Ejemplos con empleados

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Uno quería un gobierno de provincia para su hermano, otro, una alcaldía en la isla de Cuba para sí mismo, otro, un juzgado para su pueblo, otro, una administración de aduanas para un primo arruinado por la causa de la libertad, otro, la destitución de un funcionario probo que se oponía tenazmente a ciertas pretensiones de su familia, otro, un ascenso, otro, una cátedra, en fin, por pedir, se pedia allí hasta la luna, y el Ministro, o el Subsecretario en su deseo de complacerlos a todos, tecleaba sin cesar sobre los botones de las campanillas, a cuya música iban apareciendo los altos empleados que podían entender en aquel cúmulo de solicitudes.
Se abrió una puerta más allá del arco del Arzobispo, la de la escalera que conducía a la torre y las habitaciones del claustro alto, ocupadas por los empleados del templo.
Todos los empleados que vivían en el claustro alto envidiaban su cargo, por ser el más productivo y por el favor de que gozaba cerca del arzobispo y los canónigos.
A él lo que le interesa es que le crean las mentiras y al final le larguen la peseta, le importa poco que esos herejes se vayan a su tierra propalando que en la catedral de Toledo, en la Iglesia Primada de las Españas, los empleados son toreros y ayudan a las ceremonias del culto entre corrida y corrida.
Al morir los empleados anulábanse las plazas, y eran despedidos los carpinteros, los albañiles, los vidrieros, que antes vivían en la Primada como obreros adheridos a ella, trabajando continuamente en su reparación.
En las grandes fiestas marchaba al frente del cabildo Con capa pluvial y un bastón de plata tan alto como él, que hacía retemblar las losas con sus golpes, y durante la misa mayor y el coro de la tarde rondaba por las naves para evitar las irreverencias de los devotos y las distracciones de los empleados.
En el mundo laico quedan cesantes los empleados, se separa a los ministros, se degrada a los militares hasta se destrona a los reyes.
Don Antolín, con su gran vara de plata y una capa pluvial de brocado blanco, iba de un lado a otro, reuniendo a los empleados del templo.
Los más violentos de sus compañeros hablaban al desembarcar en Inglaterra de futuras venganzas contra los verdugos, mientras Gabriel pedía perdón para ellos, ciegos instrumentos empleados por la sociedad en un momento de terror, que creían haberla salvado con su barbarie.
No,advirtió otro de los empleados, el de más edad,¡le esperan a usted!.
La señora se recogía temprano para cuidar del corcovadito, siempre delicado y enfermo, don Carlos jugaba ajedrez con alguno de los empleados, y Gabriela tejía o leía y revisaba sus periódicos de modas.
Después de la cena, luego que los empleados se retiraron a sus habitaciones, me fui a la sala, abrí el balcón, y sentado en una mecedora, gozando del fresco de la noche, una hermosa noche de luna, me puse a pensar en Linilla.
Iban en ella los individuos del Ayuntamiento y de la Junta, los empleados, el comandante de la policía, diez o doce gendarmes, y los chicos de la Escuela.
Pero, es cosa sabida: no son los mejores empleados los que se andan todo el día a caza de consonantes.
¿Y si la calumnia aquella, corriendo de boca en boca, llegaba a oídos del señor Fernández? Este me cerraría las puertas de su casa, me negaría el empleo, ordenaría que me vigilasen los demás empleados.
En poco tiempo me hice amigo de los otros empleados.
Repito que muy pronto fueron muy buenos amigos míos los demás empleados.
Hacía frío, y aunque no lo hiciera, los viajeros lo tendrían sólo de ver las estaciones encharcadas, los empleados calados y los campesinos que venían a tomar el tren con un saco por la cabeza.
El madrugar era uno de los mejores medios de disciplina y educación empleados por las madres, y el velar a altas horas de la noche una mala costumbre que combatían con ahínco, como cosa igualmente nociva para el alma y para el cuerpo.
Hay tertulias de militares, de ingenieros, las de empleados y estudiantes son las que más abundan, y los provincianos forasteros llenan los huecos que aquellos dejan.
El único viajero de primera que en el tren venía bajó apresuradamente, y dirigiéndose a los empleados, preguntóles si aquél era el apeadero de Villahorrenda.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba