Ejemplos con escalones

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se descendía desde el portal por unos escalones de piedra.
¡A paseo, tío! ¡A hablar de esas cosas que tanto le animan, y que los pobres oyen con la boca abierta! Tenga cuidado al subir los escalones.
Los pordioseros charlaban sentados en los escalones de la puerta del Mollete.
Los pordioseros sentados en los escalones de la puerta le miraban curiosamente, sin atreverse a tenderle la mano.
Por fin se decidió a seguirlas, y bajó los siete escalones del claustro, pues la catedral, edificada en un barranco, se halla más baja que las calles contiguas.
Pero empujada de un lado a otro, acabó rodando por los resbaladizos escalones, y su frente chocó contra una arista de la piedra.
A las siete de la noche, ya batían las puertas del suntuoso teatro las oleadas de la muchedumbre, que, habiendo de conquistar su asiento por derecho de prioridad, se disponía a subir de seis en seis los doscientos escalones que conducen al.
Es en la casa de los escalones de piedra Después que echó aquel brindis estúpido, Izquierdo habló de subir a gatas a casa de su hermana, y de bajar rodando por los escalones de piedra Ya sé, pues, dónde está.
Jacinta le cogió del brazo, y rebasados los primeros escalones, empezó el diálogo.
Pues por el orden siguiente, he ido descubriendo estos hechos: Que Fortunata no se ha muerto, que está en Madrid, que vive cerca de la Plaza Mayor, que vive en la Cava de San Miguel, en la casa de los escalones de piedra, que está fuera de cuenta desde hace un mes, y que D.
Muchos dependientes de tiendas se lanzaron por aquellos escalones de piedra en busca de noticias del simpático enfermo, que padecía de un reuma agudo en la pierna derecha.
Si me dejara llevar de la inspiración, aseguraría que es la misma casa aquella, la de los escalones de piedra.
Y con el decoro propio de un paso de minueto, la pareja entró por el Pazo de Limioso adelante, subiendo la escalera exterior que conducía al claustro, no sin peligro de rodar por ella: tales estaban de carcomidos los venerables escalones.
Finalmente, sacaron a luz la verdad de todas sus sospechas los escalones que ella habia contado cuando la sacaron del aposento tapados los ojos, digo, los escalones que habia desde allí a la calle, que con advertencia discreta contó, y cuando volvió a su casa, dejando a su hijo, los volvió a contar y halló cabal el número, y confiriendo unas señales con otras, de todo punto certificó por verdadera su imaginacion, de lo cual dió por estenso cuenta a su madre, que como discreta se informó si el caballero donde su nieto estaba, habia tenido o tenia algun hijo, y halló que el que llamamos Rodolfo lo era, y que estaba en Italia, tanteando el tiempo que le dijeron que habia faltado de España, vió que eran los mismos siete años que el nieto tenia.
También alabó este segundo soneto Anselmo, como había hecho el primero, y desta manera iba añadiendo eslabón a eslabón a la cadena con que se enlazaba y trababa su deshonra, pues cuando más Lotario le deshonraba, entonces le decía que estaba más honrado, y, con esto, todos los escalones que Camila bajaba hacia el centro de su menosprecio, los subía, en la opinión de su marido, hacia la cumbre de la virtud y de su buena fama.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba