Ejemplos con emienda

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Su libro tiene algo de buena invención, propone algo, y no concluye nada: es menester esperar la segunda parte que promete, quizá con la emienda alcanzará del todo la misericordia que ahora se le niega, y, entre tanto que esto se ve, tenedle recluso en vuestra posada, señor compadre.
Rióse don Quijote de las afectadas razones de Sancho, y parecióle ser verdad lo que decía de su emienda, porque de cuando en cuando hablaba de manera que le admiraba, puesto que todas o las más veces que Sancho quería hablar de oposición y a lo cortesano, acababa su razón con despeñarse del monte de su simplicidad al profundo de su ignorancia, y en lo que él se mostraba más elegante y memorioso era en traer refranes, viniesen o no viniesen a pelo de lo que trataba, como se habrá visto y se habrá notado en el discurso desta historia.
Y si algo no te parece bien, o lo disimula piadoso o lo emienda docto, que errar es de hombres y ser herrado de bestias o esclavos.
De manera que lo que corrige y emienda.
pues este bien et este mal tan grande non se cobra sinon por las obras, ruégovos que, segund el estado que yo tengo, que cuidedes et me consejedes la manera mejor que entendiéredes porque pueda fazer emienda a Dios de los yerros que contra Él fiz, et pueda aver la su gracia.
-Señor conde Lucanor -dixo Patronio-, mucho me plaze de todas estas razones que avedes dicho, et señaladamente porque me dixiestes que en todo esto vos consejase segund el estado que vós tenedes, ca si de otra guisa me lo dixiéredes, bien cuidaría que lo dixiéredes por me provar segund la prueva que el rey fezo a su privado que vos conté el otro día en el exiemplo que vos dixe, mas plázeme mucho porque dezides que queredes fazer emienda a Dios de los yerros que fiziestes, guardando vuestro estado et vuestra onra, ca çiertamente, señor conde Lucanor, si vós quisiéredes dexar vuestro estado et tomar vida de orden o de otro apartamiento, non podríades.
pidiera merçed quel’ traxiese a tiempo quel’ fiziese emienda por el su cuerpo, et que, loado a Dios, que veía el día que él deseava mucho, ca si allí muriese, pues avía fecho la emienda que pudiera ante que de su tierra se partiesse, et estava en verdadera penitencia, que era çierto quel’ avría Dios merced al alma, et que si los moros fuessen vençidos, que tomaría Dios mucho serviçio, et serían todos muy de buena ventura.
Et vós, señor conde Lucanor, si queredes servir a Dios et fazerle emienda de los enojos quel’ avedes fecho, guisat que, ante que partades de vuestra tierra, emendedes lo que avedes fecho a aquellos que entendedes que feziestes algún daño.
Et vós, señor conde Lucanor, pues dezides que queredes servir a Dios et fazerle emienda de los enojos quel’ feziestes, non querades seguir esta carrera que es de ufana et llena de vanidat.
Et esto fincando seguro, et aviendo fecho emienda a Dios de los yerros que fiziestes, porque estedes en verdadera penitençia, porque de los bienes que fezierdes ayades de todos meresçimiento, et faziendo esto podedes dexar todo lo ál, et estar sienpre en serviçio de Dios et acabar así vuestra vida.
Et fue veer a don Pero Meléndez, et contól’ la falsedat que de’l le dixieron, et cómo le mandara él matar, et pediól’ perdón por el yerro que contra él oviera de fazer et fízol’ mucho bien et mucha onra por le fazer emienda.
Desque el Bien esto vio, tovo quel’ fiziera Dios mucho bien en traerlo a lugar que viesse el Mal que non podía guaresçer sinon por la vondat del Bien, et tovo que esto le era muy grand emienda, et dixo al Mal que si quería que consintiesse que diesse la muger leche a su fijo, que tomasse el moço a cuestas et que andudiesse por la villa pregonando en guisa que lo oyessen todos, et que dixiesse: «Amigos, sabet que con bien vençe el Vien al Mal», et faziendo esto, que consintría quel’ diesse la leche.
mucho al Mal, et tovo que avía de muy buen mercado la vida de su fijo, et el Vien tovo que avía muy buena emienda.
Que assí como el primer mouimiento no es en mano del hombre, assí el primer yerro, donde dizen que quien yerra e se emienda etc.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba