Ejemplos con fascinadoras

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Desde el muelle de Maliaño hasta Renedo, hay más que suficiente distancia para que un pollo endose un centenar de fascinadoras miradas, para que reciba otras tantas incendiarias, y para que crea que ha hecho efecto.
La multitud olvidando sus terrores, al escuchar de su Cemí, unas palabras que llevaban la esperanza a su yerto corazón, sintió nueva vida en su ser, e impulsada por el decreto sobrenatural que les ordenaba hacer la guerra a los extranjeros, y las palabras fascinadoras del jefe de los caciques, exclamó al oírle: «Agueinaba las ahuyentará», levantando sus brazos, en muestras de confianza y aclamación.
¿Adivinó algo de esto el jinete? ¿Fue tan solo efecto de la inveterada costumbre de no dejar hembra sin ojeada, por si acaso? Lo cierto es que sus miradas eran intensas, constantes, fascinadoras.
Tanto llegó a fatigarle este mal, que al fin, triste y mohíno, fue a llamar otra vez a la puerta del sabio, a quien encontró en la misma severa biblioteca, alumbrado por las pupilas glaucas y fascinadoras del búho.
Avanzó un paso y clavó las pupilas triangulares, glaucas y fascinadoras como las aguas de un estanque encantado, con una mirada imperativa en el cobarde, que seguía perdiendo terreno.
Nada tengo que decir de los poetas, porque, con la desdichada excepción de Wordsworth, han permanecido realmente fieles a su elevada misión y son universalmente conocidos como gentes sobre las cuales se puede contar totalmente en las obras de Herodoto, al que, a pesar de las superficiales y mezquinas tentativas de los modernos escoliastas para comprobar la veracidad de su historia, puede llamarse con justicia, el Padre de las Mentiras en los discursos públicos de Cicerón y las biografías de Suetonio, en lo mejor de Tácito, en la Historia Natural de Plinio, el Periplo de Hannón en todas las Crónicas de los primeros tiempos, en las Vidas de los Santos, en Froisart y sir Thomas Mallory, en los Viajes de Marco Polo, en Olaus Magnus y Aldrovandi y Conrad Lycosthenes, con su magnífico Prodigiorum et Ostentorum Chronicon, en la autobiografía de Benvenuto Cellini, en las Memorias de Casanova, en la Historia de la Peste, por Defoe, en la Vida de Johnson, de Boswell , en los despachos de Napoleón, y en las obras de nuestro querido Carlyle, cuya Revolución francesa es una de las novelas históricas más fascinadoras que se han escrito nunca: en todas estas obras, repito, los hechos se mantienen en el sitio subordinado que les corresponde o desechados al terreno de la estupidez.
Embriagado el doctor por las fascinadoras miradas, por la coquetería infernal, por la elegancia, por la hermosura aristocrática y por la juventud inmarcesible de su prima, le aseguró que respetaba a su mujer, pero que no la amaba, que casi la odiaba por su causa.
Hasta tuve deseos de confinarme para siempre en esas llanuras fascinadoras,.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba