Ejemplos con espasmódico

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Entonces vino un clamor que reveló la naturaleza seria del peligro y animo al gobierno por lo menos a un esfuerzo espasmódico.
Cólico nefrítico: es un dolor espasmódico originado en la región lumbar que se irradia hacia los genitales externos, de gran intensidad.
el temblor físico, movimiento espasmódico producido por el frío, el miedo o ciertas enfermedades.
Mi horario es el espasmódico de la intuición recreada.
Aquel gran espasmódico que Belarmino iba a tener, caso que Escobar viniese de visita, ¿en qué consistiría? ¿Le recibiría bien, o le despediría con cajas destempladas? Volvió a probar.
Candelaria me despidió con bramidos mezclados de un reír espasmódico.
La tía Consolación es un calmante enérgico de mi estado espasmódico, por su bendita indiferencia de todos los asuntos que no sean sus devociones y la paz de su casa, por carecer en absoluto del defecto esencialmente femenino, la malditísima curiosidad.
Estas ideas, que quizás procedían de un fenómeno espasmódico, la confortaron, pero al salir volvió a sentirse acometida del miedo.
Lo peor fue que viéndole su mujer tan retortijado y hecho todo una , creyó que tenía el dolor espasmódico que le solía dar, y como el mejor remedio para eso eran las friegas, Nicanora le propuso dárselas, y al oír tal proposición, tembláronle a Ido las carnes, viéndose descubierto y perdido.
Candelaria me despidió con bramidos mezclados de un reír espasmódico.
Don Roque sintió también unos pitidos muy lejanos, hacia el Oeste, luego, y más próximo, el son clamoroso de una bocina, después, por encima de una peña vio unas guedejas flotantes de humo tan blanco como la nieve, y, por último, abocar a la llanura de aquel lado la faz monstruosa, negra como la pez y con un ojo solo hacia la frente, como los cíclopes de la fábula, llamados ojáncanos por Brezales, del monstruo que conducía en la panza lo que aguardaba el pobre hombre con descomedidas emociones, tan descomedidas, que, al ver aquello, le dio el corazón diez porrazos contra las paredes del pecho, llegó el hormigueo de antes a ser temblor espasmódico, empalideció el moreno sucio de su cara, y comenzó a no encontrar en el andén espacio bastante para revolverse.
Era aquello un ataque de insano furor espasmódico.
–Oye– la murmuré lacerado, como quien manotea a ciegas en un precipicio, mientras las flotantes manos suyas, de un cárdeno espasmódico, subieron a asentar el cabello en sus sienes invisibles– ¿Quieres decirme una cosa?.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba