Ejemplos con enternece

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Hoy, después de tanta civilización, centenares de miles de blancos sufren igualmente en las minas, y es injusta esa sensiblería que se calla cuando la víctima es uno de su raza y sólo se enternece cuando el que pena es de otro color Como España estuvo gravitando sobre Europa durante siglo y medio y dejó resentidos por su dominio a muchos pueblos, no ha habido mentira ni exageración que la venganza haya dejado de lanzar después contra ella.
¿Y ha visto usted cuántos milagros? ¿No le enternece eso?.
Paréceme que estoy viendo aquel rostro moreno, tipo hermoso de la raza indígena, afinado por el cruzamiento en dos o tres generaciones: obscuro, muy obscuro del color, estrecha la frente, alto el cráneo, salientes los pómulos, la barba escasa, escasísima, los ojos pequeñitos, negros, negros y vivos, la mirada franca, el aire resuelto, como en todo aquel que no tiene en su vida acción que le avergüence, que a nadie teme y de nadie es temido, que así se enternece a la vista de ajenos dolores como rechaza sereno, con dura franqueza, con valerosa resolución, a quien le ofende o desconfía de él.
¡Ah!, ¡si vieras qué interés tan grande demuestra por ti en sus cartas, qué alabanzas tan calurosas hace de tus méritos, si vieras cómo te pone por esas nubes, cómo lamenta tu orfandad, y cómo se enternece considerando que eres de su misma sangre, y que a pesar de esta natural preeminencia careces de lo que a él le sobra! Te repito que trabajando mucho y ahorrando más, el Sr.
Pues si la madama se enternece con el Sr.
Y suponed que cuando acabéis de pronunciar esa blasfemia aparece de repente el sol en una explosión de luz y de armonía: que lleváis una mano a vuestros ojos que se deslumbran, y otra sobre vuestro corazón que se enternece lleno de una nueva vida, y que cuando volveis a abrir los ojos os encontráis de nuevo en las tinieblas, enardecido por el próximo y candente recuerdo de la luz divina que os ha deslumbrado, de la armonía de los cielos que ha reanimado vuestro ser y después de haber supuesto esto suponed vuestra desesperación, vuestro dolor.
¡Oh princesa y señora universal del Toboso! ¿Cómo vuestro magnánimo corazón no se enternece viendo arrodillado ante vuestra sublimada presencia a la coluna y sustento de la andante caballería?.
Nos enternece encontrar que el clavel blanco sana el corazón, el jazmín los ojos y que la rosa paraguaya cicatriza las heridas.
Papá se enternece y, abogando por la muchacha, le dice a su hermano el presidente Morosini que no le va a comprender porque no tiene hijos, el otro le contesta que hable sin embargo, el senador entonces le cuenta el caso, pero sucede lo que había previsto, que como no tiene hijos, todo es griego para él.
¡Borrachera perpetua! Con el agradecimiento y la curda, ha llegado a creerse que era verdadero hijo el difunto, y se enternece hablando de él.
-Sí -respondió el abate-, me enternece mucho.
-Amigo eres mío, o no le tengo en el mundo, un sentir me enternece de un tiempo acá, y contigo le quiero tratar como corresponde.
:¿Sabes tú, quizás, de dónde es esta blanda flora, que yo no sé de dónde es, que enternece, cada día, el paisaje, y lo deja dulcemente rosado, blanco y celeste -más rosas, más rosas-, como un cuadro de Fray Angélico, el que pintaba la gloria de rodillas?.
Pero se enternece, igual que un niño, con Platero.
Por ende gózome, Pármeno, que ayas limpiado las turbias telas de tus ojos e respondido al reconoscimiento, discreción e engenio sotil de tu padre, cuya persona, agora representada en mi memoria, enternece los ojos piadosos, por do tan abundantes lágrimas vees derramar.
El jurado se enternece con el revólver, y arregla benévolamente los casos desgraciados.
Del corazón nacen los grandes afectos y los grandes odios, del corazón nacen los pensamientos sublimes y las sublimes aberraciones, del corazón nace lo que me estremece y me enternece, lo que me consuela y lo que me agita.
El hombre hasta cuando ama, es práctico y luchador, prevé y mide, mal convencido, en lo que acierta, de las ventajas de la instrucción, no se enternece demasiado ante la palidez y la melancolía del maestro.
¡Pobre prima mía! Este capricho me enternece.
Y Zalamero se enternece de veras y suspira porque ha hablado con el corazón.
me enternece.
Pues si la madama se enternece con el Sr.
Ven acá y dime, ¿acaso mi hermano te ha negado en absoluto las delicias de la maternidad? ¿Acaso ha mostrado saña o prevención contra ese pobre niño? ¿No te envió su bendición para ti y para él, no te escribió diciéndote que te ama hoy como antes, que te perdona todos tus yerros, que se enternece sólo de pensar en esa inocente criatura que has dado a luz, y que la ama con fraternal cariño?.
Si tú, hija mía de mi alma, meditando mucho en esto, lograras penetrarte bien de la idea del sacrificio tan sublime, si consiguieran asimilártela y hacerla tuya, ¡cuán grande facilidad hallarías para dar al problema de tu vida la solución que te propongo! ¿Pero no te dice nada tu corazón, no se enternece contemplando el inmenso amor de la sacratísima víctima del Calvario? Lo que a gritos dice tu situación social y los acontecimientos, ¿no lo ha de decir tu corazón? Yo veo tan claro esto, niña mía, que no comprendo cómo puedes dudar.
Como Pascal, no comprendo al que asegura no dársele un ardite de este asunto, y ese abandono en cosa «en que se trata de ellos mismos, de su eternidad, de su todo, me irrita mas que me enternece, me asombra y me espanta», y el que así siente «es para mí», como para Pascal, cuyas son las palabras señaladas, «un monstruo».

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