Ejemplos con fingió

Al ver Hartmann que soldados soviéticos se acercaban para capturarlo, fingió haber sufrido heridas internas.

Durante el combate, Ric Flair llegó al ring y tomó el mazo de Triple H y fingió golpear a Triple H antes de golpear a Van Dam, permitiendo que Triple H ganará.

Payan, Mosquera hizo creer que este se lanzaría sobre Quito, Flores se lanzó a la carga y Payan fingió retirada hasta Cuaspud, cuándo los ecuatorianos cayeron en el pantano Payan atacó con violencia mientras Mosquera con tropas frescas coronó la victoria.

Aparentemente, la Reina Teuta fingió escucharles y acordó que los ilirios no atacarían a los barcos romanos si estos accedían a permitir que la piratería fuera una iniciativa privada de la reina.

Cuando Vail va a darle las noticias a Aaron, este le confiesa que fingió todo el tiempo su personalidad múltiple, y que siempre fue Roy.

El coronel Mariano Santibáñez fingió pasarse a las filas de Latorre y logró capturarlo, provocando la dispersión de sus hombres.

Dos años más tarde filmó Le Martyre de l'obèse inspirado por Colette Darfeuil que, para reavivar el amor de su marido, fingió estar enamorada de un joven obeso.

Cuando vio que Zoro intentaba atacar a uno de los Nobles Mundiales, corrió para evitarlo y fingió una escena en la cual ella lloraba mientras abrazaba a un presuntamente muerto hermano mayor Zoro.

Las fuerzas salteñas eran más poderosas, y seguramente hubieran vencido, pero el coronel Mariano Santibáñez fingió pasarse a las filas de Latorre y, cuando estuvo junto a él, lo hirió con su sable.

Entonces fingió una retirada, abandonando los vados y se atrincheró en la empalizada y las trincheras.

Tomó su desayuno en un velador del vestíbulo, leyó periódicos, tuvo que salir a la puerta huyendo de la matinal limpieza, perseguido por el polvo de las escobas y las alfombras sacudidas, y una vez allí, fingió gran interés por los músicos ambulantes, que le dedicaban romanzas y serenatas, poniendo los ojos en blanco al presentarle sus sombreros.

Aun así, quiso evitar su presencia, como si temiese algún descuido al hablar con él, y fingió trabajos en las bodegas.

Estaba impreso en alemán, pero él fingió leerlo con gran interés.

Fingió irritarse el capitán por su desobediencia.

¡Pero ese cantor, con todas sus soberbias! ¡Un hombre que él había sacado no quería decir de dónde! Y el francés, tan enterado como él de sus primeras relaciones con Karl, fingió no entenderle.

¿Quién era él? Lo sospechaba, pero fingió ignorancia, como si temiese conocer la verdad.

Aunque no le lastimó gran cosa, fingió sentir un dolor agudísimo:.

El viejo alguacil estaba hablando con agasajo a don Rufo, a un enemigo suyo, y fingió no advertir que su jefe pasaba.

Teresa se acomodó en el asiento dejándome ver los pies, primorosamente calzados, luego, cerró de un golpe el abanico, fingió que arreglaba las varillas, bajó los ojos, y después de un rato de silencio, repitió, viéndome de hito en hito:.

Todos se adelantaron a saludarme, menos mi amigo, el cual fingió que estaba muy engolfado en la lectura de El Montañés.

Castro Pérez se hinchó como un pavo, se meció en la poltrona, fingió sonrojarse, y me dijo:

Para evitar cuestiones tan a deshora, la esposa fingió que dormía.

Su acalorada fantasía le fingió entre aquellos rumores quejumbrosos otro más lamentable aún, porque era personal: un grito humano.

Un día cogí yo a Sabel por un brazo y la puse en la puerta de la casa: la misma noche se me despidieron las otras criadas, Primitivo se fingió enfermo, y estuve una semana comiendo en la rectoral y haciéndome la cama yo mismo.

Grandes carcajadas y burlas produjo en los mozalvetes el apóstrofe del veterano, y, como en pos de él se marchase la poca gente de viso que ya quedaba en el corro, penetraron aquéllos en la botica, donde el Maestro, atendida la especialidad de las circunstancias, les dejó meter mano al cajon del , y hasta fingió no reparar en que algunos se empinaban las botellas del jarabe simple, del jarabe de corteza de cidra y del jarabe de altea.

La llamada fingió no haberlo oido, pero D.

Lo cual visto por don Quijote, dejó las blandas plumas, y, no nada perezoso, se vistió su acamuzado vestido y se calzó sus botas de camino, por encubrir la desgracia de sus medias, arrojóse encima su mantón de escarlata y púsose en la cabeza una montera de terciopelo verde, guarnecida de pasamanos de plata, colgó el tahelí de sus hombros con su buena y tajadora espada, asió un gran rosario que consigo contino traía, y con gran prosopopeya y contoneo salió a la antesala, donde el duque y la duquesa estaban ya vestidos y como esperándole, y, al pasar por una galería, estaban aposta esperándole Altisidora y la otra doncella su amiga, y, así como Altisidora vio a don Quijote, fingió desmayarse, y su amiga la recogió en sus faldas, y con gran presteza la iba a desabrochar el pecho.

La doncella barbera, cuando le tuvo con un palmo de jabonadura, fingió que se le había acabado el agua, y mandó a la del aguamanil fuese por ella, que el señor don Quijote esperaría.

Bien dijo el cura me parece esta novela, pero no me puedo persuadir que esto sea verdad, y si es fingido, fingió mal el autor, porque no se puede imaginar que haya marido tan necio que quiera hacer tan costosa experiencia como Anselmo.

Lloró, rogó, ofreció, aduló, porfió, y fingió Lotario con tantos sentimientos, con muestras de tantas veras, que dio al través con el recato de Camila y vino a triunfar de lo que menos se pensaba y más deseaba.