Ejemplos con esterilla

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Generalmente se recomienda además del saco y la esterilla llevar ropa seca de recambio, linterna y alimentos.
Se sirven fríos sobre una esterilla de bambú, acompañados de nori en juliana y una salsa,.
La esterilla o aislante es una plancha de goma utilizada para aislar la humedad y el frío del suelo.
El saco y la esterilla o aislante son las piezas fundamentales del equipo de vivac.
El pilón estaba dentro de un círculo de cemento que tenía una esterilla, la que a su vez se conectaba con el desagüe, es decir, en el mismo lugar donde se botaban los desperdicios se sacaba el vital elemento.
¡Doña Monchiña de mi vida, mire qué guapa le va esta esterilla dorada!.
Es el caso, que aquellos señores maestros les pareció que la media hora que hay de licion, a licion, la ocupaban los estudiantes no en repasar las liciones, sino en holgarse conmigo, y así ordenaron a mis amos que no me llevasen mas al estudio: obedecieron, volviéronme a casa, y a la antigua guarda de la puerta, y sin acordarse el señor viejo de la merced que me habia hecho, de que de dia y de noche anduviese suelto, volví a entregar el cuello a la cadena y el cuerpo a una esterilla, que detras de la puerta me pusieron.
Y ayudándole los demás, cogió a Ghanem y la esterilla en que estaba echado y lo colocó sobre el camello, sujetándole bien para que no se cayese.
Durante veinticuatro horas estuvo toda la casa en movimiento, criados que bajaban precipitadamente por las escaleras de servicio, palafreneros y mozos de cuadra limpiando los caballos, lustrando los coches, colocando gasas y crespones en los faroles, guarniciones y portezuelas, dependientes de la funeraria llevando a hombros inmensos cortinones de terciopelo negro, robustos e innumerables cirios, la repisa de peluche sobre la cual había de descansar el ataúd, el ataúd mismo, el ataúd que inspiraba deseos de morirse sólo por el gusto de que le metieran a uno en él, por las otras escaleras subían los sirvientes a brazadas, flores y más flores, blancas unas, rojas otras, de vivos y penetrantes perfumes las más de ellas, rosas de té, rosas dobles, claveles, jacintos, un jardín de Valencia entero y verdadero que se desparramaba por los peldaños, por la antecámara, por los salones, hasta caer en montón sobre la esterilla de una estancia, donde varias mujeres y algunos hombres tejían coronas, ramos, guirnaldas, canastillos, cuantos caprichos e inventos les proporcionaban sus facultades naturales y los adelantos de su industria.
Así llegó a una aldea, y entró en la mezquita, cayendo extenuado sobre una esterilla, apoyado contra la pared.
Las privaciones y el dolor hicieron que Ghanem cayera enfermo, y gritó echado sobre la esterilla de la mezquita durante un mes, y se debilitó su cuerpo, y cambió de color, y le devoraban las pulgas.
Con las piernas cruzadas sobre su esterilla, grave el talante y pensativa la mirada, Abdalá el Susi ve llegar los camellos agobiados bajo tremendas cargas con grandes manchones de alquitrán en su piel, para defenderlos de la sarna, pasan los cadíes de las tribus, en visita de ceremonial al Alto Comisionado, revestidos por magníficos albornoces escarlatas.
Algunos días después de estas pacientes meditaciones podíamos encontrar a Abdalá el Susi sentado sobre una esterilla a la sombra del arco de ladrillo que forma la puerta de Bab el Estha.
Dos grandes pieles de tigre extendidas sobre la alfombra acentuaban la impresión de lujo oriental, a la que contribuía una enorme hookah colocada sobre una esterilla en un rincón.
Se sentaron, pues, a la luz de la luna en la esterilla blanca, y con la inspiración propicia en la serenidad de la hermosa noche, se pusieron a cantar y a beber, en tanto que los dulces rayos del astro les iluminaban hasta el éxtasis.
Ya he mandado que le preparen una habitación con su lecho, y una esterilla nueva, y su jarro, y su palangana.
Y me hizo sentar en la esterilla, y la joven me puso detrás un cojín, para que descansara mejor, y fué a colgar en su sitio las armas de su hermano, y a traerle agua perfumada para lavarle la cara y las manos.
Y al verle echado en la esterilla y reducido al estado de sombra, empezaron a hacer mil suposiciones.

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