Ejemplos con estuche

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuando Krusty le va a entregar el violín a la niña, ella descubre que el estuche estaba lleno de billetes, por lo cual le agradece a su padre y vuelve a amarlo.
El estuche geométrico es el receptáculo de un conjunto de instrumentos que sirven para dibujar figuras geométricas planas, de finos trazos rectilíneos o curvos.
Los detectores están contenidos en un estuche sellado al vacío y enfriado muchos grados bajo cero Celsius por un voluminoso y costoso equipo criogénico.
El ala derecha nuestra fue el blanco de sus tiros y su objeto principal, parapetándose en el pequeño monte del abra, pero después de dos horas y media de un fuego muy nutrido en que fue preciso contener con espada en mano a nuestros soldados dentro del limite que yo les había señalado, huyó despavorido por distintas direcciones, dejando en nuestro poder quince rifles, muchas paradas, cuatro espadas, un botiquín con su correspondiente repuesto de medicinas, un estuche de cirugía, quince bestias mulares y otras tantas caballares con sus correspondientes monturas, diez botes de latas y otros muebles de menos importancia como chamarras, gorras, sombreros, cuchillos, espuelas, botas y pistolas descompuestas.
El ala derecha nuestra fue el blanco de sus tiros y su objeto principal, parapetándose en el pequeño monte del abra, pero después de dos horas y media de un fuego muy nutrido en que fue preciso contener con espada en mano a nuestros soldados dentro del límite que yo les había señalado, huyó despavorido por distintas direcciones, dejando en nuestro poder quince rifles, muchas paradas, cuatro espadas, un botiquín con su correspondiente repuesto de medicinas, un estuche de cirugía, quince bestias mulares y otras tantas caballares con sus correspondientes monturas, diez botes de latas y otros muebles de menos importancia como chamarras, gorras, sombreros, cuchillos, espuelas, botas y pistolas descompuestas.
Se lleva a cabo el sorteo para seleccionar el estuche que contiene las esferas que se utilizarán en el sorteo.
Se comercializan en forma de pequeñas madejas, salvo algunas casas que las presentan forradas en un fino estuche de plástico, lo que impide que se ensucie.
Un delgado estuche metálico en color gris, con una impresión en color negro del rifle de asalto Lancer.
Penetro la arcana alquimia que se está operando en su estómago a tiempo que deglute, sé cómo las proteínas, grasas y carbohidratos, almidones y azúcares de los alimentos que delicadamente va introduciendo en el precioso estuche de su boca se truecan al final en tejido orgánico, y no quiero profundizar más en estas observaciones entrañables, porque llegaría a términos lastimosos.
Y sacó de su estuche de raso un abanico de nácar, cuyo delicado país de encaje de Bruselas temblaba al aliento como la espuma del mar al soplo de la brisa.
Al salir del pabellón encontró a un capitán igual a los otros, con el casco puntiagudo y enfundado, el uniforme color de mostaza, botas de cuero rojo, sable, revólver, gemelos y la carta geográfica en un estuche pendiente del cinturón.
Renunciaba con gusto a aquella sombra de vida dentro de un estuche de piedra, atormentado por el mal físico y el miedo a la ferocidad de los hombres.
Encima tendió una colcha de almidonadas randas, y puso sobre ella el pequeño ataúd traído de Valencia, una monada, que admiraban todas las vecinas: un estuche blanco galoneado de oro, mullido en su interior como una cuna.
Gorito Sardona, mico de guardia aquella noche, tomó el estuche de manos del lacayo y púsolo sobre la mesa, llamando a gritos a Currita.
Acudió esta seguida del diplomático, y un ligero grito que pareció arrancarle la admiración, y le arrancaban en realidad el temor y la sorpresa, se escapó de sus labios a la vista del estuche Habíale recordado al punto otro enteramente semejante, con la sola diferencia de que sobre el oscuro terciopelo de la tapa de aquel otro se destacaba, bajo una corona de marqués, una caprichosa de oro mate, y en este sólo se veía en aquel lugar un poco chafado el terciopelo Tres segundos permaneció, sin embargo, inmóvil, contemplando el estuche, sin osar abrirlo, agrupábanse todos a su alrededor, oprimiéndola y estrujándola contra la mesa, ansiosos de contemplar la maravilla, y no hubo más remedio que apretar el resorte y levantar la tapa.
Currita bajó las escaleras apoyada en el brazo de Butrón, encontrando al pie de su berlina, preciosa monería, verdadero juguete forrado de raso azul con botones de terciopelo, que parecía el delicado estuche destinado a guardar una joya.
Y aquí se detuvieron los dos, convencidos por completo de haberse engañado recíprocamente, creyendo ella, hecha una furia, que Jacobo, de acuerdo con Butrón, había marchado a negocios del partido sin decirle una palabra, juzgando él, hecho un basilisco, que Currita y Jacobo se emancipaban de su tutela, constituyéndose en cantón independiente y obrando por cuenta propia en los negocios políticos Un suceso repentino impidióles seguir explorando con la misma habilidad los respectivos campos: entró un criado trayendo un gran estuche de terciopelo granate muy oscuro, magnífico regalo para la , que acababan de traer a aquella hora intempestiva con la idea deliberada, sin duda, de que pudiera ser admirado al mismo tiempo por toda la brillante concurrencia.
Una exclamación general de asombro se escapó de todos los labios, ahogando el sordo rugido de rabia y despecho que hinchó la garganta de Currita Sobre el blanco terciopelo que forraba el interior destacábase, en toda su magnificencia, la obra maestra de Enrique de Arfe, el marco antiguo de plata cincelada que había regalado ella a Jacobo en aquel mismo estuche, con su propio retrato de reina japonesa Este había desaparecido, y veíase en su lugar otra extraña fotografía: representaba una camelia de tamaño natural, y echada sobre ella como sobre el alféizar de una ventana, aparecía el busto de una mujer, de la dama duende que todos conocían, apoyada la mejilla izquierda sobre ambas manos cruzadas, mirando al frente con provocativa insolencia, sacando la lengua con gesto de pilluelo redomado a todo el que mirase el retrato por cualquier lado que fuese, por debajo, leíase escrito con muy buena letra inglesa:.
En la una, las patatas amarillentas, los reventones garbanzos sacando fuera del estuche de piel su carne rojiza, la col, que se deshacía como manteca vegetal, los nabos blancos y tiernos, con su olorcillo amargo, y en la otra fuente las grandes tajadas de ternera, con su complicada filamenta y su brillante jugo, el tocino temblón como gelatina nacarada, la negra morcilla reventando, para asomar sus entrañas al través de la envoltura de tripa, y el escandaloso chorizo, demagogo del cocido, que todo lo pinta de rojo, comunicando al caldo el ardor de un discurso de club.
no las quiero ni las necesito, provisiones de boca en un cesto muy grande, pasaporte para el extranjero en la cartera, espolines en su estuche, y agujeros para ellos en las botas.
Sobre la mesa estaba su estuche de costura, que era una caja de tabacos.
No me parece maldijo Guillermina, sacando del estuche sus anteojos y calándoselos.
Dos o tres días antes de la ceremonia se recibió un paquetito procedente de Segovia, y dentro de él un estuche.
Todo esto miraban de entre unas breñas Cardenio y el cura, y no sabían qué hacerse para juntarse con ellos, pero el cura, que era gran tracista, imaginó luego lo que harían para conseguir lo que deseaban, y fue que con unas tijeras que traía en un estuche quitó con mucha presteza la barba a Cardenio, y vistióle un capotillo pardo que él traía y diole un herreruelo negro, y él se quedó en calzas y en jubón, y quedó tan otro de lo que antes parecía Cardenio, que él mesmo no se conociera, aunque a un espejo se mirara.
Todavía porfiaba mi marido, con la gorra en la mano, a querer ir acompañando al alcalde, viendo lo cual mi señora, llena de cólera y enojo, sacó un alfiler gordo, o creo que un punzón, del estuche, y clavósele por los lomos, de manera que mi marido dio una gran voz y torció el cuerpo, de suerte que dio con su señora en el suelo.

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