Ejemplos con epifonema

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por extensión, recibe el nombre de epifonema cualquier texto que sintetice el contenido o tema de otros.
! al final de una conversación, sería un ejemplo de epifonema.
Después de comentar y reír al caso de la carta, rompió en este bien entonado epifonema: ¡A qué extremo llegan ya, Dios mío, los desvaríos de esta sociedad!.
Al llegar aquí lanzaba el autor una larga epifonema y luego ariadía:.
Viviendo siempre con este temor de los calumniadores, no cenaba con ninguno de los ciudadanos, ni trataba con ellos, ni asistía a sus ordinarias creaciones, en una palabra: no gustaba de semejantes pasatiempos, sino que, cuando era arconte, permanecía en el consistorio hasta la noche, y del Senado salía el último, habiendo entrado el primero, y cuando no tenía negocio público alguno, no se dejaba ver ni admitía a nadie, quieto siempre y encerrado en casa. Sus amigos recibían a los que concurrían a hablarle, y les pedían que le disculparan, porque estaba ocupado en negocios públicos de grande urgencia e importancia. El que principalmente representaba esta farsa, y se desvivía para conciliarle autoridad y opinión, era Hierón, que se había criado en su casa, y a quien el mismo Nicias había ejercitado en las letras y en la música. Dábase por hijo de Dionisio, a quien apellidaron Calco, y de quien se conservan todavía algunas poesías, y que, enviado de comandante de una colonia mandada a Italia, fundó la ciudad de Turios. Este, pues, trataba con los agoreros, de parte de Nicias, en la interpretación de los prodigios y los arcanos, y hacía correr en el pueblo la voz de que Nicias llevaba, por sólo el bien de la república, una vida infeliz y trabajosa, pues ni en el baño ni en la mesa dejaban de ocurrirle asuntos graves, teniendo abandonados sus intereses por cuidar los de su pueblo, tanto, que nunca se acostaba sino cuando los demás habían dormido el primer sueño. De donde provenía estar también su salud quebrantada, y no tener gusto ni humor para conversar con sus amigos, habiendo llegado a perderlos por los negocios públicos, justamente con su hacienda, cuando los demás, ganando amigos y enriqueciéndose con las magistraturas, lo pasan muy bien y se divierten en el gobierno. Y en realidad de verdad, tal venía a ser la vida de Nicias, por lo que él mismo se aplicó aquel epifonema de Agamenón: La majestad preside a nuestra vida, mas de la multitud somos esclavos.
Vuelto hacia el otro lado, soltó un hermoso epifonema, después una vituperación, inmediatamente una histerología o locución prepóstera, y luego, señalando al Provincial de Segovia, en cuyas filas se ocultaban los asesinos, gritó: Que les delaten inmediatamente sus compañeros, o el regimiento será diezmado en el acto.

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