Ejemplos con entreabrió

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se acercó a la puerta central de las butacas, la entreabrió y echó una rápida mirada a los palcos.
Después de largo rato, la sirvienta entreabrió la vidriera:.
Entreabrió los ojos, y durante un minuto no apartó la mirada de mí.
Al cabo de un momento, la criada entreabrió de nuevo:.
Jacobo leyó todo ello con atención, mas sin sorpresa, y como si todo lo que allí se trataba le fuera conocido, tan sólo al recorrer los últimos artículos en que el nombre del marqués de Sabadell aparecía consignado, una sonrisa truhanesca entreabrió sus labios mientras murmuraba:.
Su boquita de ángel se entreabrió un momento para dejar escapar su secreto, como deja escapar una flor su fragancia, y de nuevo tornó a bajar los ojos, poniéndose más y más encarnada, y guardando silencio, con una cándida sonrisa dibujada sobre los labios.
Al cabo de buen rato de espera, se entreabrió la puerta del gabinete y escucháronse las frases de cortesía de dos personas que se despiden.
¡Qué fue el primer día en que una sonrisa borró la grave y cómica seriedad de la diminuta cara y entreabrió con celeste expresión el estrecho filete de los labios! No era posible dejar de recordar el tan traído como llevado símil de la luz de la aurora disipando las tinieblas.
Me retiré, pues, y en el corredor, una puerta se entreabrió para dejarme ver el lindo rostro de Presentación y una blanca manecita que me saludaba.
Celestino, y cuando este sacudía el polvo de su manteo y alisaba con la manga las rebeldes felpas del sombrero de teja, la puerta se entreabrió, y una cara enjuta, arrugada y morena, con ojos vivarachos y tunantes, una cara de esas que son viejas y parecen jóvenes, o al contrario, cara a la cual daba peculiar carácter toda la boca necesaria para contener dos filas de descomunales dientes, apareció en el hueco.
Y sin preocuparse de que la miraran o no, entreabrió la camisa de seda que al principio se había apresurado a echarse encima, y se deslizó lo más cerca posible del joven, y le rodeó con sus brazos, y juntó los muslos con los suyos, y le dijo frenéticamente al oído: ¡Toma! ¡Poséeme toda! ¡Verás cuán obediente y amable soy! ¡He aquí los narcisos de mis pechos y el vergel de mi vientre, que es muy suave, mira! ¡He aquí mi ombligo, que gusta, de la caricia delicada, ven a disfrutar de él! ¡Después saborearás las primicias de la fruta que poseo! ¡La noche no será bastante larga para nuestros juegos! ¡Y gozaremos hasta que sea de día.
El doctor entreabrió la puerta, tomó de manos de la criada un vaso en el que había dos o tres cucharadas de jarabe, y volvió a cerrar.
El niño entreabrió la boca y volvió desdeñosamente la cabeza.
No obstante, con gran asombro de Teresa, Luigi permaneció mudo y ni siquiera entreabrió sus labios para pronunciar una palabra durante el resto de la noche.
Enseguida, sin que tuviese tiempo de darme cuenta, por lo rápido que fué el movimiento, se entreabrió la puerta y vi a una joven regordeta que me sonreía.
Se entreabrió la puerta para oír mejor la música, se separó la mesa hacia un rincón, y apretándose unas a otras las parejas, sin poder moverse del sitio que tomaban, se empezó aquel baile improvisado.
con los poros abiertos a la vida, se acercó a la puerta, la entreabrió poco a poco y se puso a mirar.
Y tan impetuoso había sido el sentimiento, que entreabrió las ramas del laurel, y avanzó hacia Josefina.
Cuando entreabrió los labios, las inodoras brisas.
Cuando entreabrió los ojos, cual rayo de alegría,.
su alma entreabrió las transparentes alas.
Asombrada, entreabrió suavemente las maderas, y al notar que su ama nada decía, las abrió del todo, de golpe.
-y una llamarada de juventud alumbró la cara resignada y melancólica, y una risa dulce entreabrió los labios frescos y puros.
Apenas el ermitaño acabó de decir estas palabras, hizo una mueca muy rara, entreabrió la boca, estiró las piernas y se quedó muerto.
Su fantasía se entreabrió, como enorme cáliz de datura cargado de aroma.
Acababa de fumarme el más sabroso de los cigarros del día, el que fumo meciéndome en el cierre de cristales de mi casa, después de la comida a la española embalsamada la boca por el gusto dominador del café y recreados los ojos por la vista, siempre nueva de la bahía, donde los barcos se cuelan como alciones en su nido, y una pereza deliciosa embargaba mis potencias cuando se entreabrió la portier y entró, agitado, mi amigo y consocio en varios círculos.
Lorenza se enderezó y se aproximó a la ventana, que entreabrió con cautela.
Entreabrió sus párpados, y solo pudo encontrar un globo vidrioso y empañado, del que había huido toda luz.
Un criado, entreabrió la puerta, encendió.
Alborotaron cuanto quisieron sin que nadie les pusiese coto, en el edificio no se entreabrió una ventana, no se filtró luz por las rendijas: cansados y desilusionados, los cencerreadores se retiraron a dormir ellos también.

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