Ejemplos con empujándole

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Éso le hizo destacar por ese trabajo, empujándole a utilizar ese recurso en composiciones posteriores.
¡No necesito dar más explicaciones que ésta!dijo don Simón, empujándole hasta la escalera y cerrando en seguida la puerta.
¡Ah! Se murióindiqué de manera dubitativa, empujándole a que se clarease.
Un gigante con galones de sargento le puso una pala en la mano, empujándole rudamente.
Don Melchor se separó al cabo, y dijo empujándole hacia una butaca:.
Empujándole suavemente, Céfora echó de su estancia al.
Y acto continuo echó el brazo al cuello de Vicentito, que a su lado estaba, y empujándole hacia Ibero, dijo a este: Dispénseme si le dejo aquí a mi hijo, que ha de hacer con usted buenas migas.
Esto dirá nuestra divina Isabel, y el Pacificador oirá su voz suplicante, como la de los que aún quedan aquí, y le veremos venir, tirándole de un brazo los progresistas y de otro los moderados de juicio, y empujándole los decentes de todos los partidos.
Y mirando a Jacobo a lo lejos, aumentóse su curiosidad al ver que aparecía Butrón por detrás de la cortina del palco del Veloz, hacíale una seña y llevábaselo consigo, siguiéndoles a los dos, sin que ninguno le llamase, el cínico Diógenes Al terminar el acto, Butrón, triunfante y satisfecho, entraba otra vez con Jacobo en el palco de Currita, y empujándole hacia la dama con aire de papá bonachón que satisface un capricho de la niña, cogió con una de las suyas las dos manos que ella y él se estrechaban al saludarse, murmurando, con sentenciosa indulgencia, aquellas palabras de Shakespeare:.
Cuando llegaron a lo más hondo de la playa, donde los peñascos se erguían solitarios, y el ruido del mar ensordecía y espantaba, y ya no se escuchaba la algazara de los niños ni se descubría rastro alguno de hombres, volvióse Tapón lleno de zozobra y miró a su compañero tímidamente, mas este, empujándole hacia adelante, le dijo:.
Empujándole hacia la puerta, le echó del cuarto, pero en el pasillo, a oscuras, varió de súbito el tono de la voz, y ciñéndole al cuello los brazos, le dijo dulzonamente entre dos largos besos:.
A cuenta que no es corto de genio, pero se espanta de las personas finas dijo Izquierdo empujándole hasta que Jacinta pudo cogerle.
No, no, ahora noreplicó empujándole hacia la puerta.
Pero no te irrites¡Fuera, fuera!gritaba ella empujándole con ruda energía.
Desprendido de las manos de su mujer, que como tenazas le sujetaban, Ido volvió a sus mímicas, y Nicanora, sabiendo que no había más medio de aplacarle que dar rienda suelta a su insana manía para que el ataque pasara más pronto, le puso en la mano un palillo de tambor que allí habían dejado los chicos, y empujándole por la espalda Ya puedes escabecharnosle dijo, anda, anda, estamos allí, en el camarín, tan agasajaditos Fuerte, hijo, dale firme y sácanos el mondongo.
Aún permanecía Perucho en el agua, asaz asombrado, la señorita le asió de los hombros, del pelo, de todas partes, y empujándole cruelmente, desnudo como estaba, le persiguió por el salón hasta expulsarle a empellones.
Salvador le tapó la boca, y empujándole violentamente le echó fuera de la casa.
Y uno de ellos tomó de la mano a Elías como para hacerle saltar, mientras otro, empujándole con violencia, le hizo caer al suelo.
La imagen infernal no sólo le atenazaba sino que se le llevaba consigo, empujándole a profundidades negras abiertas por el delirio y pobladas de feos demonios.
El oficial dicho le dio el nombre de Dionisio Gamboa, y habiéndole rodeado todos poco a poco, fueron empujándole hasta ponerle materialmente de patitas en la calle.
-¡No necesito dar más explicaciones que ésta! -dijo don Simón, empujándole hasta la escalera y cerrando en seguida la puerta.
-¡Entra! -dijo ella, impaciente, empujándole hacia el vestíbulo.
Y acto continuo echó el brazo al cuello de Vicentito, que a su lado estaba, y empujándole hacia Ibero, dijo a este: «Dispénseme si le dejo aquí a mi hijo, que ha de hacer con usted buenas migas.
-¡Arre! -murmuraba Felipe empujándole hacia el gabinete matrimonial.

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