado de su dicha, y a despecho también de las murmuraciones de los jayanes y de las villanas que hubieron de aplazar forzosamente su intención de danzar, triscar y retozar aquella noche en los patios, al amor del vino y de la lumbre.
-Sí, cuando menos la mitra de arzobispo para ti y el bastón de virrey para mí -replicó con aire de zumba el flemático Ambrosio.
Después de hecha esta segregación, procedí al análisis de las partes de ella que más interés podían ofrecerme desde el punto de vista en que yo me colocaba: Chisco, un tanto flemático, con puntas de socarrón y marrullero, aspirando a casarse con Tanasia, guapa moza de verdad, en competencia con Pepazos, preferido del Topero, porque tenía algunos bienes que le faltaban a Chisco, y no me constaba de toda certidumbre si de Tanasia también, a pesar de lo arlote y simplón que era Pepazos.
-¡Bah, bah, tarea tiene para un rato! -añade el flemático camarero, retirándose a paso de tortuga y restallando la rodilla de limpiar como si fuera un látigo.
-¿Se puede saber qué suceso fue ése? -preguntó el inglés con tal expresión de curiosidad que hubiera sorprendido a un observador el hallarla en su rostro flemático.
mitad: todas andan barajadas comúnmente, la del colérico damos al flemático, la del triste.
Athos reconoció a su camarada, y con lo flemático que era soltó una carcajada que motivaba de sobra la mascarada extraña que ante sus ojos tenía: cofias atravesadas, faldas que caían sobre los zapatos, mangas remangadas y mostachos rígidos por la emoción.
Terminada la tarea y cegado por la deslumbradora claridad que irradiaba de lo alto, con una mano delante de los ojos, a guisa de pantalla, exploraba el horizonte, indeciso acerca de la dirección que debía seguir, cuando el silbido de la perdiz que levanta el vuelo y que crispa los nervios del más flemático lo hizo volverse con presteza.
—No os dé cuidado —les respondió su flemático guión—, que os prometo que sin.

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