Ejemplos con envuelta
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Yo no presto dinero, señoracontestó apaciblemente el viajero, sin volver la faz ni dejar de mirar el alba, que rompía por los cielos envuelta en leves vapores de rosa y nácar.
Aún tenía la cabeza envuelta en trapos y la cara cruzada de chirlos, luego del descomunal combate que una mañana sostuvo en el camino con otros de su edad que iban como él a recoger estiércol en Valencia.
¡Dulces instantes aquellos! Angelina, de pie cerca del pretil, envuelta en el rebozo, caídos los brazos con placentera indolencia, entre las manos la escoba perezosa.
En la pieza siguiente, cerca de la ventana cerrada, yacía la enferma sentada en un sillón de vaqueta, envuelta en grueso pañolón de lana.
Cesó el estertor, como si se cerraran los escapes de aquella locomotora que sonaba a lo lejos, y al quedar la alcoba envuelta en un silencio fúnebre estallaron sollozos y lamentos en toda la casa.
En el fondo de los ojos de Tónica veía él la reducción del paisaje, las verdes charcas del río, los cañares, la arboleda, el azulado cielo, y las nubecillas que resbalaban veloces antojábansele, vistas en tal espejo, el alma de su amada, que pasaba y repasaba tras las pupilas envuelta en vaporosas vestiduras.
Toda esta invasión de figurones que trotaba por la ciudad, voceando como un manicomio suelto, dirigíase a la Alameda, pasaba el puente del Real envuelta con el gentío, y así que estaban en el paseo, iban unos hacia el Plantío para dar bromas insufribles, sonando las bofetadas con la mayor facilidad.
A la izquierda lejano caserío, la fábrica, el real , los establos, hacia los cuales volvía el ganado, la capilla con su torre envuelta en un manto de hiedras, a la derecha la vega villaverdina iluminada por los últimos reflejos del sol, y en el fondo las altas montañas de la Sierra, sombrías, boscosas, coronadas de abetos y de ocotes.
Cuando estaba loco, adivinaba por inspiración, bien lo sabes, y recordarás que te anuncié todo lo que iba a pasar La verdad venía entonces a mí envuelta en una especie de simbolismo, como las verdades reveladas a los pueblos de Oriente.
Lo malo era que en aquellas largas horas, a veces aburridas, que pasaba de rodillas ante el Sacramento, la faz envuelta en un gran velo al modo de mosquitero, la pecadora solía fijarse más en la custodia, marco y continente de la sagrada forma, que en la forma misma, por las asociaciones de ideas que aquella joya despertaba en su mente.
Encontraban mujeres con pañuelo a la cabeza y mantón pardo, tapándose la boca con la mano envuelta en un pliegue del mismo mantón.
Su conciencia, envuelta en horrorosas nieblas tocante a lo fiscal, manifestábase pura y luminosa en lo referente a la propiedad privada.
