Ejemplos con explícate
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Vamos, explícate: ¿confesó que le era simpática? ¡El siempre le echa unos ojos!.
Explícate, hombreañadió doña Lupe, que era viva de genio.
Pero vamos a ver, explícate, ¿cuándo será eso?.
-¿Qué quieres decir? Explícate.
- ¿De qué? ¡Explícate de una buena vez!.
Explícate, vive Dios, y si en algo estimas la inmunda vida que arrastras, indícame los medios de liberar a Matilde.
Francamente, no te comprendo Donata, veamos, explícate, ¿qué es lo que te pasa?.
-Pues explícate, Carlos.
-Explícate, -dijeron a la vez los tres amigos.
-¡Explícate, por Dios, hijo! No comprendo todavía qué es lo que ha habido.
-¡Ah! explícate bien: lo que quieres decir es que vamos a Nueva Orleans.
-¿Qué pasa Cumandá? ¡Explícate, explícate, por Dios! Yo sólo sé que acabas de salvarme por tercera vez, pues una flecha se ha clavado en el tronco en que me apoyaba.
Con que a ver, hombre, explícate.
Explícate, explícame las monstruosidades que han pasado aquí.
¿Qué sucede? Vamos, explícate, sin cortedad.
Explícate.
-Si quieres que yo te crea, explícate pronto -dijo Lucila perdiendo a escape terreno-.
-Explícate.
-Explícate con claridad -dijo el viajero viendo que ella no proseguía.
La nodriza, escandalizada hasta el límite extremo, alargó el pescuezo para entender mejor, y dijo: ¡Oh princesa, líbrete Alah de todas las cosas inconvenientes! ¡Esas palabras no son de las que tú acostumbras a decir! ¡Por favor, explícate más, y si es broma que gastas con nosotras, date prisa a decírnoslo!.
Además, aseguran que soy rica por parte de mi madre, demasiado rica tal vez, explícate, pues.
-Pero confiesa, Tomás, que todo eso se dice mejor que se hace, y comprende que ese aldabón me inspire miedo, explícate la razón que tengo para tenerle el mismo asco que si fuera de hierro líquido.
Y al leer estas palabras bordadas con letras de oro en el extremo de la cinta, retiró en seguida la mano y dijo: Explícate qué significa todo esto.
Y sorprendiéndole la facilidad con que Alí-Nur le regalaba aquella maravilla, dijo: Explícate ¡oh joven! y no temas confesármelo todo, pues tengo tanta edad que podría ser tu padre: ¿temes ser detenido y castigado por haber robado acaso a esa joven, o piensas cedérmela por tus deudas? Entonces le contestó Alí-Nur: ¡Por Alah! ¡Oh pescador! a esta esclava y a mí nos ha ocurrido una aventura tan asombrosa, y somos víctimas de desdichas tan extraordinarias, que si se escribieran con una aguja en el ángulo interior del ojo, servirían de lección a quien las leyera con respeto”.
Di, explícate.
-Pues explícate con dos mil demonios, porque tengo el alma que me cabe en el puño.
-Explícate -le dije algo nervioso, sin duda por el exceso de mi curiosidad.
-Pero ¿qué es? ¿Qué ha sucedido? Explícate.
