Ejemplos con enseñado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Quizás Angustias canta también, le habrán enseñado pensaba Belarmino.
Le ha enseñado usted la práctica de la paciencia, esa virtud tan necesaria para salvarse.
Al fin se acordó de una oración, que le había enseñado el Padre Urtazu, y dijo: Dios mío, por vuestra Cruz, dadme paciencia, paciencia.
¡si viera usted! me parece que se me ocurrieron cosas muy buenas y eficaces le hablé de que Dios nos manda las penas para convertirnos a él, de que son visitas que nos hace, en resumen, todo lo que usted me ha enseñado además le decía que bien podía creer que no era el único en sentir a aquella pobre señora, aquella santa, que yo la lloraba con él, aunque sabía que estaba gozando ahora de la gloria y que la envidiaba.
¿Qué le habías enseñado para defenderse de la malicia del mundo? ¿Qué armas tenía para conservar incólume eso que llamas honor? Vosotros, tú y tu mujer, la dabais ejemplo del respeto que merece el dinero y un nacimiento elevado dejando entrar en vuestra casa a aquel muchacho, acogiendo como un honor que un señorito se fijase en vuestra hija.
No me extraña su indignación: usted repite lo que le han enseñado.
Sabe que irá al cielo o al infierno, lo cree así porque se lo han enseñado, pero se deja llevar por la corriente de la vida, sin esfuerzo alguno por escoger un sitio u otro.
Os han enseñado un origen del mundo mezquino y rudimentario, el que imaginaron unos cuantos judíos haraposos e ignorantes en un rincón del Asia, y que, escrito en un libro, ha sido aceptado hasta nuestros días.
Dice que ya que no le dejaron matar toros para hacerse rico, matará hombres si es necesario para salir de pobreza, que él tiene derecho a disfrutar como cualquier señor, y que todos los ricos son unos ladrones Pero hermano, ¡por la Virgen!, ¿les has enseñado realmente esas cosas tan horribles?.
Doña Visita me lo ha enseñado de lejos, llorando la pobre.
Pero ahora la pobreza vergonzante y cuidadosamente ocultada le había enseñado el valor del dinero.
Es hábil, ingeniosa: ella sola se ha enseñado a leer, a escribir, a coser, a bordar, a hacer calceta, a picar papel y a fabricar dulces, flores de trapo y otras manufacturas primorosas.
De Africa y de Oriente llegarán compañías de pájaros a cantar lo que Dios les haya enseñado: se tenderán alfombras de yerba en los campos: doseles de verdura cubrirán los bosques: el sol atizará sus caloríferos, y el ambiente se dilatará tibio y amoroso como un animal acariciado.
Al arrojar la cerilla en el suelo, esta cayó encendida, y Fortunata la miró con vivo interés, recordando una de las supersticiones que le habían enseñado en su juventud.
Mire usted, amigo Maximiliano, yo creo que todo lo que debemos saber sobre eso, ya nos lo han enseñado.
Y nunca estaba Jacinta más celosa que cuando su marido se daba aquellos aires de formalidad, porque la experiencia le había enseñado a conocerle, y ya se sabía, cuando el Delfín se mostraba muy decidor de frases sensatas, envolviendo a la familia en el incienso de su argumentación paradójica, seguros.
Germán en la capilla de los Dolores Hoy reciben congrio en la casa de Martínez, me han enseñado los despachos de Laredo llena eres de gracia, el Señor es contigo coliflor no hay, porque no han venido los arrieros de Villaviciosa por estar perdidos los caminos ¡Con estas malditas aguas!, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
El se lo había enseñado Juanito aquella noche, lo mismo que el decir, también en estilo mimoso, , y otras tonterías y chiquilladas empalagosas, dichas de la manera más grave del mundo.
Desde niño le había enseñado su madre a reverenciar la sangre ilustre, y aquel pergamino escrito con tinta roja, miniado, dorado, le parecía cosa muy veneranda, digna de compasión por haber sido pisoteada, hollada bajo la suela de sus botas.
La edad viril le había enseñado y dado a conocer cuánto es el mérito y debe ser la corona del sacerdote puro.
Mi prima es un ángel, y padeciendo por mí, me ha enseñado muchas cosas que antes no sabía.
Yo, sin embargo, estoy por lo contrario, y sea testigo mi sobrino, a quien he enseñado la sublime lengua.
Si él sabe lo que le han enseñado y nada más.
—Ea, niña, dijo la jitana vieja, no hables mas, que has hablado mucho, y sabes mas de lo que yo te he enseñado, no te asotiles tanto, que te despuntarás: habla de aquello que tus años permiten, y no te metas en altanerías, que no hay ninguna que no amenace caida.
Tenia Clotaldo un hijo llamado Ricaredo, de edad de doce años, enseñado de sus padres a amar y temer a Dios, y a estar muy entero en las verdades de la fe católica.
Con éstos iba ensartando otros disparates, todos al modo de los que sus libros le habían enseñado, imitando en cuanto podía su lenguaje.
Respondíle en breves palabras que así lo haría, y que tuviese cuidado de encomendarnos a Lela Marién, con todas aquellas oraciones que la cautiva le había enseñado.
A lo cual respondería yo que este fin se conseguiría mucho mejor, sin comparación alguna, con las comedias buenas que con las no tales, porque, de haber oído la comedia artificiosa y bien ordenada, saldría el oyente alegre con las burlas, enseñado con las veras, admirado de los sucesos, discreto con las razones, advertido con los embustes, sagaz con los ejemplos, airado contra el vicio y enamorado de la virtud, que todos estos afectos ha de despertar la buena comedia en el ánimo del que la escuchare, por rústico y torpe que sea, y de toda imposibilidad es imposible dejar de alegrar y entretener, satisfacer y contentar, la comedia que todas estas partes tuviere mucho más que aquella que careciere dellas, como por la mayor parte carecen estas que de ordinario agora se representan.
Ésta sí será letura digna del buen entendimiento de vuestra merced, señor don Quijote mío, de la cual saldrá erudito en la historia, enamorado de la virtud, enseñado en la bondad, mejorado en las costumbres, valiente sin temeridad, osado sin cobardía, y todo esto, para honra de Dios, provecho suyo y fama de la Mancha, do, según he sabido, trae vuestra merced su principio y origen.
Vos tenéis razón razón, Sancho dijo la duquesa, que nadie nace enseñado, y de los hombres se hacen los obispos, que no de las piedras.

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