Ejemplos con envenenadores

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Bajo el León nacen grandes comedores y derrochadores, y todos los que aman dominar: bajo la Virgen, mujeres y fugitivos y presos, bajo las Escamas, carniceros y perfumistas y todos los comerciantes detallistas, bajo el Escorpión, envenenadores y asesinos, bajo el Arquero, gente bizca, que miran los vegetales y los eliminan con la panceta, bajo Capricornio, los encallecidos hijos del trabajo duro, bajo Acuario, o el Barquero, posaderos y cabezas de calabaza, bajo Piscis, o los Peces, buenos cocineros y conversadores.
No hubo ataques masivos contra los Judios envenenadores después del periodo de la Peste Negra, pero las acusaciones se volvieron parte del dogma y lenguaje antisemita.
Mi cuerpo se rebela hace tiempo contra los repugnantes bodrios de nuestros cocineros, inmundos envenenadores del humano linaje.
Otra nube de jesuitas ambiciosos, intrigantes y envenenadores, corruptores de las conciencias y opresores de los Estados, una gusanera de monjas rebelándose contra las leyes de la naturaleza, y cantando con voz gangosa salmos en latín contrahecho, un tropel de beatas chismosas, haraganas y soberbias, otro rebaño de creyentes invadiendo los templos para dar culto a su fanatismo, y poblando a otras horas las casas de juego, los salones de baile, la plaza de toros, los lupanares.
En efecto, he notado siempre que los envenenadores son cobardes.
La pena que en Persia se da, según la ley, a los envenenadores es la siguiente, tienen una piedra ancha sobre la que ponen la cabeza del criminal, y con otra piedra se la machacan y muelen hasta quedar deshechas la cara y la cabeza, y ésta fue la muerte que tuvo Gigis.
-Sí, pero esperar rodeado de asesinos y de envenenadores.
Eran bandidos, falsarios, envenenadores, incendiarios, asesinos, parricidas.
Y con este rumor, el gobernador Camino, que era execrado por cuantos no recibían sus favores, que las familias excomulgaban por sus notorias costumbres, que nunca había hecho nada notable ni siquiera bueno, ni aun regular, resultó un defensor de los intereses del pueblo, que el Presidente de la República quería suprimir, una víctima del sistema, un cordero pascual, y nosotros, el doctor Orlandi, yo, Correa, ¡quién sabe cuántos más!, unos envenenadores, unos Borgia de nuevo cuño.
pueblos! ¿No es evidente que todos esos gobiernos son los envenenadores.
artificialmente mantenidas en su seno por una multitud de envenenadores oficiales.
A pesar de su atavío montemartresco, evocaba vagamente su figura la de uno de aquellos sutiles príncipes florentinos, artistas y envenenadores.
El maldiciente, cobarde entre todos los envenenadores, está seguro de la impunidad, por eso es despreciable.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba