Ejemplos con familiaridad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sólo que en aquellas partes la sombra y el drama pasan sordamente, aisladamente, disimuladamente, sin comunicarse, en tanto en la casa de huéspedes, la obligada familiaridad, que comienza en la mesa redonda, solidariza a esas sombras efímeras y quebranta los sigilos del drama individual.
Mi padre lo había absorbido todo, en revoltiño, y luego lo aplicaba a su modo, ya con tino, ya desatinadamente, ora a pelo, ora a contrapelo, pero siempre con familiaridad despampanante.
Y la familiaridad con las ciencias y subsecuente visión por miríadas de imágenes se obtiene profesando, por vocación y con fe, en una casa de huéspedes.
Al fin, eran las dos doncellas cobrizas las que ayudaban al patrón, uniéndose a él con una familiaridad de compañeras de destierro.
El capitán le tenía acostumbrado a tal familiaridad.
Sus visitas terminaban en la cocina, invitado por el tío , que le trataba con una familiaridad paternal.
Tal vez le faltase colocación, tal vez los otros capitanes no quisieran de él, por considerarle habituado a una excesiva familiaridad, pero si era necesario, volvería a ser patrón de barca de cabotaje ¡Adiós! Aquella noche no dormiría a bordo.
Lucía también comenzaba a recobrar la antigua familiaridad con Miranda, algo interrumpida últimamente por la novedad de la situación respectiva de ambos.
A pesar de la diferencia de categorías, el segundo trataba al cocinero con afectuosa familiaridad.
Mientras el marino volvía a atacar su desayuno, con la familiaridad de un amante que ha llegado a la posesión y no necesita ocultar y poetizar sus necesidades groseras, ella se sentó en una vieja , encendiendo un cigarrillo.
Las dos mujeres trataban al conde con una familiaridad de buen tono, como personas de su mismo mundo, pero el marino creyó notar en ciertos momentos que le tenían miedo.
Se adivinaba su familiaridad con el arma que tenía en la mano.
Este viejo apodado Caracol otro amigo antiguo de Ferragutera el cocinero de a bordo, y aunque no se atrevía a tutear al capitán, como en otros tiempos, la expresión de su voz daba a entender que mentalmente seguía usando de esta familiaridad.
En todos se notaba una afectuosa y sincera familiaridad.
Aquel hombre, que había huido de su tierra acosado por la pobreza treinta años antes, hablaba de millones con asombrosa familiaridad y se burlaba de la mediocridad de los negocios peninsulares.
Bueno: que no se niegue cuando se trata de una ofensa grave ¿Dónde está aquí la ofensa grave? Vamos a ver, que me lo digan, ¿dónde está? ¡Válgate Dios! ¡Válgate Dios! ¡Cuánto mejor sería estar metido entre las sábanas tomando el chocolate! ¿verdad, mi queridín?profirió don Feliciano, poniéndole la mano sobre el hombro con gran familiaridad.
Al llegar arriba atravesaron una vasta antesala donde gran número de jóvenes se apresuraron a abrirles paso y saludarles con la familiaridad que se usa en los pueblos pequeños.
La reía ante los temores de la señorita, a la que trataba con la misma familiaridad que cuando era niña.
Todos corrieron a su encuentro, y Jacobo el primero, mas antes, deteniéndole Currita por el brazo, con familiaridad de prima cuarta de su esposa legítima, le dijo:.
Había ido a las ferias de los lugares cercanos y a algunas romerías, y no esquivaba la conversación de las gentes, aunque con tan juicioso y bien templado decoro, que atinaba a desechar la familiaridad excesiva, sin ofender al vidrioso y sin alentar al audaz y confiado.
Acordose de que su amante le había ofrecido ponerle casa, y establecer entre ambos una familiaridad regular dentro de la irregularidad.
La única persona que no participaba ni poco ni mucho de este respeto era Papitos, que cada día le trataba con familiaridad más chocarrera.
Por último, las dos amiguitas y otras que se acercaron movidas de la curiosidad, y hasta la propia doña Calixta, que solía descender a la familiaridad con las alumnas ricas, reconocían, por encima de todo sentimiento envidioso, que ninguna niña tenía cosas tan bonitas como la de la tienda de Filipinas.
En la sociedad madrileña, la más amena del mundo porque ha sabido combinar la cortesía con la confianza, hay algunos y que, aun después de haber conquistado la celebridad por diferentes conceptos, continúan nombrados con esta familiaridad democrática que demuestra la llaneza castiza del carácter español.
Nucha le ofrecía de vez en cuando golosinas y calderilla, y el rapaz, como suele suceder a las fieras domesticadas, contrajo excesiva familiaridad y apego, y costaba trabajo echarle de allí, encontrándosele por todas partes, donde menos se pensaba, a manera de gatito pequeño viciado en el mimo y la compañía.
El decoroso fausto del señor de la Lage, sus bandejas y candelabros de plata, su mueblaje rico y antiguo, la respetabilidad de sus relaciones, compuestas de lo más selecto de la ciudad, su honesta tertulia nocturna de canónigos y personas formales que venían a hacerle la partida de tresillo, sus criados respetuosos, a veces descuidados, pero nunca insolentes ni entrometidos, todo se le figuraba a don Pedro sátira viviente del desarreglo de los Pazos, de aquella vida torpe, de las comidas sin mantel, de las ventanas sin vidrios, de la familiaridad con mozas y gañanes.
Rápidamente se había establecido entre don Pedro y las señoritas de la Lage el género de familiaridad inherente al parentesco en grado prohibido pero dispensable: familiaridad que se diferencia de la fraternal en que la sazona y condimenta un picante polvito de hostilidad, germen de graciosas y galantes escaramuzas.
Sabel, por su parte, a medida que el banquete se prolongaba y el licor calentaba las cabezas, servía con familiaridad mayor, apoyándose en la mesa para reír algún chiste, de los que hacían bajar los ojos a Julián, bisoño en materia de sobremesas de cazadores.
El cazador alto se volvió hacia los demás, con familiaridad y dominio.

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