Ejemplos con enfermizas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las personas asustadas se vuelven enfermizas, enflaquecen y son atormentadas con delirio de persecución.
Solo en mentes enfermizas podía concebirse tal idea, sin embargo, tuvo que buscarse un Chivo expiatorio y lo encontraron precisamente en la persona del que más había luchado y sufrido para defender su Institución.
Notese que en este contexto, curiosidad tiene el sentido medieval de atracción a cosas enfermizas o malevolentes.
Se me dirá que esto no acontece sino a las naturalezas enfermizas y anormales.
Como el clima es muy frío y el terreno bastante ingrato, los habitantes se limitaban, antes de que yo llegara aquí, a cultivar algunos pobres árboles que no les servían más que para darles sombra: unas cuantas y tristes flores nacían enfermizas en los cercados, y en vano se hubiera buscado en las casas la más común hortaliza para una ensalada o para un puchero.
Todas sus ansias y suspicacias eran enfermizas, y usted no ignora de qué modo se sufre y se hace sufrir con este modo de ser.
Pero no, no quiero lucirme: que se luzcan ellas, las simpáticas y enfermizas niñas de esta casa.
Hoy le viniera bien poder cambiar la fragancia de droguería que usan estas damiselas enfermizas, como disimulo de las pestilencias de la civilización, por aquel tufillo de cebolla, compañero de la salud del alma y del cuerpo.
Y todo esto, más que nadie, lo sentía el viejo, al ver a sus hijos empeñados en el ingrato trabajo de cuidar, en estrechos retazos de campo alto rodeados de agua, sus ovejas enfermizas, sin poder casi reservar nada para sembrar un poco de maíz o de alfalfa.
idioma las sensaciones enfermizas y los sentimientos complicados que.
Vio las pálidas y enfermizas figuras de las pobres niñas que cantaban un coro, y las robustas y un tanto groseras de los músicos, que, hinchando gravemente los carrillos, hacían resonar los heridos instrumentos.
¡Déjame huir, oh selva, de tus enfermizas penumbras, formadas con el hálito.
, todas esas manifestaciones, todos estos planes, organizaciones, listas de hombres, tal vez batallones, regimientos y legiones, son exageraciones caducas de imaginaciones enfermizas, repetidas hasta la saciedad.
Todas las formas corrosivas de la degeneración desfilan en ese calidoscopio, como si al conjuro de un maléfico exorcismo se convirtieran en pavorosa realidad los más sórdidos ciclos de un infierno dantesco: parásitos de la escoria social, fronterizos de la infamia, comensales del vicio y de la deshonra, tristes que se mueven acicateados por sentimientos anormales, espíritus que sobrellevan la fatalidad de herencias enfermizas y sufren la carcoma inexorable de las miserias ambientes.
Reducir el idealismo a un dogma de escuela metafísica equivale a castrarlo, llamar idealismo a las fantasías de mentes enfermizas o ignorantes, que creen sublimizar así su incapacidad de vivir y de ilustrarse, es una de tantas ligerezas alentadas por los espíritus palabristas.
sensual me han perseguido, las tentaciones enfermizas se respiran con.
Las muchachas aseguraron que lo habían pasado admirablemente, que no cabía cosa más divertida que un té así, pero fue lo positivo que dos o tres quedaron enfermizas y tristonas, y que Toria, al siguiente día, recayó con caracteres graves, y fue milagro que se la pudiese salvar.
almas inciertas, enfermizas, desorientadas en la civilización actual, que no.
Al fin, y cediendo a ganas casi enfermizas de tentar la suerte, dio una sacudida más y ¡zas! recibió en un ojo, con una fuerza bárbara, el clavo sacado de la pared por la cinta elástica.
Juana ha dicho que el hortelano de Chambon, enamorado de ella, que es un montón de carne soez, con unos ojos a lo Soleilland, la hizo proposiciones enfermizas.
El llanto estaba de moda y la literatura en boga concurría a dirigir los espíritus por esas pendientes enfermizas.
-La señora aguarda ya -dijo en alemán la fräulein, y Nora, dócil como suelen ser las criaturas enfermizas, echó a andar, bajó las escaleras solita, agarrándose al pasamano, y solita se metió dentro de la berlina, al lado de su mamá, que viéndola tan seria y emperifollada al empezar a rodar el coche, le dio un beso en el poco trecho de mejilla que asomaba entre el sombrerón y el alto cuello de pieles.
Se cavó, se removió toda su tierra, se pusieron en buen orden las plantas enfermizas que encerraba, y se trazó un regular pedazo de jardín, que se plantaría debidamente cuando fuera tiempo de ello, lo mismo que los cuadros destinados a frutales y hortalizas.
Grandes acontecimientos vinieron a sacar a Reyes de estas intermitentes veleidades místicas, que él mismo, en sus horas de sensualismo racionalista y moderado, calificaba de enfermizas.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba