Ejemplos con filigrana

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esta doble calidad, que aparece ya en filigrana a lo largo de los grados masónicos y se confiere plenamente por el armamento de Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, no es a emplear solamente en el mundo de los siglos XII o XVIII, sino que es atemporal.
Se llama filigrana sentada cuando los hilos se sueldan sobre una base, y filigrana al aire o calada cuando los hilos se unen entre sí, sin base.
La Filigrana: Es un esquema decorativo diseñado mediante hilos que se sueldan a una lámina de base.
En la Península Ibérica, sobre todo en Galicia, para ser exactos en la comunidad antigua de coyolar se han hallado buenos ejemplares de dichos brazaletes, collares, aretes en espiral y pendientes de oro, algunos de ellos con aplicaciones de filigrana que podrían ser de la época del arte ibérico propiamente dicho.
Este se complementa con largas cadenas de oro, aretes, rosario de coral o filigrana y rebozo de Santa María.
En el templo religioso católico del Cabuyo la única imagen sagrada es la del NIÑO JESUS, diminuta figura, vestido con una capa especial en seda florida y filigrana, que recubre su cuerpo y sobre su cabeza una pequeña corona dorada.
La Artesanía paraguaya ofrece también delicados textiles tales como el bordado conocido como aho poí, el encaje llamado ñandutí, joyería en filigrana de oro y plata, vasos de cuerno tallado, hamacas, mantas, tallas de madera, objetos de cerámica e infinidad de otros artículos en los que se destacan la creatividad y la destreza de los artesanos.
Cada segmento presenta un nuevo desafío a los dedos y la mente, las victorias recompensadas con una nueva filigrana añadida a la melodía.
Con estas formas decorativas se relaciona el granulado y la filigrana.
El premio es, por norma general, entregado por el Jefe del Estado o un representante suyo y consiste en un sable de hoja curvada sobre la que va la inscripción conmemorativa y un puño de madera con filigrana de oro.
El traje de los negritos es el traje de gala de Montehermoso y está compuesto por un chaleco bordado con botones de filigrana, camiseta, pañuelo de colores, calzón de paño, faja bordada, calcetas, alzapón y chías.
Del mismo período son varios cálices de plata, entre os que destaca uno cuya base está cubierta por una fina filigrana, en forma de redecilla.
Arquivoltas y jambas están trabajadas en filigrana, combinando hojarasca gótica con un sinfín de curiosos personajes y animalillos.
Destacan las columnas esquineras, más gruesas y únicas, con fustes profusamente decorados y capiteles en filigrana que se salen ya de los cánones más rigurosos del estilo cisterciense.
Luego escribió ¡El alma de la copla! una prolongación de la primera, y las piezas teatrales ¡Gracia y justicia!, ¡Morena clara!, que más tarde seria llevada al cine por Imperio Argentina y posteriormente por Lola Flores, y ¡Filigrana! que también sería adaptada al cine por Concha Piquer.
Pero es en el pequeño museo situado a los pies del templo, en el lado del Evangelio, donde se conservan algunos de los objetos artísticos más valiosos, en especial la gran Cruz de Plata encargada por el deán de la catedral de Santiago de Cuba -Nicolás Estévez Borges-, considerada la mayor cruz en filigrana de plata del mundo.
Admiraba las cadenas de oro hueco fabricadas para las payesas, los botones de filigrana con una piedra en el centro, reputando en su interior todos estos objetos como las obras más perfectas y maravillosas creadas por el arte de los hombres.
Las hileras de botones de filigrana brillaban en las mangas postizas del jubón.
De éste surgían unas mangas de terciopelo de distinto color que el jubón, adornadas con doble fila de botones de filigrana, obra de los plateros.
El dormido vió que Freya vestía un justillo de mangas sueltas ajustadas a los brazos, con botones de filigrana de oro, que unas joyas algo bárbaras adornaban su pecho y sus orejas, que una falda de flores cubría el resto de su persona.
Amén de las porcelanas, había piezas de argentería antigua y pesada, de esas que se legan de padres a hijos en los honrados hogares de provincia: monumentales salvillas, anchas bandejas, soperones rematados en macizas alcachofas, había cofres de madera embutidos de nácar y marfil, arquillas de hierro labradas como una filigrana, tanques de loza con aro de metal, de formas patriarcales, que recordaban los bebedores de cerveza que inmortalizó el arte flamenco.
Los árboles selectos, bien nutridos, tenían en su mayor parte tonos de felpa verde, intensos y aterciopelados, pero algunos amarilleando ya, se encendían al sol poniente como pirámides de filigrana de oro.
La de Bayona le pareció linda como un dije de filigrana, pero no pudo oír en ella tan devotamente la misa: se lo estorbaba la pulcritud esmerada del templo, semejante a caja primorosa, los colores vivos de las figuras neobizantinas pintadas sobre oro en el crucero, o la novedad de aquel coro descubierto, de aquel tabernáculo aislado y sin retablo, el moverse de los reclinatorios, el circular de las alquiladoras de sillas.
La conversación con las damas ha de ser de plata fina, y trabajada en filigrana leve, como la trabajan en Génova y México.
Era una babucha, pero una babucha inverosímil por su tamaño, de raso blanco, con puntera de filigrana de oro y lazos de pluma de cisne sujetos con esmeraldas: una preciosidad artística, cortada sin duda alguna a la medida del pie de un hada, y hecha, más bien que para encerrar un pie humano, para guardar joyas y dijes sobre el tocador de una dama.
Hasta la gitana buñolera que se ponía a freír y a vender sus buñuelos en la esquina de la casa de don Acisclo, gitana muy sentenciosa, llamada la Filigrana, más célebre por sus sentencias que el mismísimo Pedro Lombardo, dijo en tono irónico:
Reparó que la moza no llevaba pendientes y que tenía una oreja rota, entonces recordó habérsela partido él mismo, al aplastar con la culata de su escopeta el zarcillo de filigrana, en un arrebato de brutales celos.
Tenía aún el traje de fiesta con el cual la viera Julián danzar pocas horas antes junto al crucero y en el atrio, pero el de rico paño se encontraba manchado de tierra, el dengue de grana se le caía de los hombros, y uno de sus largos zarcillos de filigrana de plata, abollado por un culatazo, se le había clavado en la carne de la nuca, por donde escurrían algunas gotas de sangre.

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