Ejemplos con erial

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En los pastizales que comprenden El Erial de Los Llanos, ocasionalmente y en los meses de más lluvia, se forma una pequeña laguna natural que desagua subterráneamente en los dos arroyos, al este, hacia una zona también inundable conocida como La Ería del Nustel en el barrio de La Mata, y ak oeste hacia la fuente de El Pontón y el cauce de La Regona.
Erial del farol: Lugar en el extremo occidental de Narnia, en el cual se ubica un farol, plantado por Jadis al inicio de los tiempos.
En el interior del Erial del Farol nace un río que se une al Río Congelado, llamado así porque en el tiempo de la Bruja Blanca estaba congelado, en ese punto se construyó el Dique de los Castores, donde también se edificó el Castillo de Miraz.
El mundo de Narnia fue creado por Aslan frente al llamado Erial del Farol, al occidente de Narnia, el cual se encuentra rodeado de un bosque.
Ama el rock y se declara seguidora de bandas underground, como Behemoth o Dark Erial.
Mi vida parece echada a perder, el futuro me parece un erial pavoroso, pero pienso seguir luchando por tener esperanza contra toda esperanza.
Creyendo que los Reyes Peter, Susan, Edmund y Lucy o hasta el mismo Aslan recurrirían en su ayuda, enviaron mensajeros a los lugares mágicos de Narnia, dónde era más probable que aparecieran, la ardilla Patterwig al Erial del Farol, y el enano Trumpkin a las cercanías de Cair Paravel.
El poder de su canción es tan grande que incluso la barra de hierro, cayó en tierra fértil, crece en el funcionamiento de una lámpara posterior, y comienza a brotar como lo hacen los árboles frutales, y ahora se convierte en el Erial del Farol.
Hacia el oeste, se extiende la antigua plaza de la ermita, hoy convertida en erial e invadida por vegetación ruderal.
En el extremo oeste se extiende la antigua plaza de la ermita, hoy convertida en erial.
¿Era mano de hombre o de mujer? ¿era de vivo, o de cadáver? Lucía lo ignoraba, pero los misteriosos llamamientos de aquella diestra desconocida la atraían cada vez más, y corriendo, corriendo, trataba de acercarse a la casa, pero el erial se prolongaba, detrás de unas calles de arena venían otras, y después de andar horas y horas aún veía delante de sí larguísima hilera de plátanos entecos, cuyo fin no se divisaba, y la casa de Artegui más lejana que nunca.
No se distinguía la verja sino a distancia fabulosa, como una hilera de puntos brillantes, allá en el horizonte, y tal aumento de proporciones acrecentaba la tristeza del mezquino jardín, haciéndolo parecer más bien seco y agostado erial.
¡Oh placer! ¡oh gloria! el erial quedaba debajo, surcaba la región ambiente, pura, serena, azul, y ya la casa no estaba lejos, y ya se acababan los eternos plátanos, y ya distinguía el cuerpo dueño de la mano era un cuerpo esbelto sin delgadez, dignamente rematado por una cabeza varonil y melancólica pero que entonces se sonreía cariñosamente, con expansión infinita.
Luego, en la tierra, colocado entre las amargas olas de los mares y las punzantes malezas de los campos, el hombre, sintiendo siempre sobre la cabeza el perdurable martirio de la duda, y bajo sus pies un erial rebelde al trabajo, manchado y envilecido por el primer pecado.
Yo no vengo aquí como el padre Carantoña a tomar chocolate y a recibir morcillas, vengo a arrojar una semilla fructífera en este erial, vengo a arrojar una palabra en este desierto, con esperanza de que alguna vez sea oída.
Yo contemplaba a Amparo con el mismo placer con que se contempla una cosa bella, fresca, pura, encontrada por acaso en el erial de la vida.
la grama del erial su infausta espiga.
¡Allá adivino el Polo alumbrado intensamente, erial solitario que ningún pie humano llegará a hollar nunca! Y en aquella región de continuo espanto creo divisar el eje misterioso de la Tierra.
Por eso nunca olvidaré el amor que nos inspiraron otros dos o tres peñones, semejantes al de Pinos, que encontramos de pie, enteramente solos, en mitad de la arena, y escalonados a larga distancia uno de otro, como gigantescas estatuas del dios Término, o más bien como Estaciones o Ventas colocadas allí por el verdadero Dios para hacer posible la travesía de aquel desconsolado erial.
Dicen que a pesar de la distancia de doce jornadas que hay desde el río hasta el erial, el árabe condujo el agua a tres parajes distintos por tres canales separados.
Más allá de la referida loma, para quien va hacia el Noto tierra adentro de la Libia, el país es un desierto, un erial sin agua, un páramo sin fiera viviente, sin lluvia del cielo, sin árbol ninguno, sin humedad ni jugo.
El valle de Lemus, tan pintoresco y ameno en nuestros días, gracias al cultivo de su feraz terreno, era, en la época antigua de que vamos hablando, un vasto erial inculto, donde pacían los ganados de los muy reverendos abades y señores solariegos y jurisdiccionales del país, y cuya vegetación poderosa era una fuente inagotable de riqueza para los adelantos propagadores de la industria pecuaria.
A saber: que en una tierra como ésta, querida, seca, desdichada, de España, donde por ahora toda miseria espiritual y material tiene su asiento, basta, sin embargo, la firme voluntad honrada de un puñado de gente animosa, puesta al servicio de un ideal, para crear un núcleo social de vida que, con ser, como es, sólo un comienzo, maravilla verlo crecer y prosperar y dar fruto, en medio del erial de nuestra educación pública, abriendo camino a la esperanza entre los propios, y atenuando nuestra vergüenza ante los extraños.
''en terreno sin jugo, erial y estéril.
Su padre, que era viudo, y habitaba en el erial cercano, ganaba su subsistencia acarreando en su barca la leña del bosque al señorío de Silkeborg y también a la ciudad de Rauders.
Cada una de las desviaciones o disonancias de un momento: ráfaga de entusiasmo que calienta el ambiente de una vida apática, acierto o intuición que rasga las sombras de una mente oscura y torpe, vena de alegría que brota en un vasto erial de horas tristes, inspiración benéfica que interrumpe la unidad de una existencia consagrada al mal: cada una de estas desviaciones de un momento, es como un claro que se abre de improviso sobre un horizonte de bonanza, y ofrece, para la reacción redentora de la voluntad, un punto de partida posible.
¡Ay de aquel cuya vida es un amarillento erial cubierto de espinas, que le recuerdan otras tantas rosas llevadas por el viento!.
A las once supo la mujer, que su chico y Aborigen estaban juntos y echados de bruces en el erial próximo á la parroquia.
asco y desdén florecían como espinas en el desnudo erial de su alma.

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