Ejemplos con enjuta

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Aparece la figura de la reina erguida de cuerpo, enjuta de rostro, las manos crispadas y la vista vuelta hacia el féretro.
Una mujer le salió al paso: una mujer enjuta de carnes, con la tez algo cobriza y unos ojos grandes, negros, ardientes.
Su acompañante es más alta, más estirada, menos accesible, como si recogiese en su enjuta persona de dama de compañía todo el orgullo y la altivez de que se despoja la señora.
Su cara era más enjuta y cobriza, como si estuviese tostada por las llamas del Purgatorio.
Con una mano enjuta mostraba la balanza, símbolo del alimento escaso, que iba a alcanzar el valor del oro.
Fernando, ante estos vestigios de la época del Imperio, evocaba en su imaginación el típico caballero del Brasil tradicional, tal como lo había visto en libros y grabados: galante en sus maneras, sentimental y poético como un lusitano, la cara enjuta y pálida, con ancha perilla, sudando bajo la levita negra y el cilindro lustroso del sombrero de copa, un quitasol bajo el brazo y unos pantalones blancos de hilo por toda concesión al clima de su país esplendoroso.
Acariciólos Primitivo con su enjuta mano, pues era sumamente afectuoso para los perros, y al nieto, que en pos de los perros venía, le dio una especie de festivo soplamocos.
A través del cristal vimos la corpulenta y recia momia del nieto de los Reyes Católicos, de la cabeza a los pies, completamente desnuda, perfectamente conservada, un poco enjuta, es cierto, pero acusando todas las formas, de tal manera que, aun sin saber que eran los despojos mortales de Carlos V, hubiéralos reconocido cualquiera que hubiese visto los retratos que de él hicieron Ticiano y Pantoja.
Vimos desaparecer su enjuta figura entre una masa uniforme de brazos y manos.
Pues ya los portugueses es cosa larga de pintarse sus condiciones y propiedades, porque como son gente enjuta de cerebro, cada loco con su tema, mas la de casi todos es que puedes hacer cuenta que el mismo amor vive en ellos envuelto en lacería.
le es útil la vianda enjuta, y particular, como si dijésemos: este es hombre, o tal o.
En éstas y otras comenzó a darme en la nariz un olor muy agradable de fritangas, y con él entró en la sala un rapaz como de seis años, con la jeta muy pringosa y la ropilla estropeada, después otro de igual pelaje, pero de menos edad, enseguida otro menor que los dos, luego una muchachuela rubia, de ojos saltones, muy enjuta de canillas y larga de brazos, tras ella, otra rapaza morena, carrilluda, de ojos negros y gruesas pantorrillas, la cual traía de la mano a un chiquitín muy risueño que se tambaleaba al andar con sus patucas estevadas, y, por último, llegó el muchacho que con su descomedida diligencia había sido la causa de cuanto estaba sucediendo allí.
moreno del cutis atezado por el sol, la cara enjuta y grave de Oscar.
Uno decía que ya la había hallado, y si la piedra filosofal se había de hacer de la cosa más vil era fuerza hacerse de corchetes, y los cocieran y distilaran si no dijera otro que tenían mucha parte de aire para poder hacer la piedra, que no había de tener materiales tan vaporosos, y así se resolvieron que la cosa más vil del mundo eran los sastres, pues cada punto se condenaban, y que era gente más enjuta.
Para mejor, subió un candidato, y nos prometimos, luego de analizar su facha enjuta y pretensiosa, hacerlo víctima de nuestras invenciones.
Tales responsabilidades suelen caer sobre los hombres que no niegan su poca fuerza al mundo, y viven para aumentarle el albedrío y decoro, que la expresión queda como vedada e infantil, y apenas se puede poner en una enjuta frase lo que se diría al tierno amigo en un abrazo.

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