Ejemplos con dominós

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es un tipo particular de poliominó, como los dominós o los pentominós.
Con cada ventolera y tempestad, decenas de árboles caen como dominós descubriendo su sistema radicular.
Las mujeres van cubiertas de largos dominós o mantos negros: los hombres vestidos de media sociedad.
Francisco se ha ido a casa con los seis dominós que he llevado esta noche para mudarme.
Las damas lucían dominós de gro y moaré, con encajes, y la capucha que cubría su cabeza era de anticuada forma, los caballeros también vestían capuchones negros, de rico raso, con lazos de colores en los hombros.
Nada de anticuados dominós: unas pelucas de color, unos antifaces que tapasen bien, y lo demás, a capricho.
Un grupo de dominós en número de ocho a diez, blancos, pugnaba por abrirse paso, lograba a duras penas penetrar hasta el salón de la esquina.
Los carruajes desembocaban por todas las calles cargados de pierrots, de figuras grotescas, de dominós, de marqueses, de transtiberinos, de arlequines, de caballeros, de aldeanos, todos gritando, gesticulando, lanzando huevos llenos de harina, confites, ramilletes, atacando con palabras y proyectiles a los amigos y a los extraños, a los conocidos y desconocidos, sin que nadie tuviese derecho para enfadarse, sin que nadie hiciese otra cosa más que reír.
He buscado por todas las capas sociales la verdad, he asistido a todas las comedias con que se festeja el Carnaval y se rinde culto a la locura y a la ridiculez humanas, he divagado largamente por arduos problemas filosóficos y sociales, antiguos y contemporáneos, sin hallar más que representación, telones alzados, nombres distintos de los consagrados por la razón y la lógica a todas las cosas, palabras, palabras y más palabras, como dijo Hamlet, la verdad con antifaz de mentira, y viceversa, de modo que siempre tomé la una por la otra, he descendido a muchas oscuridades e intimidades de otras almas sin hallar nada, ningún elemento para hacer un disfraz original, el que yo deseaba, o sea uno que me representase a mí mismo, he ido por todas las tiendas, por todos los escaparates donde hay muestras de dominós caprichosos para todos los gustos, y.
La marquesa recurrió al engaño de que se disfrazaran los criados y pasaran delante de la reja en que Irene aguardaba con febril ansiedad el advenimiento sobrenatural de las máscaras, pero ¡ay!, que la niña conoció a la chacha Antonia y a Lucas el cochero bajo los dominós de colcha que también reconoció su perspicacia.
Volvía yo de alquilar unos dominós para el baile del Real por encargo de Enrique, eran las cinco de la tarde, y le encontré cerca de la ventana, aplicándose un parche de tafetán inglés sobre la mano derecha.
Una vaga neblina, producida por el polvo de la alfombra y el humo de los cigarros, espesaba la atmósfera, haciendo lucir las lámparas eléctricas, ya no muy brillantes de por sí, como al través de un velo, los palcos, desiertos en su mayoría, eran así sumidos en tenebrosa negrura, como grandes nichos vacíos de un cementerio abandonado, de los brazos eléctricos pendían manojos de serpentinas, rotas, manoseadas, sucias, los conffetis tapizaban el suelo con innoble iris, y sentados en torno al salón algunos dominós obscuros, semejantes a encapuchados penitentes, ocultando bajo aquel arreo, que quería ser arlequinesco y era lúgubre, las ansias de rapiña de las del oficio de zurcidora de gustos, que antaño se refugiaran, refugio por refugio, bajo el manto de la dueña, parecían esperar pacientemente, cambiando de vez en cuando algunas palabras con misteriosas mascaritas ataviadas de pescadoras napolitanas o de paludos bebés, alguna pareja, que más que de recién conquistados corazones parecían de mal avenidos esposos, departían por hacer algo, y algunos solitarios bostezaban largamente.

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