Ejemplos con divisaban

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El fuerte era de forma cuadrangular, con dos torreones elevados a cierta altura desde donde se divisaban fácilmente las tolderías de los guaraníes.
Allí, sobre unas peñas desde las cuales se divisaban a lo lejos los cerros y vertientes de España, nos dimos las manos y juramos todos morir antes que resignarnos a soportar la odiosa esclavitud que la canalla quería imponernos.
Camilo Álvarez de Castro, cuya casa y huerto se divisaban a una grande altura sobre nuestra cabeza, pues se apoyan en la antigua muralla de Salamanca y tienen vistas al río.
Salió de la corte en un tren mixto, que se arrastraba torpemente como reptil enorme condenado a recorrer siempre el mismo camino, saludando con silbidos estridentes los mismos lugares, deteniéndose ante los mismos sitios, hasta que al cabo de veinte horas de viaje llegó a la estación más cercana a su pueblo, para ir al cual había de atravesar una dilatada llanura, a cuya extensión ponían límite varias colinas que se divisaban a larga distancia, veladas por flotantes brumas.
Estaba toda la gente confusa, esperando llegase el bizarro bajel, pero cuando vieron de cerca que era turquesco, porque se divisaban los blancos turbantes de los que moros parecian, temerosos y con sospecha de algun engaño, tomaron las armas y acudieron al puerto todos los que en la ciudad son de milicia, y la gente de a caballo se tendió por toda la marina: de todo lo cual recebieron gran contento los que poco a poco se fueron llegando hasta entrar en el puerto, dando fondo junto a tierra, y arrojando en ella la plancha, soltando a una los remos, todos uno a uno, como en procesion, salieron a tierra, la cual con lágrimas de alegría besaron una y muchas veces, señal clara que dió a entender ser cristianos que con aquel bajel se habian alzado: a la postre de todos salieron el padre y madre de Halima, y sus dos sobrinos, como está dicho, vestidos a la turquesca: hizo fin y remate la hermosa Leonisa, cubierto el rostro con un tafetan carmesí: traíanla en medio Ricardo y Mahamut, cuyo espectáculo llevó tras sí los ojos de toda aquella infinita multitud que los miraba.
Estaba toda la gente confusa, esperando llegase el bizarro bajel, pero, cuando vieron de cerca que era turquesco, porque se divisaban los blancos turbantes de los que moros parecían, temerosos y con sospecha de algún engaño, tomaron las armas y acudieron al puerto todos los que en la ciudad son de milicia, y la gente de a caballo se tendió por toda la marina, de todo lo cual recibieron gran contento los que poco a poco se fueron llegando hasta entrar en el puerto, dando fondo junto a tierra y arrojando en ella la plancha, soltando a una los remos, todos, uno a uno, como en procesión, salieron a tierra, la cual con lágrimas de alegría besaron una y muchas veces, señal clara que dio a entender ser cristianos que con aquel bajel se habían alzado.
Por otra parte, mostraba señales de heridas que, aunque no se divisaban, nos hacía entender que eran arcabuzazos dados en diferentes rencuentros y faciones.
Al día siguiente de la boda estaban los novios en los miradores de palacio, preguntó el caballero a su mujer qué eran unas murallas que se divisaban en el horizonte, y contestó:.
En el fondo se divisaban altos barrancos y en ellos tierra negra, tierra roja, pedruscos brillantes como vidrios.
Todavía algunas rectas de luz que se divisaban al través del maderamen de la puerta y de las ventanas delataba que los famosos Garañones aún no habíanse entregado al reposo, cuando el rápido galopar de un caballo turbó la quietud del paisaje, y momento después jinete en una yegua pía de gran alzada y de pintoresca montura, apareció en el camino Currito el de los Pinares.
Desde las ventanas y celosías del monasterio veía correr el Cúa turbio y atropellado, arrastrando en su creciente troncos de árboles y sinnúmero de plantas silvestres, los viñedos, plantados al pie de la colina donde todavía se divisaban las ruinas de la romana Berdigum, despojados de sus verdes pámpanos, dejaban descubierta del todo la tierra rojiza y ensangrentada que los alimenta, y en las montañas lejanas una triste corona de vapores y nublados oscilaba en giros vagos y caprichosos al son del viento, cruzando unas veces rápidamente la atmósfera en masas apiñadas y descargando recios aguaceros, y entreabriéndose otras a los rayos del sol para envolverle prontamente en su pálida y húmeda mortaja.
Feliciana y Antonio eran rústicos, eran ignorantes, apenas sabían que el mundo se extendía, más allá de las últimas montañas que divisaban sus ojos, pero sabían, sin haberlas aprendido, todas esas cosas delicadas y puras y nobles y santas que nosotros, los que leemos o componemos libros, creemos haber aprendido en unos cuantos pliegos de papel.
Un perro muy grande, fortachón y peleador, había conseguido infundir a sus más poderosos contrarios tal temor por sus colmillos, que luego que lo divisaban, se deshacían todos en humildes saludos.
Ya en esto se percibían las voces de los navegantes y se divisaban los rostros.
Desde el patio se veía el camino para el Valle, que después de atravesar el platanar se perdía en el monte, apareciendo a trechos más abajo conforme se despejaba de árboles el terreno, hasta que por fin se ofuscaba enteramente en lontananza, donde se abría el valle entre dos corros cubiertos de bosques tras los cuales se divisaban varias cadenas de montes arrugados que formaban horizonte.
Dicho esto, permanecieron silenciosos, Ezequiel a la izquierda de su amiga, mirando a las lejanías obscuras donde se divisaban, no ya una sola luz, sino tres o cuatro formando como una constelación.
De lo que más gustaba era de ir al pie del castillo, que no estaba lejos, y cuyas almenas y torres y aun la fachada principal, con sus grandes ventanas ojivales, descollando sobre la masa de verdura, se divisaban bien desde el mismo cuarto en que ella dormía.
Las costas del Callao se divisaban en efecto a lo lejos como una faja oscura tirada sobre el mar allá en el horizonte.
Al través de los altos y claros vidrios se divisaban un momento las mesas del «restaurant» ocupadas por gente que comía y bebía a placer.
Al través de las arcadas se divisaban, con prestigio de evocación escenográfica, las frondas del Campo del Moro y las más lejanas de la Casa de Campo.
A lo lejos se divisaban velámenes de barcos de pesca o el penacho de humo negro de algún remolcador.
Muy crítica era entretanto la situación de Roldán y del caballero negro, y hubiéralo sido más aún si los flecheros de la barbacana no hubiesen asaeteado continuamente a los que se divisaban por las almenas del muro, impidiéndoles de esta suerte el aplicar todos sus esfuerzos contra los dos aislados campeones.
A veces abrían las mismas llamas una especie de boquerón, al través del cual se divisaban a lo lejos los aposentos más interiores del alcázar, aguardando el instante de ser también consumidos por el general incendio.
La casa era chata y sus tejados rojizos se divisaban a mucha distancia sobre la espesura de los árboles silvestres.
Las ondulaciones del terreno arenoso, reverberando el sol, formaban caprichosos mirajes, los objetos cercanos se divisaban lejos, creciendo sus proporciones.

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